Autor: Ana María Bravo Castro Diputada por Los Ríos -
Lo que quiere la derecha
Columna ueron muchas las partidas del F presupuesto 2025 rechazadas por la derecha en su discusión en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Servicios Locales de Educación Pública de todo el país, Sistema de Admisión Escolar, Plan de búsqueda de detenidos desaparecidos y Derechos Humanos, Subsecretaría de la Niñez, Chile Crece Contigo, Servicio de Evaluación Ambiental, Fiscalización Ambiental de la Super Intendencia de Medio Ambiente, entre otros que logramos reponer Esta debea netamente a conceptos ideológicos que tienen que ver con una perspectiva anti estatista, la cual ha ido creciendo últimamente por experiencias como la de Argentina con Javier Milei, quien se autodefine abiertamente como un “minarquista”, osea, propone la reducción del Estado a funciones mínimas y también como un “anarco capitalista”, lo que vendría siendo, una expresión aún más extrema del liberalismo con conceptos propios de la anarquía.
Desde mi punto de vista este tipo de corrientes de pensamiento extremas no se condicen con la realidad de Chile, un país que tiene una tradición democrática de más de 200 años, con gobiernos electos de toda índole, que han sido respetuosos de su Constitución vigente y que en ningún caso han buscado destruir el Estado, menos de manera mañosa y dejando sin presupuestos ministerios que ya existen y que han sido creados bienestar de la población.
Como son el Ministerio de Hacienda, 1810, Salud y Agricultura 1924 y a partir de 1927 los de Educación, Trabajo, Seguridad Social y Vivienda, Desarrollo Económico, Minería, Transporte, entre otros que han buscado responder a los diferentes contextos que como sociedad hemos enfrentado.
Tristemente esta derecha carece de todo pudor y vergúenza y en su afán de perjudicar al gobierno no piensa en la gente, en los usuarios de esos programas que quisieron dejar sin recursos, en las niñas, niños y adolescentes de Chile. El presupuesto puede recuperarse en el Senado y esperamos que así sea, la dignidad y honra de la derecha actual, claramente no.