Usuarios denuncian desamparo ante cierre de Centro de Referencia
Usuarios denuncian desamparo ante cierre de Centro de Referencia on una carta firmada C-per varios usuarios y FOTO ARCHIVG/LPA entregada por Marcos Galle en representación de sus compañeros, personas en situación de calle denunciaron publicamente el cierre del Centro de Referencia que opera en Punta Arenas bajo la administración de la Fundación Fide XII.
El recinto, que dejó de funcionar este jueves 10 de julio, les proporcionaba un espacio para cocinar, ducharse y resguardarse del frio durante el día. "Yo estoy bien, me derivaron a una residencia en Puerto Natales y tengo trabajo. Pero me preocupa profundamente lo que pasará con mis compañeros", declaró el usuario, quien enfatizó que el cierre del recinto dejara a decenas de personas sin un lugar donde refugiarse ni sa. tisfacer necesidades básicas.
El fue uno de los que dio la batalla para que el albergue de Avenida Independencia no cerrara on la pasada Navidad y hoy busca El Centro de Referencia de calle Balmaceda cerro sus puertas este jueves 10 de julio. un inmueble desocupado, con condiciones habitables, ubicado la extensión del recinto de calle Balmaceda que dejó de funcionar ayer, al menos por los meses más fríos del invierno.
En la misiva, los usuarios apelan directamente al obispo de Punta Arenas, monseñor Os car Blanco Martinez, señalando que el recinto funcionaba con apoyo de la Iglesia y que existe en el barrio San Miguel, que podria ser destinado para continuar con la atención. Los usuarios desmintieron cifras oficiales que indican que sólo diez personas utilizaban el servicio. Aseguran que el Centro de Día atendia habitualmente entre 20 y 30 personas, especialmente aquellas que no contaban con trabajos durante la jornada. Además, precisaron que actualmente cuatro personas pernoctan en el lugar, luego de que otras siete fueran trasladadas. El espacio, que funcionaba en condiciones precarias dentro de un galpón habilitado con una estufa, una ducha y cocina, permitia a los usuarios organizarse para cocinar y compartir alimentos. "Juntabamos fideos, salsa, de todo. Siempre habia alguien que cocinaba y servia a los demas", relatan. "Noes un lugar comodo, pero era un refugio.
Nos permitia estar a resguardo, sin andar en la calle ni meternos en problemas". El cierre del dispositivo, en plena temporada invernal, generó inquietud entre los usuarios, tanto por las bajas temperaturas como por la incertidumbre ante la falta de alternativas. Denuncian que muchas personas ya se están agrupando en las calles, algunas consumiendo alcohol para soportar el frio, sin acceso a servicios higienicos ni alimentación. En su declaración, Calle insistió en que si no es posible mantener el actual centro, al menos se habiliten otros espacios. "Estamos hablando de personas que no tienen otra red, ni familia, ni trabajo estable. Algunos están dejando el consumo y tratando de salir adelante. Pero sin un lugar donde estar, os imposible*, remató. /L.PA. »› Desmintieron cifras oficiales que dan cuenta que sólo diez personas utilizaban el servicio. Aseguran que el Centro de Día atendía habitualmente entre 20 y 30 personas Piden ayuda al Obispado