Descontrol urbano
Rememorando los peores momentos de la violencia que asoló a los centros urbanos por años, los vecinos del barrio Lastarria debieron sufrir el viernes pasado la acción vandálica de grupos anarquistas que levantaron barricadas y prendieron fuego en la intersección de las calles Merced y José Victorino Lastarria, obligando a la intervención policial. Turistas y residentes debieron escapar de la violencia callejera, sin que se conozcan acciones concretas para revertir el deterioro de uno de los barrios emblemáticos del centro de Santiago. Reiteradas denuncias de los vecinos del barrio Santa Lucía-Mulato Gil de CastroParque Forestal, declarado zona típica a fines de la década de 1990, no parecen tener respuesta.
Un comercio ambulante descontrolado que serviría de pantalla para la venta de drogas, el consumo de alcohol en la vía pública y la presencia de delincuentes que se aprovechan de la dificultad de tránsito en veredas atestadas por la instalación de mantas con productos, colgadores de ropa y otros artículos para la venta, obligan a emigrar a turistas y público en general, dañando el atractivo que solían tener las calles y edificios patrimoniales del sector. Los restaurantes y el comercio establecido se ven seriamente afectados por la inseguridad. Peleas y escaramuzas por la ocupación del espacio público se repiten a diario, violencia que se exacerba cuando aparecen los grupos anarquistas.
Para los vecinos "es una locura vivir esto". El gobernador metropolitano, Claudio Orrego, afirma que se requiere "mano firme" para aislar a quienes destruyen los barrios icónicos de Santiago, y ha llamado a la delegación presidencial y al municipio de Santiago a tomar medidas, pues se corre el riesgo de "perder la ciudad". Para la municipalidad, la fiscalización corresponde a una tarea compartida con Carabineros.
La búsqueda de soluciones se estaría trabajando en una "mesa de seguridad", donde participan vecinos y locatarios, y cuya labor primordial es la recopilación de antecedentes y evidencia que luego se analiza en la Mesa Jurídico Policial.
Sin embargo, para los habitantes del sector, la autoridad no da respuesta a sus demandas por la recuperación de un barrio que antes se caracterizaba por un comercio de productos originales, artesanía de calidad y restaurantes.
Son numerosos los barrios que sufren un deterioro avanzad o, c o n g r a v e afectación de la calidad de vida de sus vecinos, profundizando la tendencia de migración hacia otros sectores urbanos y el consecuente abandono de los lugares céntricos. Profesionales e instituciones como bancos y empresas han mudado sus oficinas centrales a zonas más seguras, dejando una preocupante vacancia inmobiliaria en el centro de Santiago.
Pese a los esfuerzos por reparar los daños dejados por el vandalismo en las fachadas, recuperar edificios patrimoniales y controlar el comercio ambulante, la inseguridad y el deterioro siguen presentes en vastas zonas de la ciudad.
La evidencia internacional demuestra que mientras no haya una firme voluntad de las autoridades por restablecer --en coordinación con los vecinos-la seguridad en las calles, la convivencia en la ciudad continuará decayendo, impidiendo a sus habitantes disfrutar del espacio público y más bien obligándolos a buscar refugio en sus hogares. La inseguridad agudiza el deterioro de un barrio histórico. Descontrol urbano Descontrol urbano. - -