Cartas: Deporte seguro
Cartas: Deporte seguro Señor Director: El reciente fallecimiento de unasurfista en Cobquecura, golpeada poruna lancha de pescadores mientras practicaba en el mar, es una tragedia quenos obliga a reflexionar. No es un casoaislado. En nuestras costas, montañas y parques, deportistas enfrentan peligros evitables. Lo mismo ocurre con el ciclismo, una dis-ciplina que ha crecido exponencialmenteen los últimos años, tanto por quienes lopractican como para quienes lo utilizancomo medio de transporte.
La falta de seguridad, la imprudencia de algunos conductores y la escasafiscalización nos obligan a restringirsu movilidad y a buscar espacios más controlados, cuando lo ideal sería quela ciudad y la naturaleza fueran lugaresseguros para todos. El problema radica en varios factores. En primer lugar, la falta de regulaciónespecífica para la convivencia entredistintas actividades en espacios naturales y urbanos. En el mar, la navegacióny los deportes acuáticos coexisten sin demarcaciones claras ni fiscalizaciónefectiva. En la ciudad, los ciclistas deben lidiar con calles diseñadas para autos, ciclovías interrumpidas o malseñalizadas y la indiferencia de losconductores. Por otro lado, está la escasez de infraestructura y señalización adecuada. Si bien existen normativas marítimas y de tránsito, su aplicación es deficiente, y muchas veces es el propio deportista quien debe asumir la responsabilidad de su seguridad. Es urgente que el Estado tome cartas en el asunto. La seguridad en el deporte no puede depender solo de la responsabilidad individual o de la buena voluntad de terceros. Se necesita una regulaciónclara, fiscalización real y una cultura deprevención que integre a todos los actores involucrados. Juan Pablo Zavala Crichton Director Educación Física UNAB.