Autor: MARCOS LIMA
La minería y las tareas de los tiempos
“Estados Unidos produce menos cobre del que consume, y debe importarlo, déficit que crecería si se agrega el efecto sobre la industria de semiconductores y circuitos integrados, que pretenden incentivar, resultado: suma cero”. Soplan vientos de mercantilismo, gatillados por el huracán Trump. Para Chile, país pequeño y abierto, tiempos inciertos y peligrosos. Una guerra comercial puede perjudicarlo: se enfrentan las economías más relevantes, nuestros socios comerciales. El mundo ha cambiado y la minería del cobre, su negocio principal, debe adaptarse a este nuevo escenario global. Revisemos las amenazas: aranceles, menor crecimiento económico, mayores tasas de interés (inflación). Las sobretasas al aluminio y el acero anticipan que el cobre también puede ser gravado.
Ello no reviste mayor preocupación: Estados Unidos produce menos cobre del que consume, y debe importarlo, déficit que crecería si se agrega el efecto sobre la industria de semiconductores y circuitos integrados, que pretenden incentivar, resultado: suma cero. Lo complicado está en el impacto del proteccionismo sobre el crecimiento y, en particular, tratar de disminuir la penetración "OPINIÓN económica china. El cobre es indispensable para el avance de la electrificación, los procesos de urbanización y la lucha contra el cambio climático, que no funcionan sin el metal rojo. Pero si la economía mundial se frena, especialmente en China (60% del consumo), la demanda va a sufrir y, por consiguiente, bajará el precio.
Además, tasas de interés elevadas son un factor crítico en los nuevos proyectos (más de US$ 80.000 millones en Chile), lo que se suma a la restricción de capital, prin= cipal riesgo de la industria minera, según el último reporte de EY. Como prioridad estratégica para las compañías mineras, es el momento de disminuir los costos.
En primer lugar, poniendo énfasis en productividad: aumentar la producción (procesamiento, recuperación en concentradoras, continuidad operacional); efectuar mediciones y benchmark de cada proceso productivo, corrigiendo malos resultados, e incentivar la utilización de nuevas tecnologías (1A). Todo ello, en conjunto con proveedores y contratistas. Segundo, aprovechar las economías de escala y de ámbito de un enfoque de minería distrital, entre distintas compañías. Como ejemplo, es absurdo el número e inversión en desaladoras que se están haciendo: 11 proyectos y US$ 8.400 millones, lo que podría haber disminuido, cooperando entre sí y desarrollarlas en conjunto. Hay muchas oportunidades disponibles, incluyendo usar la infraestructura del país en el potente desarrollo minero argentino. Tercero, explotar relaves, ripios, escoriales y botaderos, ofreciendo esos activos mineros secundarios a terceros que aporten capital, gestión y tecnología, sin distraer esfuerzos del negocio. El momento estratégico es complejo y difícil de predecir. Si empeora, nos debe encontrar con las tareas hechas. Mi