Tierras raras en Chile
Tierras raras en Chile El Presidente Trump ofreció ayuda financiera a Ucrania en su guerra con Rusia, a cambio del acceso de Estados Unidos a las tierras raras y otros minerales de ese país. Washington ha estado preocupado por el tema de las tierras raras desde hace años, debido a su importancia en las industrias de alta tecnología. Desde el punto de vista ucraniano, en tanto, esta puede ser una forma mantener el apoyo de un voluble mandatario estadounidense.
En esa línea, el Presidente Zelensky ha advertido a Trump que una victoria rusa le daría a Moscú el control sobre esas riquezas ucranianas, y que territorios hoy ocupados por las tropas de Putin disponen de grandes reservas de estos materiales. En esta materia, la gran preocupación de Washington y de todo el mundo desarrollado es la dominancia china.
En efecto, Estados Unidos tiene solo un 11,5% de la producción minera mundial y menos del 3% de las reservas mundiales de tierras raras, mientras China extrae el 69%, y posee el 49% de las reservas. Pero el problema real es que hoy China, sumando a su producción lo que importa del resto del mundo, procesa el 90% de estos minerales. Y es que el mundo desarrollado cedió la industria del procesamiento a Beijing por ser extremadamente contaminante. Ahora que Occidente ha descubierto que esta dependencia lo deja vulnerable, los países han comenzado a planear la instalación de centros de procesamiento independientes de China. Esta, a su vez, y para preservar su monopolio estratégico, ha prohibido, desde diciembre de 2023, la exportación de tecnologías que ha desarrollado para la separación y procesamiento de las tierras raras. No se debe olvidar, eso sí, que esta medida fue una respuesta a la prohibición de exportación de ciertas tecnologías informáticas hacia China. Nuestro país probablemente tenga un importante potencial en materia de tierras raras, un área hasta ahora poco explorada. Un estudio de 2023 señala, por ejemplo, que los relaves mineros chilenos podrían tener concentracionesatractivas de este recurso. Esto, además de áreas del territorio donde también podría ser factible su explotación. Incluso, en Penco, en el Biobío, hay un proyecto minero en proceso de aprobación ambiental. Según sus proponentes, usaría una tecnología novedosa, amigable con el medio ambiente.
El problema es que, tal como ha ocurrido en el pasado con otros proyectos de inversión que contribuirían al crecimiento, ha enfrentado la oposición de grupos organizados, los que parecen operar incluso al interior del Estado.
Al poco tiempo de haber sido ingresado, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) terminó en forma anticipada su tramitación debido a que habría afectación de seis naranjillos, especie vegetal en situación de vulnerabilidad que ha provocado tropiezos en varios proyectos importantes. Tras este rechazo, la empresa presentó un proyecto reformulado, el cual, entre otras medidas de mitigación, distribuiría naranjillos a orga-nizaciones sociales de la zona. Esta nueva versión recibió 600 observaciones desde los distintos organismos con alguna injerencia. El tenor de muchas sugeriría que el objetivo es simplemente detener el proyecto, omitiendo sus ventajas y su limitado impacto ambiental. Así, utilizan argumentos abstractos de supuestas afectaciones, ruidos, vibraciones, efectos sobre la actividad agrícola de subsistencia y otras consecuencias.
Todo, por una operación que ocuparía solo 600 hectáreas en una región de 2,3 millones de hectáreas, extrayendo la arcilla del terreno y concentrando las tierras raras, con lo que daría trabajo a 400 personas en forma directa y a 2.200 en forma indirecta. El desarrollo de este pequeño proyecto, que solo agregaría 1.200 toneladas a las 390 mil de concentrados globales de tierras raras, podría ser más importante de lo que parece. Sería el inicio de una nueva industria minera y, acaso, del procesamiento futuro de estos minerales. Tal vez esta sea la causa de la oposición que despierta entre quienes rechazan la idea misma de crecimiento. Si se permite su desarrollo, podría ser el inicio de una nueva industria minera en Chile..