Un voluntarista "punto de inflexión"
Un voluntarista "punto de inflexión" n su reciente cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric enfatizó que bajo su mandato la economía chilena se ordenó y logró estabilizarse, lo que se traduce en que se entregará una situación económica mejor que la recibida de la administración pasada.
Y volvió sobre un concepto que ya había lanzado previamente el ministro de Hacienda, en cuanto a que "la inflexión en la economía ya se está produciendo". Se trata de una afirmación claramente voluntarista, porque sin perjuicio de que en el plano macroeconómico es evidente que la inflación ha logrado controlarse y que el país no está sumido en una crisis, basta revisar una serie de indicadores para constatar que difícilmente la población ha mejorado su estándar de vida respecto de lo que era a inicios del actual gobierno, por lo que el pretendido punto de inflexión no se observa ni en lo económico ni tampoco en otros planos.
Por de pronto, ha sido en estos últimos años donde la inseguridad ha alcanzado sus máximos niveles -con tasas de homicidios que, si bien han logrado contenerse en el último año, siguen muy por sobre los registros previos a 2022-, y es un hecho que para las familias el costo de la vida ha aumentado en forma significativa -donde una de las señales más evidente de ello es que cada vez resulta más inaccesible la compra de una vivienda-, al tiempo que el desempleo se ha profundizado. En materia de salud, muchos chilenos que se atienden en el sistema público deben seguir soportando abultadas listas de espera.
Según un informe de LyD, si se compara el cierre de 2019 con el cierre de 2024, el número de personas que espera ser atendido en los hospitales del Estado subió 35%, totalizando 2,6 pitales del Estado subió 35%, totalizando 2,6 Pese a que el Mandatario ha tratado de instalar la idea de que en materia económica se produjo un punto de inflexión y que el país en general está mejor, basta revisar una serie de atribuyen la reciente evolución de la bolsa más bien a un fenómeno de rebalanceo de portafolios, resultado de la corrección de un mercado que estuvo excesivamente castigado durante 2024, y por la buena señal que dio la aprobación de la reforma previsional, lo que no necesariamente es reflejo de un ciclo expansivo. Por otra parte, el sector de la construcción continúa sin mostrar señales claras de recuperación. Los permisos de edificación se mantienen un 36% por debajo de los niveles previos a la pandemia, y el empleo en el rubro registra 26 mil puestos menos en comparación con ese mismo periodo.
Y en el mercado laboral en su conjunto, la tasa de desocupación alcanzó 8,8% en el trimestre febrero-abril; habría que retroceder 15 años para encontrar una tasa superior al 8%, cuando coincidió el terremoto de 2010 y los efectos de la crisis financiera en 2009. En el ámbito financiero, las colocaciones comerciales de la banca han caído un 4,5% en los últimos doce meses. Esta caída se enmarca en una prolongada contracción de la cartera comercial, que ya acumula 34 meses consecutivos de retroceso, mientras que los niveles de morosidad continúan por encima de sus promedios históricos. Por su parte, la cartera de créditos hipotecarios, que en 2018 crecía a un ritmo anual cercano al 7%, actualmente no supera el 1% de crecimiento en doce meses.
En materia de venta de viviendas, en 2024 se registró una caída de 13%, el peor registro desde que la Cámara de la Construcción lleva el catastro, confirmando que para muchos se aleja el sueño de la casa propia.
Salvo la reforma previsional, que ofreció un respiro al debilitado mercado de capitales tras los retiros de fondos, la falta de millones de personas, un problema que más indicado res pafa concl uir que prioridad del gobierno hacia el crecimienallá de haber logrado ciertas mejoras en el último tiempo, continúa siendo apremiante.
Al examinar lo que ha ocurrido en la macroeconomía -que fue donde el Mandatario sobre todo resaltó el punto de inflexión-, no cabe duda de que ha habido importantes avances para revertir los desequilibrios que presionaban la inflación.
En ello el Banco Central jugó un desempeño clave, a lo que se suma el aporte del gobierno, que en 2022 respetó el ajuste fiscal heredado de la administración anterior, contribuyendo así a estabilizar el escenario macroeconómico. Son aspectos positivos para el país, pero aun así no se sostiene la afirmación de que la economía ha entrado en el inicio de una nueva etapa, en este caso más próspera.
Para explicar por qué hoy la economía estaría viviendo un punto de inflexión, el ministro de Hacienda citó como ejemplo la evolución de la bolsa chilena durante 2025, cuyo desempeño se ubica entre los mejores a nivel mundial. Además, resaltó el fortalecimiento de la demanda interna, que podría crecer un 2,5% en 2025, siempre que se concreten los planes de inversión.
Sin embargo, en el mercado financiero hay voces que estamos lejos de ello. estamos lejos de ello. to económico explica en parte por qué las reformas microeconómicas necesarias para activar un verdadero punto de inflexión no llegaron a tiempo.
Y si bien el ajuste fiscal de 2022 fue una medida acertada, fue el propio gobierno el que posteriormente erosionó la credibilidad de la meta de balance fiscal -que, paradójicamente, había sido fortalecida legalmente-, cerrando con un tercer año consecutivo de incumplimiento respecto de los compromisos asumidos al momento de presentar los presupuestos anuales.
A la luz de todo lo anterior, el desafío para las autoridades debiera ser hacerse cargo de las carencias que aún se observan en seguridad, salud y otras dimensiones del diario vivir, junto con concretar las reformas estructurales -en particular para agilizar la inversión que permitan sostener un verdadero impulso del crecimiento tendencial y aumentar la creación de empleo.
Solo una vez que se observen cambios importantes de tendencia en los diversos indicadores y los chilenos experimenten mejoras concretas en su calidad de vida, entonces será posible hablar de un punto de inflexión. vida, entonces será posible hablar de un punto de inflexión..