Retiro de misión militar
Retiro de misión militar P olémica, por sus implicancias más allá de la provisión de bienes y servicios necesarios para la seguridad ciudadana y la defensa nacional, provoca la decisión del Presidente Boric de retirar a los agregados aéreo y militar ante el gobierno de Israel. La medida, en coordinación con la ministra de Defensa y el ministro de Relaciones Exteriores, profundiza y escala las ya deterioradas relaciones con ese país.
Anteceden al retiro de los titulares de la misión militar la sin precedentes --en la historia diplomática mundial-suspensión de la presentación de credenciales del embajador israelí ante La Moneda, en septiembre de 2022; el llamado a informar sine die y sin reposición del embajador de Chile ante Tel Aviv, desde el 30 de octubre de 2023; la exclusión de empresas de esa nacionalidad de la Fidae 2024; la ausencia del primer mandatario en conmemoraciones religiosas y tradicionales de la comunidad judío-chilena residente; instrucciones que prohíben a funcionarios de misiones diplomáticas nacionales en el exterior concurrir a la celebración del día nacional de Israel, y la falta de inmediata condena presidencial --lo vino a hacer dos días después-ante la masacre del 7 de octubre de 2023, atentados y secuestros cometidos por las milicias terroristas de Hamas.
Aunque no sea justificación para los abusos y extremos a que han llegado las acciones israelíes, no debe omitirse que ha sido Hamas el causante del conflicto, con su masacre del 7 de octubre, sostenidos ataques terroristas y mantención de rehenes. La deposición de sus armas y la entrega de esos rehenes siguen pendientes y son decisivas para el tan esperado cese el fuego. A la vez, se debería tener en cuenta que las relaciones oficiales con Israel afectan aquellas con la comunidad de judíos chilenos, de valioso aporte al país en el pasado, presente y futuro.
También el conflicto bilateral es costoso para la transferencia de recursos para uso civil, principalmente para la seguridad ciudadana, y para la defensa nacional, que requiere de servicios, elementos y sistemas avanzados de comunicación y satelitales, y de contratos de largo plazo de primera calidad para la mantención y aprovisionamiento de misiles, aviones, naves y otros medios militares.
Por condenables que sean las horrendas acciones militares israelíes que han costado la vida a decenas de miles de palestinos, y por graves que resulten las transgresiones a los derechos internacional y humanitario, corresponde a los gobiernos medir los costos de sus reacciones para el interés nacional y tener en consideración la eficacia de sus medidas para el restablecimiento de la paz.
La sucesión de decisiones contra Israel, y particularmente la suspensión de relaciones a nivel de embajador y el retiro de los agregados de defensa acreditados, ciertamente confunden y privan a Chile de instrumentos al servicio del interés nacional y de su política exterior. Ello, además de su muy dudosa utilidad como medio de presión para poner término a las acciones del gobierno israelí y lograr el cese del fuego en Gaza. Por condenables que sean las acciones que han costado la vida a miles de palestinos, un gobierno debe medir la eficacia de sus medidas y sus costos para el interés nacional..