Editorial: Terminal y seguridad
Editorial: Terminal y seguridad A unque se han visto algunas mejoras en las afueras del Terminal de Buses de Puerto Montt, como la modificación de los locales adosados al supermercado que se ubica al frente, persiste un foco evidente de inseguridad en el sector. La presencia de incidentes y la percepción de riesgo continuan siendo un problema para los usuarios y la comunidad. El terminal es la puerta de entrada y salida para centenares de viajeros. Los usuarios merecen seguridad y no deberían presenciar riñas callejeras ni exponerse a delitos, situaciones que ya han ocurrido. La experiencia de un viaje no puede terminar en un escenario de inseguridad o desprotección, como lo que pasa cuando hay peleas entre conductores o bien en el exterior. Es ineludible que cualquier plan de seguridad para el sector debe incluir tanto el interior del terminal, que es responsabilidad de la concesionaria, como su exterior, que le compete a la fuerza pública. Ambos espacios son interdependientes y requieren una coordinación estrecha para su control efectivo y su mejora continua. La mesa de trabajo conformada a instancias del municipio para enfrentar estos problemas tiene que ir más rápido. Acuerdos como la incorporación de más guardias y cámaras de televigilancia deben materializarse con prontitud. Aunque la aprobación de Contraloría es un paso burocrático necesario, la urgencia del problema exige decisiones concretas y una implementación sin demoras. La ciudadanía espera resultados tangibles. En cuanto a la operación misma del terminal, una variable que provoca una obvia inseguridad es que en las noches, muchos pasajeros tengan que descender en la calle cuando el rodoviario ya ha cerrado. Esto se sabe y es inexplicable que continue sucediendo. Se expone a viajeros, a menudo adultos mayores o estudiantes, a la intemperie y a riesgos innecesarios. Un terminal de esta importancia debe garantizar un servicio continuo y seguro para todos sus usuarios, desde la llegada hasta el abandono del recinto. La eficiencia operativa no puede comprometer la seguridad fundamental de quienes utilizan este servicio esencial.
La protección de los usuarios debe ser central en la gestión, y aquello debe ser liderado por el municipio.. El municipio puertomontino tiene que liderar las acciones, y con prontitud, para mejorar la seguridad adentro y afuera. E Editorial