Entre la graduación y un nuevo año escolar: LA SEMANA MAS CRÍTICA PARA LOS CHILENOS EN HARVARD
Entre la graduación y un nuevo año escolar: LA SEMANA MAS CRÍTICA PARA LOS CHILENOS EN HARVARD sobrerreacción", dice Vergara. La economista Verónica Mas se graduó hace dos años del Master in Public Administration in International Development. "Harvard frecuentemente representa un símbolo de la élite de futuros líderes, muchos de ellos liberales. Probablemente se vio afectado por los conflictos internacionales de los últimos años, aun cuando el mismo presidente de la universidad es de origen judío", explica. De hecho, el presidente Alan Garber, ha defendido su autonomía y libertad de enseñanza. "La universidad está bien unida", dice Eguiguren. Y agrega: "El mismo jueves nos llegaron algunos mails de profesores y decanos, diciendo que están con nosotros, que cualquier cosa podemos acudir a ellos", agrega.
Llodrá explica que su programa de políticas públicas es 90% internacional. "Sin estudiantes internacionales no podría existir". A través de un zoom, los directores del programa les explicaron que no tenían todas las respuestas sobre lo que sucedería, pero que "la universidad tenía contemplado que un escenario así podía ocurrir.
Y estaban trabajando en alternativas". "La universidad dijo que iba a llegar hasta el final para defender a los estudiantes internacionales, respaldo que da un poco de tranquilidad", asegura Miguel De Iruarrizaga, graduado del máster de Administración Pública y Desarrollo Internacional. Llodrá tiene la suerte de graduarse en Harvard y MIT, por lo que su visa está en esta última universidad. "Nadie puede entender lo que está pasando en Estados Unidos. De estar educando a las élites de todo el mundo, de un día para otro deciden que no corresponde. Es una sensación transversal de replantearse si los estudiantes quieren quedarse a trabajar, que es el sueño de muchos", precisa De Iruarrizaga que ya había tomado la decisión de volver a Chile. El golpe a las finanzas Sumando todos los últimos anuncios, la administración Trump ya ha recortado o amenaza con cortar financiamiento por cerca de US$ 3.000 millones. En el año fiscal 2024 --terminado en junio--, los ingresos de Harvard suman US$ 6.500 millones, un alza de 6% frente al ejercicio anterior. Los gastos, no obstante, se elevaron un 9% hasta los US$ 6.400 millones, impulsados por más dotación y salarios. Segundo año que los desembolsos crecen más que las entradas. Sus ingresos por educación y subvenciones privadas y estatales no alcanzan a cubrir su operación, por eso dependen de las donaciones. El 37% proviene del endowment que dispone la universidad, que en 2024 aportó US$ 2.400 millones.
El fondo acumula US$ 53.200 millones con una rentabilidad de 9,6%, un repunte tras dos años de caídas, aunque en la última década suma un avance de 7,6%, ubicando a Harvard en la quinta posición entre las seis universidades de la llamada Ivi League. Además, en un año revuelto por los ataques antisemitas, las donaciones en efectiablo Eguiguren lleva tres años en la Universidad de Harvard. Vino a estudiar un MBA y un programa de administración pública. José Ignacio Llodrá acumula el mismo período, también cursa un máster en Administración Pública, además de un MBA en el vecino MIT. Una realidad similar a la de Miguel De Iruarrizaga en Harvard Kennedy School.
Los tres chilenos se graduaron este jueves y, mientras avanzaba la ceremonia-entre pequeños actos de protestas como stickers o frases en el birrete en alusión a proteger a los extranjeros--, salió el fallo que esperaban ansiosos. Y no solo ellos, sino también otros chilenos que están a punto de viajar a la universidad de Boston para iniciar sus estudios. Actualmente, son entre 30 a 34 los chilenos que estudian en Harvard. Y hay otros 10 a 15 aceptados para comenzar en agosto. De sus aulas han salido destacados economistas nacionales como Heidi Berner, Felipe Larraín, David Bravo, Rodrigo Vergara, Nicolás Eyzaguirre, Jorge Marshall, Bárbara Manríquez, entre otros. Todos miran atentos las amenazas que se ciernen sobre la institución. Hace una semana, el departamento de Homeland Security que otorga el Student Exchange Visitor Program (SEVP) --autorización para alumnos extranjeros--, derogó el permiso para que la universidad acogiera a nuevos estudiantes foráneos.
También incluía que los actuales buscaran otros destinos, y ponía fin a la visa que otorga la universidad para que trabajen luego de graduarse (la OPT). Y si bien la universidad consiguió frenar la medida en la justicia --mientras transcurría la ceremonia de graduación--, no logró despejar los temores. El Presidente Donald Trump le dio un plazo de 30 días para argumentar por qué no debe suspender a los extranjeros. Comunicó ya su aspiración de reducir ese porcentaje del 27% actual --unos 6.500-a 15%. "Fue un shock. Los grupos de WathsApp explotaron", cuenta Eguiguren. Las clases terminaron hace tres semanas, varios volvieron a sus países de origen y muchos volvieron rápidamente a Estados Unidos por miedo a no poder entrar después, cuenta.
Eguiguren está contratado por una empresa en Washington y en octubre tendrá su visa definitiva de trabajo (H1B). Hasta entonces haría uso de la OPT y hoy no sabe. "En mi peor escenario, si todo sale mal, podría comenzar a trabajar a partir de octubre", dice. Los 10 alumnos chilenos graduados del MBA, todos contratados, están en la misma situación. Además de otro par de egresados de la escuela de Derecho, cuenta. Por qué la furia de Trump El expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, estudió su doctorado en Economía en Harvard entre 1987 y 1991, aunque nunca ha perdido contacto por ser investigador asociado.
Si bien no tiene la respuesta para la agresividad de Trump con esta casa de estudios, da ciertas luces: "Harvard es un ícono dentro de las universidades de élite y fue la primera que rechazó la comunicación del gobierno que le pedía mandar la información sobre programas, contrataciones, admisiones, etc.". Además --agrega-tiene el respaldo del mayor endowment de una universidad norteamericana. En cambio Columbia en Nueva York, accedió a las peticiones, luego de que el gobierno les cortara US$ 400 millones. Vergara considera desproporcionada la medida, sin embargo cree que estas universidades tienen una responsabilidad en no haber parado una cierta cultura woke que cancelaba otras posiciones distintas. De hecho, el presidente de Harvard hizo dos comisiones para evaluar el sentir del mundo más conservador, y los resultados dieron cuenta de que un grupo importante sentía temor a expresar sus opiniones. Luego de eso han hecho cambios en sus políticas de diversidad, equidad e inclusión, "pero para la administración Trump no ha sido suficiente", dicen alumnos. El mandatario republicano ha ido cambiando sus argumentos. Primero los acusó de antisemitismo, luego de que habría estudiantes relacionados al Partido Comunista Chino y que Harvard estaría promoviendo vo se redujeron a US$ 1.200 millones. El menor aporte desde 2015.
Vergara apunta a una paradoja: "Si tu preocupación son los déficits comerciales o de cuenta corriente, el sector de educación superior en Estados Unidos tiene un superávit gigantesco por la cantidad de estudiantes extranjeros que dejan mucho dinero. Es como una exportación de servicios no tradicional, que ayuda a reducir la cuenta corriente, porque se hace investigación de punta. Debilitar eso no tiene sentido". Y agrega: "Si fuera un chiquillo joven yéndome a estudiar, a lo mejor Harvard ya no es tan atractivo.
Claramente tiene un impacto en las finanzas y que se va a ir viendo en el tiempo, más allá de si se ganan algunas cosas en las cortes", dice. "Hay un riesgo presupuestario, cerca del 25% de sus estudiantes son extranjeros y en su mayoría se financian con mecanismos propios", subraya Verónica Mas. Las escuelas de Business y de Gobierno dan ayuda financiera a sus alumnos, dependiendo de su situación económica en su país de origen. Además, cerca de un 50% de los estudiantes de College estudia con algún tipo de ayuda. En principio, las becas para esta generación no deberían cambiar --puesto que se otorgan en abril--, pero no es posible asegurar que continúen. De manera informal, los contactados han sabido que se están eliminando programas de investigación.
Además, no se están otorgando nuevos contratos de investigación para estudiantes de posgrado. "Si a alguien le quedan tres años de universidad, puede estar considerando seriamente cambiarse, porque quizá este año no pase, pero a Trump le quedan tres años de gobierno", cuenta De Iruarrizaga. En esa situación está Vandie Dumaboc, quien cursa su tercer año de Neurociencia Computacional. Y además preside la Harvard Association of Chilean Students, que ha estado en contacto directo con la embajada. "Han sido meses muy tensos, de bastante angustia e incertidumbre. Muchos de estos anuncios ocurren en la semana de exámenes finales. No obstante, tras las primeras respuestas de Harvard, he visto cómo se ha ido generando un sentido de mayor seguridad y de unidad", señala.
De hecho, cuenta que la noche del 23 de junio, un día después de la carta de revocación del SEVP, todos los decanos invitaron a los alumnos internacionales a una tarde de pizza en el Queen's Head, el pub privado de la universidad. "Ahí respondieron nuestras preguntas e inquietudes. Fue un gran alivio dentro de la espera por el fallo", relata.
Dumaboc vuelve hoy a Chile, como muchos del pregrado que pasan el verano en sus países. ¿Tiene miedo de no poder regresar? "Existe un riesgo, pero mi filosofía ha sido no darle más poder al miedo de lo necesario. Además, la revocación del SEVP nos afectaría tanto dentro como fuera de EE.UU. ". En el peor escenario, su plan B --habla cinco idiomas-sería Alemania o Noruega. La incertidumbre de los aceptados "Desde la semana pasada hay miedo e incertidumbre", dice un chileno que fue aceptado en Harvard para el próximo curso. Por temor, este grupo prefiere mantener el anonimato. Trump anunció que también revisará sus redes sociales. Son cerca de diez los chilenos que viajan a la universidad, antes de que parta el nuevo semestre, que comienza el 25 de agosto. Tienen un WathsApp común y solo uno tendría la visa, el resto tiene cita agendada para las próximas semanas. Una persona de este grupo cuenta que el mismo jueves, un influencer que ayuda a extranjeros en el trámite, publicó en LinkedIn un webinar de emergencia. Se conectaron cientos. Hubo explicaciones de abogados, pero pocas respuestas a las decenas de dudas. "En los distintas canales que tenemos están muertos de susto.
Cuando salió la suspensión a la medida de Trump, una persona en Brasil fue a la reunión por su visa y le dijeron que no se la podían tramitar, sabiendo que ya se había dado de baja la medida", dice una aceptada. "Tengo un conocido que acaba de ir a tramitar su visa, le dijeron: `¿ no viste las noticias? No estamos entregando'", agrega otra. Al final --dicen-depende de cada embajada. Ahora todos siguen atentos a lo que suceda con el próximo chileno que tiene su cita la otra semana. Es el primero del grupo.
Se han contactado con el diputado Diego Schalper (RN), quien ofició al canciller Alberto van Klaveren y al embajador Juan Gabriel Valdés para reforzar las acciones diplomáticas. "Los estudiantes que fueron aceptados están viendo, por ejemplo, si es que firman un contrato de arriendo del departamento, si venden sus cosas en Chile o piden un crédito. Son los más complicados", asegura Eguiguren. Una alumna que cursará un MBA dice que mantienen la calma respecto al financiamiento. Confía en que las becas que provienen de donaciones de exalumnos, sigan en pie. Varios rechazaron ofertas de otras universidades. Ahora no saben si podrían repostular si fuera del caso. Harvard les dio la posibilidad de postergar un año el ingreso, si se complica la situación de las visas. Sin embargo, varios dicen que ya tienen todo listo. Vendieron sus cosas, y solo les falta partir. "Ya estoy arriba de este carro, vuelo el 6 de agosto y no hay vuelta atrás", dice una de ellos. valores antiestadounidenses.
En la última carta muestra algunas estadísticas para afirmar que no están cumpliendo con fallos de la Corte Suprema respecto a políticas de admisión discriminatorias. "La respuesta parece totalmente sobredimensionada, porque estás matando la gallina de los huevos de oro.
O sea, quitar fondo de investigación, ponerle impuestos, sacar a los extranjeros, donde, por lo demás, la gran mayoría no tiene nada que ver con esto, es totalmente una Entre la graduación y un nuevo año escolar: LA SEMANA MÁS CRÍTICA PARA LOS CHILENOS EN HARVARD Recortes anunciados por administración Trump suman unos US$ 3.000 millones P Más de 30 chilenos estudian hoy en la prestigiosa universidad de Boston, y unos diez se graduaron el jueves pasado. A ellos se suma un número similar que espera iniciar sus cursos, en agosto. Son los más complicados; la mayoría no tiene aún su visa de estudios.
El otro grupo bajo presión son los graduados que ya tienen empleo en Estados Unidos y que contaban con la visa que da la universidad, hasta que cuenten con la definitiva de trabajo. · MARÍA JOSÉ TAPIA· Rodrigo Vergara y Esteban Jadresic en su graduación en Harvard. BANCO CENTRAL EFE José Ignacio Llodrá, se graduó el jueves. Verónica Mas terminó su máster hace dos años. Miguel de Iraurrizaga, hizo un máster y vuelve a Chile a fin de mes. Si fuera joven yéndome a estudiar, a lo mejor Harvard ya no es tan atractivo. Tiene un impacto en las finanzas". RODRIGO VERGARA EXALUMNO Y EXPRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL.