Francisco, el medioambiente y el cambio climático
Francisco, el medioambiente y el cambio climático FRANCISCO 2013-2025 Más que ser un papa «verde» como coloquialmente se lo ha ideni4ficado, Francisco se caracteri zó por su esfuerzo por integrar en una única dimensión la situación crítica que experimentan hoy tanto nuestros ecosis temas naturales como la sociedad. Cristóbal Enilfork D. S.J.
Una de las principales cuestiones por las que el papa Francisco será recordado en el futuro es por haber publicado publicado la encíclica Laud ato Si sobre el Cuidado de la Casa Común (2015). Es primera vez en la historia de la Iglesia que se edita un documento de tan alta jerarquía magisterial sobre la crisis socioecológica que experimenta el planeta. Sin embargo, es necesario afirmar que esta «novedad» en ningún caso es una ruptura con el pensamiento de sus antecesores. antecesores. Tampoco se puede asegurar que Francisco haya sido el primero en destacare! daño que se está haciendo a los ecosistemas planetarios.
Dicha preocupación se ha formulado desde hace décadas (y data de varios pontífices atrás: por ejemplo, Pablo vi en OctoQesima adveniens, Juan Pablo u en Redemptor hominisy Benedicto xvi en Caritas in Veritate). Lo distintivo, sin embargo, es la preeminencia con que Francisco pone de relieve la crisis climática planetaria ene! pensamiento social de la Iglesia y la fuerza con que la interrelaciona con el tradicional foco que ha tenido su magisterio social por los seres humanos que viven en situación de injusticia, pobreza ylo exclusión social. No hay que caer en el extremo de señalar que su ((pensamiento medioambiental» es un simple continuismo continuismo respecto de la reflexión del magisterio en relación con el planeta: Francisco sí marca un hito.
Así como señala Jaime Tatay, quien es experto en la dimensión medioambiental medioambiental del magisterio católico, Laudato Si es un punto de inflexión: integrando fuentes científicas, bíblicas, sociales y teológicas, Francisco ofrece una visión holística sobre la interrelación entre el ser humanoy el medioambiente. Esta es la base de su «ecología integral», concepto que Francisco incorpora sistemáticamente a la reflexión magisterial.
Puentes con otros credos Más en detalle, merece especial atención el valor que Francisco otorga al medioambiente por sí mismo, más allá de cualquier lógica utilitaria o estructurada en función función del beneficio que este puede ofrecer al ser humano. Esto lo hace sin alterar la primacía del ser humano en el orden de la Creación como equívocamente se pudiera pensar. Esto está meridianamente claro en sus diversos escritos. En ese sentido, sus palabras no distorsionan el antropocentrismo propio de la doctrina cristiana. Su maestría está en resituar esa primacía de un modo tal que permite un tipo de relación que excede la verticalidad de un tradicional orden jerárquico. Su recurrente afirmación afirmación de que todo está relacionado se puede entender dentro de esta perspectiva, así como también el rol de mayordomía que el ser humano está invitado a cumplir en este vínculo. Más que un bio o un antropocentrismo, * PhD(c) en Antropología Sociocultural Universidad de California-Davis. Máster en Estudios de la Religión, por la Universidad de Oxford, yen Sociología por la P. Universidad Católica de Chile.
Licenciado en Comunicación Socialy Bachiller en Teología rucy Bachiller en Filosofía IJAR. 1 Tatay,J. 2024. ,The Evolution of Catholic Ecological Hermeneutics*. Theological Siudies 85(3), 379399.. Francisco, el medioambiente y el cambio climático Francisco reposiciona dichahasta cierto sentidofalsa dicotomía, a través de una integración (el todo es superior a la parte, podríamos apuntar), que es fiel a los principios que proclamó en Evangelii Gaudium (2013). En este sentido, el ((antropocentrismo situado» al que hace alusión en la posterior exhortación apostólica Laudate Deum (2023) es coherente con su línea de pensamiento, e impulsa nuevos caminos de reflexión que interconectan con reflexiones en otras áreas del saber, como la antropología e incluso los estudios en ciencia y tecnología, que profundizan en la dimensión situada de todo conocimiento humano.
Por otra parte, la preocupación explícita que Francisco Francisco ha otorgado al medioambiente le ha permitido ubicar a la Iglesia católica en la misma vereda de comunidades que no necesariamente comulgan con el pensamiento eclesial católico. Ello también ha posibilitado la construcción de puentes con otros credos, construyendo coaliciones que, unidas, han amplificado suvoz en el concierto internacional.
En este sentido, resulta muy fecundo el análisis que puede hacerse respecto de la inspiración que el pensamiento magisterial de los últimos papas sobre la naturaleza y la crisis ecológica recibió de la teología ortodoxa, y en particular particular del patriarca Bartolomeo2. Este ímpetu ecuménico e interreligioso se muestra también en la inauguración del primer ((pabellón de la fe» en la C0P28 de Dubai, del que Francisco fue un gran impulsor.
Al mismo tiempo, la relevancia de esta temática ha brindado oportunidades concretas para que la Iglesia católica pueda oxigenar su mensaje a los jóvenes por medio de contenidos que los interpelan y motivan en sus proyectos de vida.
Además de la construcción de estos puentes con la cultura secular, juvenil y con otros credos, el sello medioambiental de Francisco ha posibilitado el diálogo con perspectivas de mundo (y, yendo más allá, ontologías) que son derechamente distintas a la de la civilización cristiano-occidental y el paradigma moderno-racional.
El respeto y apertura con que trata el modo de relación que los diversos pueblos indígenas tienen con la Tierra es fiel muestra de ello, lo que permite trabajartanto desde la teología católica como desde las diversas ontologías indígenas modos de diálogo y acercamiento de mutuo aprendizaje.
Su forma de considerar la Tierra como un ser sufriente (Ls2), permite también establecer diálogos con aquellos que, dentro de las ciencias de la Tierra, investigan las dinámicas planetarias como un tipo de organización con mecanismos de (des)regulación sistémicos. Inspiraciones medioambientales Si escrutamos los orígenes de la preocupación medioambiental medioambiental de Francisco, descubriremos que él mismo declaró que su acercamiento hacia el medioambiente es algo relativamente nuevo en su vida.
Lo ((descubrió» a partir de la constatación de lo que está sucediendo al planeta y su correlato con el sufrimiento de las poblaciones más vulnerables, quienes son por lejos las más duramente afectadas afectadas por el calentamiento global. En este sentido, la crisis climática es una ((ventana» que nos permite asomarnos a un rasgo distintivo de su modo de pensar y actuar: la atenta mirada a los signos de los tiempos.
Así como lo hizo en Lampedusa, poniendo el foco de la atención mundial en la escandalosa crisis humanitaria que se sigue dando en el Mediterráneo, luego lo hizo con la crisis climática y sus sucesivas intervenciones en foros internacionales para clamar por mayor acción gubernamental.
La publicación de la exhortación apostólica Laudate Deum (2023) dirigida a todas las personas de buena voluntad menos de dos meses antes de la C0P28 en Dubai es una muestra palmaria de su interés por ser un actor relevante en estas arenas.
El rol otorgado a los signos de los tiempos resuena resuena de manera particular en Latinoamérica, continente especialmente fecundo en el desarrollo de una teología profundamente arraigada en la experiencia de su población más vulnerable socioeconómicamente. El teólogo Daniel P.
Castill&, de hecho, muestra cómo el pensamiento ecológico de Francisco permite actualizar las coordenadas teológicas propias de la teología de la liberación por medio de una comprensión de la ecología integral como un concepto que busca la liberación integral del ser humano a través de la conversión en clave socioambiental, tanto hacia la naturaleza como al pobre que sufre. Sería injusto concentrar la faceta «medioambiental» «medioambiental» de Francisco en sus participaciones ante organismos internacionales o macroestructurales. Su mirada apunta, por sobretodo, a un objetivo más profundo: una conversión que arranque desde los corazones de cada persona.
Es en esa dimensión en la que el ser humano debe probar dónde está su tesoro (Mt 6,21), preguntándose si realmente le preocupa preocupa el cuidado de la Casa Común, tanto para su propio presente como para las futuras generaciones.
El poner como ejemplo el modo de vida de Francisco de Asís, y su constante referencia a la forma como Dios y Jesús tratan a la Creación, alumbra su convicción de que es en el plano de las acciones concretas y personales donde está la clave para una metanoia, una transformación que dé a luz una nueva forma de relacionarnos con el mundo.. Francisco, el medioambiente y el cambio climático Así como en otros ámbitos de su pensamiento, Francisco no es tan pródigo en definir conceptos, aclarar debates o zanjar problemáticas; más bien, su estilo se ha caracterizado por abrir discusiones, insinuar caminos y dar mucho espacio al discernimiento personaly comunitario comunitario (en esa línea, también, se entiende su énfasis en la sinodalidad). Esto puede generar efectos no deseados, como confusión, falta de claridad o de precisión. Sin embargo, al mismo tiempo, las que se han acusado como imprecisiones imprecisiones o vaguedades también pueden vislumbrarse como un terreno fértil para estimular mayor reflexióny diálogo científico, social, teológico, etc.
Crítica al paradigma tecnocrático No se puede culminar una reflexión sobre el pensamiento medioambiental de Francisco sin referir al modelo al que el papa endilgó la principal responsabilidad en el estado actual del planeta: el paradigma tecnocrático.
Provisto de una racionalidad instrumental, cortoplacistay que no toma en cuenta los daños colaterales de sus operaciones, el imperio de la técnica que Francisco denuncia sería el responsable del actual estado de expoliación que vive el planeta. Una lógica extractivista, avasallanteyque desplaza al ser humano del centro, para privilegiar el capitaly una comprensión antropológica que dista de la que la Iglesia reconoce como la principal vocación de la humanidad. Francisco aquí insinúa su propia historia e inspiración teológica en la teología delpueblo. Esta busca precisamente relevar modos de vida, formas de acción y una estructura 2 Giirfiil, E 2025. «Aooctrinaland Prscticalcontinuity: Pope Bcnedictxvr and Pope Francis on the Ecological Crisis». Religions s6 (206). 3 Castillo, 0.2019. Am Ecslsgical T! leslsgy sfLibenstisn: Sslsstisn sed Psliticsl Ecslsgy. Mseyknoll, New York: orbis Bsoks. Desafíos cristiano-ambientales De no tomarse medidas drásticas para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, el futuro que le espera al planeta en los próximos siglos no es auspicioso.
Ello supondrá una Iglesia que continúe el marcado compromiso de Francisco con las poblaciones más vulnerables, particularmente en aquellos ecosistemas ecosistemas que serán más temprana y gravemente castigados por este nuevo régimen climático (provocando consigo migraciones multitudinarias). Desde el punto de vista del pensamiento ambiental, la integración entre «naturaleza» «naturaleza» y ((humanidad)) proporciona una sólida base para desplegar con más fuerza la dedicación de la Iglesia por los ecosistemas planetarios, tanto a nivel de acciones como de reflexiones teológicas. Sin embargo, el reto capital del pensamiento de Francisco radicará en lograr el poder para continuar promoviendo promoviendo la conversión socioecológica a la que individualmente individualmente nos llama. Posibles avances de la geoingeniería no apuntan a cambiar el modo de vida del ser humano, sino que a solucionar los desastres ambientales que ese modo de vida provocó. El ser humano, entonces, podría evitar o evadir claramente este proceso que, obligadamente, requiere requiere urgentemente renuncias y una vida de mucha más austeridad entre aquellos que contribuyen mayormente a la crisis planetaria actual. Apertura del Sínodo de la Amazonia (octubre, 2018), que fue expresión de la preocupación de Francisco por la valoración de la naturaleza. de pensamiento que excede los límites establecidos por el pensamiento moderno.
Algunos pueden acusar de exagerada exagerada la crítica realizada al paradigma tecnocrático, pero Francisco no parece titubear en su convicción de que esta forma de habitar el mundo es la causante de la tragedia planetaria a la que parece avanzar la sociedad..