Federico Valdés, rector de la UDD: “El proyecto FES tiene olor a campaña electoral presidencial”
Federico Valdés, rector de la UDD: “El proyecto FES tiene olor a campaña electoral presidencial” Federico Valdés, rector de la UDD: "El proyecto FES tiene olor a campaña electoral presidencial" El rector de la Universidad del Desarrollo pide al gobierno separar la condonación del Crédito con Garantía Estatal del nuevo sistema de financiamiento FES en su tramitación legislativa. "Este proyecto es una reforma estructural que puede tener consecuencias desas; trosas para Chile", sostiene el ingeniero civil industrial formado en la U. de Chile y en Stanford. Por Polo Ramírez ederico Valdés Lafontaine (65 años) fue nombrado rector de la Universidad del Desarrollo (UDD) en 2011, tras el fallecimiento de su amigo Ernesto Silva Bafalluy. Pero en absoluto era un desconocido en la casa de estudios que nació hace 35 años en Concepción, de la cual fue uno de sus fundadores.
Al inicio de la década pasada, Valdés, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y máster of Science in Management de la U. de Stanford, ejercía como prorrector y vicerrector económico, así como integrante del consejo directivo de la UDD, hasta convertirse en el segundo rector de la casa de estudios. "Esta es una universidad que nació como un emprendimiento, como lo que hoy día se conoce como un emprendimiento. En ese tiempo esa palabra no se usaba.
Un grupo de profesionales que queríamos producir impacto en la sociedad, en la región del Biobío en ese momento, fundamos esta universidad con nada, pero con entusiasmo, con las ganas y con la determinación de hacer algo distinto a lo que había.
Y en 10 años, abrimos la sede en Santiago, porque nos dimos cuenta de que si queríamos tener verdadero impacto era indispensable estar acá", afirma Valdés. ¿Ese sello hoy día se mantiene? ¿ Qué es lo que define, no solo al proyecto de la universidad, sino que al estudiante de la UDD? Nosotros queremos una universidad donde los alumnos puedan desarrollarse plenamente, donde aprendan el valor de la libertad de las personas. Queremos que sean innovadores por la velocidad con que están ocurriendo los cambios, que posean una visión de futuro, que tengan capacidad de desempeñarse en un mundo que cambia cada vez más rápido.
A propósito de cambios, Ud. ha sido muy crítico a los cambios que propone el proyecto de Financiamiento de la Educación Superior, el FES. ¿Cómo evalúa esta iniciativa? Es un proyecto que abarca dos ámbitos, que no tendrían por qué estar juntos. Aquí da la impresión de que el gobierno quiere pasar de contrabando uno de los dos. Porque el primero es el problema de las deudas impagas del CAE, que ya en sí es bien complejo y merece ser abordado sin apuro. Porqueel universo de los que no están pagando es bien diverso. Están quienes no pueden pagar, y hay consenso respecto de que quienes no pueden pagar no deban hacerlo. Y hay otro númeroimportante que no están pagando, porque hubo quienes les ofrecieron irresponsablemente que algún día lesiban a condonar sus deudas.
Bueno, yo creo que en esta situación no hay que condonar ni un peso. ¿Y qué opina sobre el financiamiento universitario que propone el FES? Este proyecto es una reforma estructural que puede tener consecuencias desastrosas para Chile.
Si vamos a cambiar la estructura del financiamiento, lo primero que se requiere es tiempo, y escuchar de verdad lo que dicen ----_ E KK «á]á]á]-"El FES es un impuesto muy mal disfrazado, con el cual las personas van a tener que pagar un porcentaje de sus ingresos durante años, independientemente de cuánto haya costado la carrera que se estudió" la carrera que se estudió" los rectores de todo tipo de universidades y lo que dicen los expertos. Este proyecto tiene, lamentablemente, un olor a campaña electoral presidencial.
Yo no me jugaría el futuro de los profesionales chilenos -del sistema universitario y de la sociedad chilena, porque las universidades influyen muy fuertemente en la sociedad con una promesa electoral que no sabemos si tiene sentido.
Se ha criticado que este proyecto constituye un impuesto a los graduados, y que con la eliminación del copago no solo se limita la posibilidad de desarrollo de las universidades, sino que interviene en la autonomía universitaria. ¿Qué es lo que le parece más grave de esta iniciativa legal? Lo primero es que esto es un impuesto muy mal disfrazado, porque todo el mundo sabe que es un impuesto con el cual las personas van a tener que pagar un porcentaje de sus ingresos durante años, independientemente de cuánto haya costado la carrera que se estudió.
Los que se van a ver afectados son los futuros profesionales de clase media -no los del decil más alto, que van a tener que pagar; ni los seis deciles más bajos que tienen gratuidad-, sino que los deciles 7,8 y 9, que es la definición de la clase media, que no vana pagar durante la universidad, pero después van a tener que hacerlo con un 10% de impuesto a sus rentas durante 18 años, justo en la etapa de la vida en la que se supone que las personas comienzan a hacerse un patrimonio y comienzan a formar una familia. ¿Qué le pediría al gobierno en este momento, que separe el proyecto, que suspenda su tramitación o que lo convierta en algo distinto? Que separe el proyecto del CAE del de financiamiento.
Aquí lo que el gobierno está haciendo es aprovechar una palanca, porque haciendo es aprovechar una palanca, porque haciendo es aprovechar una palanca, porque haciendo es aprovechar una palanca, porque la idea de la condonación del CAE es popular, y el otro es un problema que la mayor parte de la gente no entiende bien. Que tramiten la condonación y reprogramación del CAE y después sentémonos con el tiempo que se requiera. La reforma del sistema previsional no se discutió corriendo. Hubo distintas iniciativas a lo largo de 10 años. Demorémonos loque haya que demorarse.
Un año, dos años, pero hagámoslo bien. ¿Por qué se plantea que el proyecto FES atenta en contra de la autonomía delas universidades? La consecuencia de un sistema como este es que las universidades pierden autonomía frente a la autoridad.
Cuando se depende totalmente del Estado para financiar una universidad, se hace mucho más difícil que se mire a los ojos a la autoridad y se le diga esto está mal hecho o esta política pública no me gusta, que es lo que estoy haciendo ahora, de una manera respetuosa y argumentada, pero sin tener miedo de que mis opiniones tendrán consecuencias negativas para la universidad que dirijo. Esta es la esencia de las universidades. Las universidades tienen que poder desafiar a la autoridad. Se lo escuché a Ricardo Lagos el día en que la Universidad Alberto Hurtado cumplió 20 años, y lo encontré notable. En esa ceremonia, Lagos dijo que las universidades existen para desafiar al príncipe.
Si no podemos desafiar al príncipe, que es la metáfora del gobierno de turno, que hoy día es un gobierno de izquierda, pero el día de mañana o en cinco, 10,20 años más, podemos tener a un seguidor de Nayib Bukele gobernando Chile. Yo no quiero que ese día las universidades que quieran plantearse en contra de sus políticas públicas se vean impedidas de hacerlo, porque los tienen atados por temas financieros..