EDITORIAL: Salud dental postergada
EDITORIAL: Salud dental postergada La atención dental pública de Los Ángeles vive una situación crítica que desnuda falencias estructurales estructurales en nuestro sistema de salud.
La demora en la transferencia de fondos ministeriales cerca de $500 millones comprometidos para programas odontológicos ha obligado a suspender la atención dental en los siete Cesfam de la comuna, dejando a cientos de pacientes sin tratamiento y a decenas de profesionales sin labores. Dichos programas incluyen “Más Sonrisas para Chile” y “Sembrando Sonrisas”, junto con la atención odontológica integral para adultos mayores de 60 años y adolescentes de enseñanza media. Las autoridades locales fueron claras: no se trata de una decisión municipal, sino de un problema a nivel central. Los recursos destinados al “Programa Complementario de Reforza miento Odontológico en la APS” permanecen en trámite administrativo de toma de razón. Esta lentitud en la ejecución presupuestaria presupuestaria dejó en pausa prestaciones de salud ya planificadas. Los testimonios reflejan la gravedad del impacto.
“Nos notificaron el de junio de la suspensión, sin claridad de cuándo podríamos retomar funciones”, relata una odontóloga a honorarios, quienjunto con sus colegas quedó con contratos “suspendidos pero no terminados”, es decir, sin trabajo, sueldo, indemnización indemnización ni certeza alguna. Cientos de pacientes que tenían hora o estaban en medio de un tratamiento han visto canceladas sus atenciones. Para quienes dependen del sistema público, público, esta es su única puerta de entrada a la salud bucal. En Chile, donde el 50% de la población tiene caries sin tratar, la atención odontológica no puede ser un lujo. Una boca sana permite alimentarse, hablar, sonreír y vivir con dignidad. El problema trasciende a Los Angeles. La odontología odontología pública sufre de cobertura insuficiente y una disparidad enorme respecto del sector privado. Chile tiene más de :30 mil dentistas, pero solo unos mil trabajan en el sector público, que atiende cerca dci 80% de la población. Las listas de espera odontológicas odontológicas superan las )90 mil personas a nivel nacional, con esperas medianas de ocho meses para consultas de especialidad. A pesar de las Garantías Explícitas en Salud, la cobertura real sigue siendo limitada, y solo un 30% de los chilenos accede regularmente al odontólogo. El factor determinante es el dinero: ir al dentista en Chile es caro, y no existe un mecanismo amplio de aseguramiento público. Lo sucedido en Los Angeles profundiza estas brechas. Las familias de escasos recursos que ya enfrentan dificultades para acceder a un dentista, ahora pierden el único espacio gratuito que tenían. Cada mes de retraso puede significarun diente menos salvable o una lesión canosa que se agrava.
Es urgente que el Ministerio de Salud revise los mecanismos administrativos que llevan a este tipo de atascos: ¿ por qué convenios tan importantes comienzan comienzan recién a mitad de año? ¿ Por qué su financiamiento no estaba asegurado oportunamente en marzo? La planificación en salud no puede supeditarse a esa lentitud. Salud dental postergada.