Autor: ANDRÉS MONTERO J).
Regularización de inmigrantes ilegales
Señor Director: La "regularización" de inmigrantes ilegales, propuesta por el Gobierno y aplaudida por algunos sin conocimiento de la normativa definitiva, nos obliga a tener cautela en una materia sensible y con diversos efectos colaterales negativos. Es efectivo que la agricultura requiere de mano de obra a costos razonables, especialmente en época de cosecha de frutas, pero estas decisiones deben ponderarse considerando al país como un todo. Existen mecanismos de ingreso temporal que resuelven en gran medida la demanda estacional.
La inmigración legal, como se maneja en países desarrollados, aporta mucho a la economía, pero la inmigración ilegal le ha reportado a Chile efectos tremendamente negativos en materia de seguridad —también en el mundo y además saturando las capacidades de atención en salud y educación. El regularizar ilegales generará, sin duda alguna, un incentivo a que más venezolanos, escapando de su drama, intenten entrar a Chile. Ya en el pasado se ha demostrado la total incapacidad de la autoridad para controlar fronteras.
Esta medida conducirá a que los familiares de quienes se "regularicen” intenten ingresar a Chile y acceder a los mismos beneficios. ¿ O pretenderán hacernos creer que esta regularización será por una vez? La siguiente etapa será aumentar impuestos para cubrir los déficits habitacionales y las demandas sociales provocadas por las exigencias de "los nuevos ciudadanos”. En relación con la escasez de mano de obra, está comprobado que la productividad en Chile es muy mala, y más que llenarnos de extranjeros ilegales, la autoridad debe mejorar la educación de los chilenos promoviendo la honestidad, la responsabilidad y el sacrificio individual. Esta nueva medida es otro efecto colateral de la reducción de jornada laboral, aplaudida en su momento por muchos grandes empresarios, lo que obliga ahora a recurrir a ¡ legales para ser competitivos. Esta decisión ataca el corazón del Estado de Derecho. Ya antes fue la condonación del tag, del CAE y diversas medidas que nos transforman en un país poco creíble.