La minería y el mar
La minería y el mar mar Por Margarita Ducci, directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU Tradicionalmente, la minería en Chile ha sido sinónimo de vastos desiertos y majestuosas cordilleras, donde yacen ricos yacimientos de cobre y otros minerales. Sin embargo, embargo, como parte de sus procesos, la creciente escasez hídrica ha llevado a la industria minera a mirar hacia un aliado inesperado: el mar. Este giro paradigmático plantea plantea oportunidades y desafíos que requieren una reflexión profunda sobre la sostenibilidad y el equilibrio ecológico.
Según el primer catastro nacional de plantas y proyectos proyectos de desalinización en Chile, elaborado por el Consejo Minero y la Asociación Asociación Chilena de Desalinización Desalinización (Acacles), existen 22 plantas desalinizadoras en operación con capacidades superiores a 20 litros por segundo, 6 en construcción, construcción, 3 con aprobación ambiental y 12 en evaluación preliminar, sumando una capacidad total de 8.000 litros por segundo. Este avance refleja la respuesta de la industria minera ante la crisis hídrica, buscando en el océano una fuente alternativa como insumo para sus procesos extractivos. Cabe señalar que, a diferencia de lo que muchos creen, la minería utiliza sólo un 4% del agua continental del país. Sin embargo, se hace necesaria la desalinización, como solución prometedora, si bien no está exenta de impactos impactos medioambientales. La descarga de salmuera concentrada concentrada y el consumo energético elevado son aspectos que pueden afectar la biodiversidad marina y contribuir al cambio climático. Sin embargo, estudios indican que, con medidas mitigantes adecuadas, estos impactos pueden ser significativamente menores en comparación comparación con el uso intensivo de agua dulce en la minería. “Compromiso Minero” que reúne a 110 organizaciones del ecosistema minero nacional, declara que tienen por objetivo continuar disminuyendo las emisiones de sus procesos productivos, y avanzar en el uso de energías renovables. Asimismo, se comprometen con cuidar y proteger los ecosistemas y las especies que rodean sus operaciones y proyectos.
Plantean que para el año 2030, el 90% del suministro eléctrico de la minería provendrá de fuentes fuentes renovables y que para el año 2025, el 90% del agua usada en la minería vendrá del mar o será reutilizada. Chile tiene la oportunidad de liderar la implementación de prácticas sostenibles en la desalinización para la minería. Es esencial que las plantas desalinizadoras operen bajo estrictos estándares ambientales, minimizando la afectación a los ecosistemas ecosistemas marinos y optimizando el consumo energético, integrando fuentes renovables como la energía solar. La relación entre la minería y el mar en Chile representa una oportunidad para redefinir prácticas industriales hacia una mayor sostenibilidad.
Al adoptar tecnologías tecnologías de desalinización responsables y fomentar la colaboración entre todos los actores involucrados, se podrá asegurar que este recurso invaluable sea utilizado de manera que beneficie a las generaciones generaciones presentes y futuras, sin comprometer la integridad integridad de nuestros ecosistemas marinos. mcli La relación entre la minería y el mar en Chile representa una oportunidad para redefinir prácticas industriales hacia una mayor sostenibilidad..