De manera paralela al fenómeno que estaremos presenciando durante 2025, muy cerca de nuestra fronteras se está desplegando actualmente otra dinámica criminal y que afecta a Perú, pero que se extiende a los territorios amazónicos que comparten Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, en plena selva, la que e
De manera paralela al fenómeno que estaremos presenciando durante 2025, muy cerca de nuestra fronteras se está desplegando actualmente otra dinámica criminal y que afecta a Perú, pero que se extiende a los territorios amazónicos que comparten Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, en plena selva, la que experimenta una situación crítica por la cantidad de negocios implicados: Tala de árboles, minería extractiva ilegal, fundición clandestina de metales y laboratorios criminales dedicados a la cadena productiva que genera la cocaína son algunos de los delitos que tienen lugar en un espacio de esa biodiversidad amenazada a mano armada.
El listado anterior de criminalidad, más la violencia que las bandas están ejerciendo contra las poblaciones indígenas está aumentando en Perú desde 2022 en adelante, y su efecto más significativo ha sido que los grandes narcotraficantes han alterado ese ecosistema humano, cultural y ambiental de esos pueblos.
Aunque no hayan portadas, titulares ni noticias que visibilicen esta tragedia, el mundo debe darse por informado que muchas comunidades indígenas han emprendido un éxodo hacia “alguna parte” con efectos impensados y que debiéramos seguir en este año 2025 porque esos pueblos originarios se convertirán en desplazados por efecto directo del crimen organizado.
A continuación, les entregamos las un apretado resumen de claves que Insigth Crime proyectó para este año, gracias a la indagación de múltiples estudios y bases de datos hecha por Christopher Newton, Juliana Maniarrés y Marina Cavalari, expertos en el área. EL DRAMA INDÍGENAprincipales motores de la violencia en la región latinoamericana, alimentado por la creciente fragmentación de los grupos criminales y también su mutación constante. Históricamente, se han visto aumentos en los homicidios cuando las organizaciones criminales pelean por territorios o porque sufren fraccionamiento interno. En otras palabras, la violencia se intensifica cuando los grupos criminales compiten por el control de recursos, territorios o economías criminales, en tanto los grupos más pequeños recurren a la violencia para establecer su dominio. En Ecuador, que es otro ejemplo, las los enfrentamientos entre bandas de los Choneros y los Lobos se incrementaron cuando las divisiones internas de estos grupos provocaron la aparición de otras facciones. Esa fragmentación desencadenó una verdadera masacre de vidas humanas al interior de una prisión, poniendo de relieve cómo la atomización de imlos grupos criminales pulsa la violencia en el sistema penitenciario. Por su parte, en Colombia, la violencia se extendió a zonas urbanas como Cali, Bogotá, Cúcuta y Barranquilla, donde las bandas luchaban por controlar las economías criminales. En 2025, recopilaremos datos sobre homicidios denunciados a través de un seguimiento diario, solicitudes de libertad de información y fuentes gubernamentales oficiales.
Esta iniciativa nos permitirá identificar los puntos calientes de homicidios en toda América Latina y el Caribe y examinar las conexiones entre la violencia, la fragmentación de los grupos criminales y las operaciones de las economías criminales.
Tendencia 1: HomicidiosINCAUTACIONES DE COCAÍNAEl crimen organizado seguirá, los entonces, siendo uno deEn 2024 llegaron a los con sumidores de todo el mundocantidades récord de cocaína, gracias a la adaptación de redes cada vez más sofisticadas a la presión de las fuerzas del orden. Prevemos que 2025 no será diferente.
Tanto la oferta como la demanda aumentaron en 2024, y países productores y de tránsito como Bolivia, Perú, la República Dominicana y Guyana y mercados consumidores como España registraron incautaciones récord a lo largo del año. A partir de los datos sobre incautaciones de clorhidrato de cocaína y pasta de cocaína, calcularemos el volumen de cocaína que circula por el mundo y a través de qué rutas.
Los datos también nos ayudarán a determinar el papel de determinados puertos en la cadena internacional de la cocaína, a identificar los principales medios de transporte de la droga y a trazar un mapa de las redes cada vez más complejas que operan en todas las fases de esta economía delictiva.
PISTAS DE ATERRIZAJE CLANDESTINASEs probable que aumente la violencia contra las comunidades indígenas de las regiones forestales, ya que los grupos criminales dependen cada vez más de las pistas de aterrizaje clandestinas para transportarcargamentos de droga y apoyar las operaciones mineras ilegales cerca de poblaciones locales. En Perú, por ejemplo, la violencia contra las poblaciones indígenas ha aumentado desde 2022, cuando los narcotraficantes invadieron las comunidades locales. A medida que las bandas se hacían con el control de los territorios, construían pistas de aterrizaje encubiertas para facilitar el traslado de cocaína desde las zonas de producción hasta las principales rutas de tráfico. Sin embargo, en algunas regiones, el número de pistas de aterrizaje ocultas disminuyó. En Centroamérica, las interceptaciones aéreas de cocaína han disminuido significativamente en los últimos tres años, lo que sugiere un cambio en los métodos de tráfico. Al analizar la información procedente de fuentes oficiales, comprenderemos mejor cómo contribuyen los envíos aéreos de droga a impulsar los crímenes ambientales. Nos centraremos en los países que albergan la selva amazónica, como Brasil, Perú y Venezuela, y en regiones remotas de Centroamérica. Además, aprovecharemos el aprendizaje automático de la inteligencia artificial para identificar las zonas de América Latina vulnerables a la proliferación de pistas de aterrizaje clandestinas. Este análisis ayudará a determinar cómo el crimen organizado se aprovecha del tráfico aéreo en cada región, descubriendo los métodos que emplean las bandas e identificando patrones de crímenes medioambientales y la violencia asociada. CRÍMENES DEPREDADORESLos crímenes depredadores, como la extorsión, se basan envictimizar a las comunidades. Con una baja barrera de entrada, es posible que estos delitos sigan creciendo en algunas partes de la región. En Perú, por ejemplo, los casos de extorsión denunciados aumentaron un 370% entre 2021 y 2023.
Si bien la extorsión tiende a ser una métrica fácil de rastrear, a menudo no se denuncia debido a la intimidación, la falta de confianza en las autoridades, y la ausencia de mecanismos de denuncia accesibles. La extorsión ha tendido a estar dominada por grupos más pequeños y menos sofisticados. La mayoría de estos esquemas requieren poca habilidad y no necesitan redes delictivas extensas para funcionar.
Por tanto, un aumento de los casos de extorsión en 2025 podría indicar la atomización del panorama criminal o también podría implicar la aparición de pequeñosnuevos grupos criminales, que eventualmente inicien un ascenso criminal más sofisticado. Una disminución de los casos de extorsión, sin embargo, es más ambigua. Podría reflejar el éxito de medidas gubernamentales contra grupos extorsivos.
Por otra parte, podría indicar que los grupos criminales están dejando la extorsión de lado por otras economías criminales escalables, o que las víctimas optan por no denunciar los incidentes: Determinar cuál de estas hipótesis ocurre requerirá un amplio trabajo de campo que nos permita analizar la dinámica subyacente y sus implicaciones para la evolución del panorama criminal. CRIPTOMONEDASCreemos que las criptomonedas pueden convertirse en una opción de pago cada vez más popular para los grupos criminales, y que los gobiernos continuarán luchando para seguirles el ritmo. Pero a medida que las autoridades mejoren su capacidad para rastrear e incautar activos digitales, esperamos que el crimen organizado sufra importantes trastornos financieros.
En un solo caso durante 2024, las autoridades brasileñas congelaron más de US$1.000 millones en criptomonedas sospechosas de ser utilizadas para blanquear dinero para la organización criminal más poderosa del país, el Primer Comando Capital (PPC). También compararemos las incautaciones de criptomonedas con las de otros activos para estimar cómo las operaciones criminales están cambiando de los activos físicos tradicionales y el papel moneda a la esfera digital.
Dado que las criptomonedas se utilizan cada vez más para facilitar delitos que van desde el tráfico de cocaína a los ataques de ransomware, el seguimiento de las transacciones digitales también puede develar otras operaciones criminales..