Los tesoros del río San Pedro
Los tesoros del río San Pedro 6'¡ Reportajes domingo! DIARIO AUSTRAL Domingo 6 de abril de 2025 domingo! DIARIO AUSTRAL Domingo 6 de abril de 2025 Los tesoros del río San Pedro Este texto es parte de una serie de 14 publicaciones que realizará Diario Austral.
Corresponde al quinto capítulo del libro "Territorio Narrado: Crónicas de la Región de Los Ríos", publicado por el Consejo Regional Los Ríos del Colegio de Periodistas y el Círculo de Periodistas Camilo Henríquez, con Regional de Los Ríos.
Lasilustraciones son del artista Byron Flores y el diseño editorial de Niitram Lawen. www. crónicasdelosríos. cl ace veintitrés millones de años, un bosque muy diferente a la selva valdiviana que conocemos el día de hoy, cubría la ribera del río San Pedro.
Gracias a cientos de fósiles extraídos y estudiados minuciosamente por científicos, ese pasado actualmente revive. ltorrente del río San PeE elena lencia y rapidez en algunos tramos de sus ochenta y dos kilómetros de longitud, que tiene la capacidad de cortar laroca desu ribera como si setratara de un cuchillo afilado.
La energía de sus aguas ha permitido que, desde las profundas cicatrices que brotan entre los riscos, surjan pequeñas pruebas de que en la historia dela Tierra nada es permanente, excepto el cambio. omosise tratara de una C cápsula del tiempo abierta poruna insistente mano líquida, la perseverancia del correr del San Pedro ha provocado que fósiles de un bosque que cubrió su ribera hace veintitrés millones de años emerjan desde laderas húmedas y escarpadas para que plantas, maderas, hojas, semillas y flores del pasado vuelvan a asomarse.
Son vistas, recogidas y registradas por mentes curiosas contemporáneas, que las empaquetan en bolsas transparentes y las transportan hasta impolutos laboratorios, donde las inspeccionan y catalogan como tesoros, con cientos de secretos por descubrir. a historia de un pasado L que, roca oca, emple za a ser develado, comienza así: durantelos veranos dela década del año1970, Herman Peña y susseishermanos, repetían el mismo trayecto entresucasa y el río San Pedro casitodos los días. En esos años, la pesca era una de las mayores entretenciones de los niños que vivían en Malihue, sector rural de la comuna de Los Lagos. La época estival era la mejor para explorar con libertad losterrenos familiares. La rutina delos jóvenes era la siguiente: después de lechar las vacas a mano y terminar con todas las tareas asignadas, debían cruzar el campo atoda prisa para aprovechar que el ríoestuviera bajo.
Atravesaban pequeños senderos ribereños, corrían sin parar y, mientras lo EL GRABADO "SAN PEDRO", DE BYRON FLORES, ACOMPAÑA LA PUBLICACIÓN DE ESTA CAPÍTULO DEL TEXTO. hacían, el peso de sus cuerpos provocaba que pequeñas rocas cayeran frente a ellos. Al tomarlas, surgían muchas dudas y la imaginación comenzaba a volar. Podían ver en ellas formas de hojas impresas, de un color oscuro parecido al carbón. Alacariciarlas podían palpar que las figuras tenían relieve y una textura porosa. ¡Hasta podían rascarlas y notar quela impresión se transformaba en polvillo! ¿Qué seráesto?, se preguntaban cada vez. Pero su interés estaba puestoen llegar pronto alrío. Despreocupados, soltabanlas piedras porel camino y seguían su veloz travesía. La pesca no podía esperar. reinta años después, en T la primera década delsiglo XXI, el río San Pedro cobró graninterés.
La empresa Colbún, generadora de energía, comenzó arealizar acciones para construir una central hidroeléctrica en la zona, lo que provocó que representantes de comunidades vecinas, organizaciones ambientales y científicos se unieran y enfocaransus esfuerzos en la protección del río.
Durante esa época fueron planteadas varias ideas de investigación sobre el valor del patrimonio natural del afluente y Herman Peña, ya convertido en un conocido agricultor, ofreció todos sus conocimientos sobre los senderos ribereños delazona para acompañar aloscientíficos quellegaban en la búsqueda de lo que necesitaran.
Sumayor interés eraencaminarlos hasta los fósiles, Él sabía dónde estaban, pero tenía muy claro que la única manera GENTILEZA COLEGIO DE PERIODISTAS LOS Rios GENTILEZA COLEGIO DE PERIODISTAS LOS Rios de conocer más detalles sobre elloseraacogiendo alos expertos de manera digna. Primero, acompañó a los científicos de Colbún. -Quedaronfascinadoscontodolo quevieron, peronuncasupenada delresultado de sus investigaciones. se llevaron todo ese conocimiento ynunca lo devolvieron-, nos relató, sin esconder un dejo de disconformidad. Luego de esa experiencia, Hermanse ha transformadoen elencargado derecibir, evaluar y guiara cada una delas personas quese han acercado al San.
Los tesoros del río San Pedro DIARIO AUSTRAL Domingo 6 deabril de 2025 domingo Reportajes ¡ 7 ¡7 (viene dela página anterior) Pedro en busca de fósiles. -Ahora me fijo en las intenciones... mefijomucho en lasintenciones-, dice, erman Peña conoció al guía de rafting y kayak Guillermo Fullá, quien durante años realizó travesías porel San Pedro destinadas a mostrar los secretos del río a científicos y aventureros. Hablaron defósiles enmás de una ocasión. En el año 2016 fue Guillermo quien se encargó detrasladar agrupos de investigadores ensus exploraciones fluviales. Entreellos, al geógrafo Patricio Contreras yal biólogo ambiental Alberto Tacón, quienes, junto auna decena de investigadores de diversas disciplinas, experimentaron un viaje en balsa que duró tres días. Motivados por la curiosidad y entenderun paisaje poco explorado, querían desarrollar proyectos que les permitieran poner en valor el patrimonio natural y cultural del río, sus bosques y habitantes. Laexpedición serealizósobre dos balsas. Comenzó en las aguas limpias y tranquilas del desagiie del lago Riñihue, seextendió por zonas de aguas blancas, cuyos rápidos debieron sortear, y terminó en Valdivia, en aguas de estuario. Durante el trayecto hicieron varias paradas, una de ellas en una pequeña playa ubicada metros antes del puente Malihue, en el kilómetro 21 del San Pedro.
Aunque la principal misión delos investigadores era explorar los lugares donde hubo remociones en masa tras el terremoto de1960, escucharona Alberto Tacón, en esa playita, asegurar: "Estesector guardafósilesimportantesaúnno investigados". Y decidieron permanecer más tiempo enel sector para explorar. Consus martillos comenzarona partirllas rocas. Con golpes cuidadosos, pero certeros, notaron que la fractura de las rocas exponía los fósiles con generosidad. Aparecieron los vestigios de helechos y hojasde un paisaje de bosque ahora inexistente.
Los científicos midieron las piezas, las fotografiaron y las guardaron dentro de bolsas herméticas. -No sabíamos de qué plantas se trataba ni qué edadestenían, pero tomamos las muestras y las llevamos hasta la Universidad Austral chile, relata el geógrafo Patricio Contreras. as bolsas con fósiles l llegaron a un nuevo destino: la oficina de destino: la oficina de la bióloga Ana Abarzúa. «Hemos encontrado algo único. Lascomunidadessabenqueexis" tenrestos de hojas y los valoran, pero no conocen sus detalles. Tampoco estánsiendoconsiderados en los Estudios de Impacto Ambiental dela central hidroeléctrica, teniendo en cuenta que los sitiosarqueológicos y paleontológicos están protegidos por Ley. Creemos que es importante responder a cientos de preguntas. Sabemos que tú puedesestudiar estos fósiles, sabemos que puedeshacer grandes descubrimientos, leindicaronlos científicosa Ana Abarzúa. En. ese momento, ella tomó. la posta. na recibió los fósiles y A Gpecta traga mediatamente. Lo primero que decidió fue realizar una visita a Herman Peña, quien vio en ella un carácter alegre y confiable, por lo que no dudó en guiarla hasta lossitios desuniñez. Junto a estudiantes interesados en conocer los entornos naturales del pasado y tras soli citar un permiso en el Consejo de Monumentos Nacionales para prospectar, exploraron el sector de Malihue en forma minuciosa.
Luego de encontrar los f les, la estudiante de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, Carolina Sandoval, estuvo encargada de realizar las interesantes investi gaciones. esde niña, Carolina disD frutaba conocer la historia delas cosas. Nacida en Temuco, una vez terminado el liceo decidió trasladarsea Santiago para estudiar Arqueología en la Universidad de Chile. Se imaginaba descubriendo enigmas del pasado a partir de objetosañosos, como enlas películas. Sin embargo, al poco tiempo sintió que la ciudadla absorbía y necesitaba regresara los bosques del sur. Decidió establecerse en Valdivia y acercarse más ala biología. Fue un profesor especialista en el estudio de anfibios quien, luego de escucharla hablar sobre sus sueños y expectativas de futuro, le indicó que la paleontología se acercaba mucho aloqueellasoñaba realizar. Y las coincidencias comenzaron a ocurrir.
Primero, se abrió un Laboratorio de Paleontología en la universidad donde ella estudiaba y luego un Magíster en Paleontología. un Magíster en Paleontología. un Magíster en Paleontología. «Cuando conocía la Anita Abarzúa, lavi y pensé: quiero estudiar Portada libro Territorio Narrado, Crónicas Territorio Narrado, Crónicas las plantas y el clima. Quiero hacerlomismo que ella-. Nos relata Carolina. La estudiante formó parte delas primeras expediciones organizadas en busca fósiles porel río San Pedro, en 2016. --Hay un río, una cabaña y qui fósiles ¿ Vamos?-le preguntó Ana Abarzía. Carolina la siguió, sin pensarlo mucho. Primero inspeccionaron la zona donde seemplaza el Puente Malihue. Bastó con que Carolina comenzara a abrir la roca con su martillo, su cincel y una espátula para ver cómo emergían unas hojas negras impresionantes. Decidieron buscar a Herman Peña y junto a él salir a recorrer una mayor extensión de terreno. Encontraron sitios donde pudieron ver enormes hojas fósiles de millones de años y, asu lado, hojas actuales que parecían idénticas. Tras diversas visitas, descubrieron que esos fósiles estaban distribuidosen una extensión deseis kilómetros. Seleccionaron cincosectores y desde ellos extrajeron trescientas tres muestras, tres muestras, las que transportaron hasta el Laboratorio de Paleontología de la Universidad Austral de de la Universidad Austral de ron losanál vos. Y los resultados fueron expuestos incluso en congresos internacionales. NADA ES PERMANENTE, EXCEPTO EL CAMBIO "Trasestudiar lostesoros fósiles del San Pedro, las científicas llegaron alas siguientes conclusiones: Hace 23 millones de años el clima y la flora de zona era muy distinto al actual. La temperatura promedio era de unos 17 grados Celsius. Hoy, es de 14 grados. Caían alrededor de 1200 milímetros de lluvia anuales. Hoy caen unos 2 mil. Era un clima más cálido y menos lluvioso. Encontraron hojas de distintos géneros, como el Nothofagus o Eucryphia, a los que pertenece hoy la flora valdiviana. Sin embargo, también hallaron géneros que hoy se pueden encontrar más al norte de Chile, como el Peumus, que es pariente del boldo actual. Detectaron parientes del belloto y el ruil, lora que es el origen del bosque mediterráneo. Incluso, descubrieron elementos neotropicales, como nectandra o cinamomo, hoy extintos en esta zona y que se pueden encontrar al otro lado dela cordillera o en el norte de Brasil. Pudieron comprobar queesta lora correspondería la transición entre dos períodos de tiempo, el Oligoceno y el Mioceno. Y siguen estudiando. ¡on mucho cuidado limCo el sedimento quese encuentra alrededor de las hojas y en su contorno, para poder verlas completamente. Reconocerlanervadura y el margen es clave para determinara qué especie, género o familia pertenecen. En el año 2019, consetecientos fósiles recolectados, ya habían podido determinar sesenta formas de especies. ¿Y por qué los fósiles son tan valiosos? -Existen dos respuestas -, respondela bióloga Ana Abarzúa. Lapolíticamente correcta es que están protegidos por Ley. Solo por ser fósiles son valiosos, tal comoelvalor delavida, laniñez, la naturaleza. Nose pueden destruir, vender, comprar niapropiar. Luego, existe el valor que le da la humanidad -agrega-, yo pienso que son valiosos porque forman parte dela construcción dela historia, de las piezas que hacen que exista un lugar.
Los fósiles del rio San Pedro son partedela comuna deLosLagos, de de tidad de un territorio. --Crecí rodeada de bosqueanaliza la ingeniera en Conservación de Recursos Naturales, Carolina Sandoval-, pero nuncase me hubieseocurrido pensar que los bosques han cambiado. En la universidad recién aprendí los nombres de muchas plantas queantes para mí eran paisajes. Darle una identidad al bosque hizo que me cuestionara muchas cosas.
El hecho de ver un bosque que crece sobre otro, de millones deaños de antigtiedad, me hace sentir que realmente trabajo con un tesoro. njulio de 2019 lasbiblioE tecas municipales de las comunas de Los Lagos y Máfil se convirtieron en las vitrinas donde parte de la historia de los fósiles del San Pedro seluceneilustrana todos quienes las visitan. Estas muestras permanentes exhiben réplicas de algunos de los fósiles.
También plantean preguntas: mo se originó la selva valdiviana? ¿ Qué vegetación existía antiguamente en este territorio? ¿ El nivel del mar ha sidoelmismosiempre? Para la bióloga Ana Abarzzúa la principal enseñanza de este proyecto fue evidenciar que la Tierra es dinámica y va cambiando en las distintas escalastemporales. Ya seaen millones, miles, cientoso decenas de años.
Eso vale la pena mostrarlo ala comunidad. «Nosotros, como seres humanos, tenemos que tratar de entender esta dinámica, porque nada de lo quenosrodeaesetemo-, asegura. ero este no ha sido el p único proyecto que ha permitido mostrar los fósiles al mundo. Las hojasimpresasen roca han sido protagonistas de un libro, titulado "Rio San Pedro Fósil. Guía paleobotánica dela selva valdiviana" y de un capítulo del popular programa de televisión Lugares que Hablan dedicado al Lago Riñihue. Fue el mismo Pancho Saavedra quien se vistió de hombrerana paranavegar elrío, conocer a Ana Abarzúa y sorprenderse con los fósiles.
Cuando vio a Ana abrir una caja de madera rotulada como Estratos de San Pedro, no pudo esconder su asombro: Parecen verdaderas obras dearte, comossi un artesano hubiese tallado estas rocas", expresó. nunlaboratorio univerE sitario de piso, paredes y mesones blancos, resaltan algunos elementos.
Colgados en cada muralla, posters y fotografías nos indican que la fotografías nos indican que la fotografías nos indican que la fotografías nos indican que la cantidad de estudiantes e investigaciones realizadas entre esos muros ha sido prolífica. Dispuestos sobre las mesas, los microscopios nos muestran que cada investigador tiene la capacidad de vivirdos mundos alavez, el que podemos apreciara primera vista y el de lo muy pequeño. También sobre las mesas hay cajas que, en su interior, contienen rocas rotuladas. Y cada roca contiene hoJas, estampadas como las estampillas de una correspondencia enviada hacemillones o miles deaños. Hoy, en ese laboratorio, pasa sus días la geógrafa de veintiséis añosy tesista del Magíster en Paleontología dela Universidad Austral de Chile, Catalina Espicel. De las manos de Ana Abarzúa recibió el fósil de algo que parecía una flor. Lo vio y pensó en subelleza. La imagen deesarocaquedó ensumemoria y cuando pensó en untema de investigación para desarrollar su tesisregresó esa imagen asu mente como un chispazo. Fue en el año 2022 cuando comenzó consus estudios y en el22023 cuando visitó el río San Pedro. Recorrió un sitio bautizado como Puente Malihuito, que en ese momento había sido poco prospectado y también el sector de Los Ulmos, donde! la flor había sido hallada. Actualmente sabe que no eraflor, era unacúpula fosilizada. Una estructura que en el pasado guardó las semillas de plantas para su reproducción. Encontraron muchas y eran enormes. Hoy las está describiendo. De manera minuciosa se encuentra estableciendo su tamaño y características. -Enelsitio que estoy investigando esexcelentela preservación. Vestos fósiles también deben tener. unos 23 millones de años.
NOhemos hecho una datación exacta, pero cuando haya financiamiento, lo haremos-, nos afirmó. ¡entras Catalina invesM tigalos fósiles enellaboratorio, Herman Peña, en Malihue, sigue acompañando a grupos de curiosos que quieren conocer los lugaresdónde se encuentran los fósiles. Hoy, con cincuenta y dos años, recorre los mismos senderos ribereños de su niñez, pero con más conocimientos.
Sueña con consolidar el emprendimiento turístico que se encuentra formando en tornoalos fósiles del San Pedro, desafío que para él también significa una gran responsabilidad. -De alguna manera me siento comounguardián, comoel custodio deuntesoro-, dice. deuntesoro-, dice..