Autor: Cristian Rodríguez Director Instituto de Políticas Públicas UCN
Columnas de Opinión: El futuro de los proyectos verdes
Columnas de Opinión: El futuro de los proyectos verdes OColumnaL; suspensión del proyecto Central de Bombeo Paposo, desarrollado por Colbún en la región de Antofagasta, revela los desafios estructurales y regulatorios que enfrenta Chile ensu transición hacia una matriz energética más limpia y sustentable. Este proyecto, valorado en1.400 millones de dólares y con una capacidad de 800 MW, prometía generar 1.800 GWh anuales, ofreciendo una solución tecnológica avanzada para el almacenamiento de energía renovable.
Sin embargo, las observaciones del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), han frenado su desarrollo, poniendo de manifiesto la tensión existente entre la normativa ambiental yla necesidad de fomentar proyectos estratégicos para la sostenibilidad energética del país. Desde la perspectiva de política pública, este caso resalta un problema central: cómo equilibrar el impulso hacia una transición energética ambiciosa con la rigurosidad de los marcos regulatorios diseñados para proteger el medio ambiente. El proyecto Paposo se basaba en unsistema de bombeo reversible, utilizando agua desalinizada en un circuito cerrado, lo que lo convertía en la primera iniciativa de este tipo en Latinoamérica. Esta tecnología permite almacenar energía en momentos de baja demanda y liberarla enlos picos de consumo, estabilizando lared y permitiendo una mayor inclusión de energías renovables enla matriz energética. Antofagasta, con sus óptimas condiciones solares y eólicas, es el escenario ideal para este tipo de pro-yectos. Sin embargo, el freno impuesto ha generado incertidumbre para futuros inversionistas en el sector. El principal problema institucional identificado en este caso es la demora y la complejidad del proceso de evaluación ambiental.
Este problema, plantea una cuestión dlaveen términos de política pública: ¿ están los marcos regulatorios preparados para facilitar la transición energética, o representan un obstáculo que podría frenar inversiones cruciales parael desarrollo del país yla región? El debate noradicaenrelajarlos estándares ambientales, que son fundamentales para el desarrollo sostenible, sino en modernizar la institucionalidad para que pueda responder con mayor eficiencia a la creciente demanda de proyectos en energías limpias.
El SEA juega un rol central en garantizar que los proyectos energéticos se desarrollen de manera responsable, pero debe encontrarun equilibrio entre la protección del medio ambiente yla necesidad de avanzar con celeridad en proyectos estratégicos. En conclusión, Chile yla región de Antofagasta necesitan urgentemente un marco regulatorio máságil y predecible. El país está en una carrera contra el tiempo para cumplir sus metas de descarbonización al 2050, y la incertidumbre regulatoria puede desincentivarlainversión. La institucionalidad debe evolucionar para acompañar el ritmo de los cambios tecnológicos y las demandas del mercado energético, sin sacrificar el rigor de las evaluaciones ambientales..