Santiago registra una temperatura máxima de 28,1ºC, la más alta de este invierno
Santiago registra una temperatura máxima de 28,1 ºC, la más alta de este invierno Tras las lluvias del fin de semana, con bajas temperaturas, este martes la RM vivió una jornada particularmente cálida. Tras las lluvias del fin de semana, con bajas temperaturas, este martes la RM vivió una jornada particularmente cálida. Tras las lluvias del fin de semana, con bajas temperaturas, este martes la RM vivió una jornada particularmente cálida.
Santiago registra una temperatura máxima de 28,1 "C, la más alta de este invierno las altas temperaturas registradas este martes son signo de una primavera anticipada y podría traer consecuencias para la calidad del aire, las reservas de agua y la disponibilidad de los productos agrícolas. traer consecuencias para la calidad del aire, las reservas de agua y la disponibilidad de los productos agrícolas. Francisco Corvalán Francisco Corvalán Después de un fin de semana de lluvias, nieve y mínimas récords en la zona central del país, esta semana abrió con un escenario diametralmente opuesto, con temperaturas que también destacan. Esta vez por sus máximas y ausencia de precipitaciones.
Las temperaturas inusualmente altas de este martes en la zona central de Chile, que superaron los 27'C en varias estaciones, se explican principalmente por la presencia de una dorsal cálida en altura asociada a un anticiclón robusto en el Pacífico. Este patrón atmosférico, explica la jefa del Observatorio Climático de la Facultad de Ingeniería de la U. San Sebastián, Paula Santibáñez, genera un descenso del aire que se comprime y se calienta en el valle central. Los termómetros de la Dirección Meteorológica de Chile marcaron una máxima de 28.1 "C a las 15:38 en Tobalaba; 27,5 'C en Quinta Normal y 27,1 "C en Pudahuel. Hasta ahora, la temperatura máxima registrada este martes fue, a su vez, la más alta del invierno 2025 en la zona central. Esto, considerando que el promedio histórico para agosto rara vez supera los 20'C. Además, la ausencia de nubosidad y la radiación solar todavía intensa, pese a ser invierno, favorecieron un rápido aumento de las máximas diurnas.
Este fenómeno se extendió a otras latitudes del país, ya que la configuración sinóptica abarcó gran parte del territorio. "La situación refleja cómo los inviernos en Chile central han ido mostrando con mayor frecuencia episodios cálidos intercalados con pulsos de frío, lo que es coherente con un clima mediterráneo sometido al cambio climático y a variaciones de corto plazo asociadas a ondas de gran escala", apunta la investigadora. Entre el fin de semana pasado, que fue frío y lluvioso, y las actuales temperaturas cálidas, la respuesta se encuentra en la alta variabilidad atmosférica propia de agosto. Este mes es cuando justamente aún se combinan pulsos frontales con irrupciones de aire subtropical. Las lluvias del fin de semana lograron aumentar la acumulación de precipitaciones en la zona central, así también como la de nieve en la cordillera. Sin embargo, tras el paso del frente se instaló rápidamente una dorsal en altura, que desplazó el aire frío, estabilizó la atmósfera y permitió el ingreso de un aire más templado desde el norte. Este salto térmico ocurrido en pocos días es característico de la transición estacional, comenta Santibáñez.
Mientras los frentes aportan agua y nieve, los periodos intermedios pueden mostrar temperaturas que se asemejan más a la primavera que al invierno. ¿Y qué ocurre para el resto de la semana? De acuerdo con la proyección meteorológica, los próximos días estarán dominados por condiciones estables en la zona central, con cielos mayormente despejados y temperaturas aún sobre lo normal. El anticiclón en superficie y la dorsal en altura limitarán la llegada de sistemas frontales, por lo que no se observan precipitaciones en el corto plazo sobre la capital. Solo hacia comienzos de septiembre podría darse alguna ventana para nuevas precipitaciones, aunque los modelos meteorológicos muestran que los frentes de lluvias tenderán a debilitarse al llegar al centro del país. En el corto plazo es poco probable que se repitan las lluvias del fin de semana recién pasado, apunta la experta.
Al menos en la franja comprendida entre Coquimbo y el Maule. "Más al sur, en cambio, la probabilidad de precipitaciones sigue siendo mayor, manteniendo la condición típica de un invierno lluvioso en la zona austral". A esto se suma que la posibilidad de un evento La Niña a partir de septiembre reduce aún más las probabilidades de lluvias relevantes en la zona central, reforzando la tendencia a un inicio de primavera más seco de lo normal. Primavera adelantada Estos episodios tienen complejas consecuencias, en algunos casos. La acumulación de horas de frío puede interrumpirse, lo que afecta a plantaciones frutales como el cerezo o el manzano, que requieren un invierno constante para germinar correctamente. Además, las altas temperaturas alteran la disponibilidad de agua en primavera, al derretir sus reservas antes de tiempo. Otro aspecto importante es que en días de calor en invierno aumenta la acumulación de contaminantes en la cuenca de Santiago y otras ciudades.
Septiembre suele estar marcado por una alta variabilidad climática, con días de temperaturas cálidas que recuerdan al verano, y al mismo tiempo con frentes débiles o sistemas de bajas presiones que aún pueden dejar lluvias e incluso nieve en la cordillera. "En años recientes, este mes ha mostrado una clara disminución de los episodios frontales, lo que acentúa la sequía estructural en la zona central", agrega la experta.
Para este año, según añade, los modelos apuntan a que la transición hacia la primavera estará dominada por la persistencia del anticiclón subtropical, lo que favorecerá mañanas frías con heladas en sectores interiores y tardes cálidas. Esto coincide con un patrón de "primavera adelantada", donde la floración de especies vegetales, tanto nativas como cultivadas, puede anticiparse, y con esto aumenta la sensibilidad a eventuales heladas tardías. O.