Comunidades rurales rechazan entubamiento del canal Cogotí y piden frenar obras por impacto
Comunidades rurales rechazan entubamiento del canal Cogotí y piden frenar obras por impacto Por: Valentina Echeverría O.
El inicio de las obras para entubar un tramo de 10 kilómetros del canal matriz Cogotí, en la comuna de Monte Patria, ha generado un fuerte rechazo entre comunidades rurales que denuncian falta de transparencia, ausencia de participación ciudadana y el riesgo de graves impactos al ecosistema local.
Las vocerías de Las Rojas, Chañaral Alto y otros sectores aseguran que el proyecto, impulsado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), no fue informado ni consultado, y que afecta directamente a miles de personas que dependen del canal como parte de su entorno y vida cotidiana. Natalia Plaza, vecina y vocera de Las Rojas, expresó que «nuestro descontento parte del impacto ambiental que este proyecto va a provocar en todo el territorio.
Al entubar el canal ya no habrá más agua que fluya libre, lo que podría afectar todo el ecosistema». Además, relató que se enteraron del proyecto recién a fines de junio, cuando los trabajos ya habían comenzado el 29 de mayo. «No hubo participación ciudadana ni estudio de impacto ambiental.
La poca información y la falta de transparencia nos ha generado un gran descontento e incertidumbre». Desde Chañaral Alto, el dirigente Giovanni Araya comentó que fue una denuncia en redes sociales lo que permitió alertar a la comunidad. «Nos dimos cuenta de los trabajos cuando ya el canal estaba casi intervenido.
El caudal da vida, aporta humedad en verano cuando superamos los 35 graComunidades rurales rechazan entubamiento del canal Cogotí y piden frenar obras por impacto Vecinos de Las Rojas, Chañaral Alto y Huatulame acusan que el proyecto, financiado mayoritariamente con fondos públicos, comenzó sin consulta ciudadana ni estudio de impacto ambiental. Advierten que la intervención afectará la flora nativa, las napas subterráneas y el valor histórico del canal. dos.
Al canalizarlo, aumentarán las temperaturas y se pierde la biodiversidad». Ambos coinciden en que se trata de una obra inconsulta que no considera las necesidades urgentes del territorio. «Tenemos comités de vivienda esperando hace 30 años por una casa, caminos sin pavimentar, rutas deterioradas.
Esos millones pudieron usarse en otras prioridades». A las voces de crítica se sumó la vecina Yasna Castillo, quien detalló que la comunidad se enteró de las obras cuando comenzaron a talar árboles nativos como chañares, algarrobos y pimientos. «Los vecinos se alertaron porque estaban taladrando árboles protegidos. Nadie sabía que venía una empresa a hacer estos trabajos. Nunca se nos preguntó nada». Castillo subrayó que el canal tiene un profundo valor territorial y patrimonial que debe ser cuidado. «Ese canal es parte de nuestra historia. Ahí trabajaron nuestros abuelos, viene de generación en generación.
Puede que sea una obra artificial hecha por el hombre, pero a su alrededor se creó un ecosistema que hoy está siendo destruido». También mencionó que la propia municipalidad se enteró tardíamente del proyecto y que habría puesto una denuncia por la tala de árboles. Durante una reunión realizada con el MOP, funcionarios afirmaron que el proyecto no requería estudio de impacto ambiental por tratarse de un canal artificial. Frente a esto, la vecina insistió que «aunque sea artificial, ahí se formó vida. La ley puede permitirlo, pero eso no lo hace éticamente correcto.
Acá faltó visión ambiental y respeto por la comunidad». Contexto del proyecto El proyecto fue adjudicado el 25 de marzo de 2025 a la empresa Bozic Ingeniería y Construcción Limitada y se enmarca en el plan de conservación de canales privados que ejecuta la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP y contempla un 80% de financiamiento público. Según lo informado en reuniones con vecinos, beneficiará a cerca de 850 canalistas. Sin embargo, las comunidades afirman que más de 5.000 habitantes podrían verse afectados directa o indirectamente por la pérdida del canal a cielo abierto.
Los habitantes de la zona coinciden en una solución clara: «Frenar las obras, abrir un proceso participativo y buscar soluciones más sustentables que protejan tanto el agua como el ecosistema que la rodea».. - - - - -