Agua y desarrollo
Señor director: El agua es una de las palancas que mueve la economía. Está detrás del cobre, las frutas, el litio, el hidrógeno verde, la generación y almacenamiento de energía renovable, el turismo y los data center.
Para enfrentar la crisis hídrica que amenaza con reducir en un 50% la disponibilidad de agua en el norte y centro del país hacia 2060, necesitamos desacoplar el crecimiento económico de las fuentes continentales. no hay duda de que el Estado es un agente clave en este desafío, la especial naturaleza de las fuentes no convencionales demanda del sector público un rol distinto que el de la planificación. Las aguas continentales son un recurso natural disponible y almacenable cuya distribución ocurre principalmente por efecto de la gravedad. Las primeras, en cambio, son aguas producidas y transportadas por procesos industriales diseñados para cumplir con determinadas normas de calidad, para lo cual se necesitan inversiones en tecnologías complejas.
Los requerimientos institucionales de ambas fuentes difieren: mientras que con las aguas continentales el Estado debe promover su conservación y asegurar la equidad en el acceso, en las fuentes no convencionales debe generar los incentivos que fomenten la inversión privada, impulsando su desarrollo. El agua que necesitamos para crecer no caerá del cielo, fluirá por la nueva infraestructura hídrica que todos sus beneficiarios tendremos que financiar. Rafael Palacios Asociación Chilena de Desalación y Reúso de Aguas