Autor: Nelson Cárcamo Barrera
Sembrando talentos: el desafío educativo de Magallanes en el siglo XXI
Sembrando talentos: el desafío educativo de Magallanes en el siglo XXI Siempre he sentido una profunda admiración por aquellas personas que poseen habilidades excepcionales en disciplinas como las matemáticas, las ciencias o la tecnología.
La facilidad con la que algunos resuelven complejas operaciones mentales o encuentran patrones donde otros solo ven caos, me genera una sana envidia, pero, más aún, una interrogante que hoy cobra vigencia: ¿ cómo podemos transmitir y potenciar esas habilidades en las nuevas generaciones, especialmente en una región como Magallanes? Históricamente, el sistema educativo escolar ha hecho esfuerzos significativos por fortalecer los talentos de niñas y niños, desde los primeros aprendizajes básicos hasta la formación en valores esenciales para la vida en sociedad. Sin embargo, el desafío contemporáneo no es solo transmitir conocimiento, sino adaptarlo y proyectarlo hacia el presente y el futuro, integrando las ciencias, las tecnologías emergentes y la innovación como ejes fundamentales del desarrollo. Sabemos que Chile enfrenta importantes brechas en el área de formación en ciencias y tecnología.
Según el informe “El estado de la ciencia” de la Unesco (2021), apenas el 0,38% del PIB nacional se invierte en investigación y desarrollo (I+D), muy por debajo del promedio de la OCDE, que supera el 2%. Esto tiene efectos directos en el ecosistema educativo: pocos recursos, escasas oportunidades y una alta concentración en zonas centrales del país. En este contexto, Magallanes tiene el desafío y la oportunidad de construir un modelo propio, adaptado a su realidad territorial, climática y cultural. Y ya existen ejemplos alentadores. Programas como Explora Magallanes, impulsado por la Universidad de Magallanes y el Ministerio de Ciencia, acercan la ciencia a las escuelas a través de actividades didácticas, ferias científicas y proyectos de investigación escolar. Su enfoque ha logrado despertar en muchos niños y jóvenes una curiosidad genuina por el mundo natural, abriendo puertas que de otro modo permanecerían cerradas. Otra iniciativa destacada es la de Nobeles Australes, organización que desde hace casi diez años impulsa el talento científico juvenil a través de mentorías y apoyo a proyectos escolares. Recientemente, han trabajado en el diseño de un prototipo de embarcación impulsada por hidrógeno verde, un logro que posiciona a Magallanes como un actor emergente en las tecnologías del futuro. Estos esfuerzos, aunque valiosos, deben complementarse con una estrategia más amplia y sostenida. La educación escolar debe evolucionar para integrar sistemáticamente la innovación y la investigación desde los primeros niveles. No basta con enseñar ciencias como un cúmulo de datos; se trata de desarrollar habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad. Para lograrlo, se requiere una fuerte vinculación entre escuelas, universidades, centros de investigación y el sector productivo. Solo así se puede garantizar que el conocimiento generado tenga un impacto real en el desarrollo regional.
En particular, Magallanes tiene la ventaja de ser un laboratorio natural único, con temas como la energía renovable, la Antártica, la biodiversidad marina y los cambios climáticos globales, que podrían inspirar proyectos de alto impacto científico y social. La Unesco también advierte que las regiones que invierten tempranamente en formación científica e innovación logran mayores niveles de bienestar y crecimiento sostenible. Esto no es solo una aspiración académica: es una necesidad estratégica para Magallanes, una región que debe preparar su capital humano para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
En definitiva, si somos capaces de adaptar nuestras aulas a las nuevas necesidades del mundo, de integrar ciencia, tecnología e innovación como ejes del aprendizaje, y de acompañar a nuestros jóvenes en el desarrollo de sus talentos, estaremos sembrando las semillas de una región más próspera, justa y resiliente..