¿Estancamiento de la salmonicultura en Magallanes?
¿ Estancamiento de la salmonicultura en Magallanes? a industria del salmón fue, durante una década, uno de los motores económicos más prometedores de la Región Magallanes. Pero hoy, esa promesa está atravesada por cfras que revelan estancamiento, retrocesos y un entramado de regulaciones inconclusas, conflictos no resueltos y decisiones adhministratvas detenidas.
Según el presidente de la Asociación de Salmonicultoras de Magallanes, Carlos Odebrecht, la producción regional cayó un 44% en los últimos años --de 180 mil toneladas a solo 100 mily se han perdido más de 1.500 empleos directos. Las plantas procesadoras, que antes funcionaban con dos turnos, hoy apenas sostienen uno. La capacidad instalada está ahí, pero el volumen de producción no la acompaña. Este declive no se debe a la falta de inversión ni de condiciones naturales.
Magallanes tiene aguas frias, limpias y alejadas de los problemas sanitarios que enfrentan otras zonas salmoneras del país. ¿Entonces por qué la actividad está detenida? La respuesta no es una, sino muchas: zonificación del borde costero inconclusa, concesiones entrampadas hace más de acho años, espacios martimos para pueblos originarios sin resolución, planes de manejo de áreas protegidas paralizados, y estudios técnicos que, tras milonarias licitaciones, termminaron sin validación institucional El gobernador Jorge Flies ha anunciado avances en la zonificación costera, pero la propia industria acusa una visión limitada del desarrollo regional, que excluye el diálogo técnico y productivo en áreas dende la salmonicultura ya tiene presenca La administración regional canceló un ¡ contrato con Csiro --organismo científico de prestigio internacional tras pagar más de $234 milones, y terminó rehaciendo parte del proceso con personal intemo, sin que a la fecha se haya aprobado nada concreto. Mientras tanto, iniciativas como Piscicultura Leñadura o La Estancia, con inversiones combinadas que superan los US$ 48 milones, siguen bloqueados, no por razones técnicas ni ambientales, sino por vámites detenidos en distintas reparticiones del Estado.
Incluso un proyecto estratágico como un salmoducto --dave para hacer más limpia y eficiente la cadena logísticaestá paralizado por falta de autorización portuaria El resultado es claro: una industria que podría generar más empleo, aportar al desarrollo regional y diversificar la matriz productiva de Magallanes, se encuentra atrapada entre la burocracia, la lentitud política y la falta de visión coordinada entre instituciones públicas. Esto no es una defensa ciega de la salmonicultura, Como toda actividad promonicultura, Como toda actividad productiva, debe estar sujeta a regulaciones estrictas, evaluación ambiental sería y respeto por el entorno y las comunidades. Pero tampoco se puede gobernar desde la inmovilidad. Hoy, Magallanes necesita definir con claridad qué quiere hacer con su borde costero, con sus áreas protegidas, con sus pueblos oriinarios y con su matriz económica. No se trata de elegir entre conservación y desarrollo, sino de asumir el desafío de hacer ambas cosas bien. Mientras tanto, las plantas salmoneras siguen trabajando a media máquina, los inversionistas se impacientan y cientos de familias han sufrido la pérdida de empleos que antes eran fuente de estabilidad. El llamado es claro: ordenar, decidir y actuar, porque el tiempo perdido también se mide en toneladas no producidas, en empleos no recuperados y en oportunidades que quizás no vuelvan..