Nora Weisser, emprendedora, a los 92 años: “Me doy ánimo yo misma, nO espero a que me lo den”
Nora Weisser, emprendedora, a los 92 años: “Me doy ánimo yo misma, nO espero a que me lo den” o siempre fui una persona muy inquieta, desde chica. Era como la niñita intrusa, que todo lo quería ver y todo lo quería hacer”, dice Nora Weisser Felmer con una sonrisa, a través de una videollamada. videollamada. Esta tarde va vestida con una blusa azul, chaleco verde y labios magenta. Su pelo está cuidadosamente peinado.
“Siempre me metía a la cocina cuando mis tías cocinaban, quería ver cómo preparaban todas las cosas dulces y ricas que hacían los alemanes los domingos, como las galletas o los berlines”, relata hoy a sus 92 años. Esa inquietud marcó el inicio de lo que más tarde se convertiría en un cariño por la repostería, repostería, alimentada por las recetas tradicionales alemanas que heredó de su familia.
Lo que empezó como una curiosidad infantil infantil se transformó y a fines de los años 70 se convirtió en la chocolatería Norweisser, emblemática emblemática de Punta Arenas, la cual abrió en la calle Carrera 633 y sigue en pie en esa misma misma dirección.
Hija de colonos alemanes que llegaron a Chile en barco, nacida en Puerto Varas y madre madre de cuatro hijos, creó y fundó fundó este negocio familiar con más de 50 años de historia en el extremo sur del país, y que suma además tres décadas en Temuco. Su trayectoria la hizo merecedora merecedora del apodo “la dama de los chocolates”, como la bautizó bautizó el medio El Magallánico, en relación con el rol que ha ejercido ejercido al frente de su empresa.
Un largo camino que la llevó a ser nombrada en 2024 como una de los 100 Líderes Mayores, Mayores, reconocimiento que otorga la Fundación Conecta Mayor, la UC y “El Mercurio”. Una mcta En 1953, Nora Weisser llegó a vivir a Punta Arenas, donde conoció a su futuro marido, Manuel Antonio Castro. Al tiempo se fueron a vivir a un campo, camino a Puerto Natales. “Pero en el campo hacía mucho frío, los inviernos inviernos eran muy crueles. En un momento ya teníamos tres niños que tenían que ir a la escuela, escuela, así que nos instalamos de nuevo en Punta Arenas.
Yo siempre estaba inquieta, quería trabajar, hacer algo, porque quería que mis hijos pudieran ir a la universidad”. Cómo surgió la idea de convertirse en emprendedora del mundo del chocolate? “Fue durante una once muy mágica. Vino una vecina a tomar tecito conmigo y estaban llegando mis cuatro niños del colegio. Yo sabía sabía hacer dulces y también me gustaba el tejido. tejido.
Recuerdo que directamente les pregunté a los niños: Qué quisieran ustedes que yo vendiera? ¿ Chocolates o tejidos?. Y todos se decidieron por los chocolates”. Nora cuenta que empezó a hacer unos pocos pocos en casa, ylos niños los llevaban al colegio. “Los compañeros querían más, después los papás encargaban, y así fue creciendo. Primero Primero hacía bolsitas de 50 gramos, después me pedían kilos. Lo hacía por encargo, sin publicidad, publicidad, todo de boca en boca. Hasta que mi marido marido vio que yo estaba muy metida en el tema y me dijo que teníamos que poner máquinas. Compramos algunas y así empezó todo”. En 1972 instaló su primera fábrica y tienda en la calle Carrera, a ocho cuadras del centro de Punta Arenas. La bautizó como “Chocolates “Chocolates Regionales” y, más tarde debido a una disputa legal, adoptó definitivamente el nombre Norweisser, una mezcla de su nombre nombre y apellido.
“Mucha gente me decía:, Tú crees que la gente va a ir hasta allá a comprarte estos chocolates? chocolates? Si esto es puerto libre, hay chocolates de todas partes del mundo, ¿cómo vas a competir?. competir?. Y yo les decía: Pero si yo no quiero competir con nadie. Yo lo que quiero es que mis hijos puedan ir a la universidad. Felizmente Felizmente se logró”. La demanda comenzó a crecer, y los chocolates chocolates ganaban fama. Cómo fue ser una mujer empresaria y mamá en ese entonces? “Era la única empresaria de las mamás. El otro día revisando cosas encontré un documento documento que decía Artesana número 19. Se consideraba que lo que yo hacía era artesanía. Pero siempre fue bien valorado, porque la gente de Magallanes, aunque tenía todos los chocolates del mundo, prefería ir a la calle Carrera Carrera a comprar los nuestros. El conocimiento para innovar yo lo sacaba de mi cabeza nomás: pensaba, pensaba mucho. Había noches en las que no dormía, pensando con qué podía combinar las nueces o el chocolate”. 1,. . , /, 1 ______ En esta foto a sus 20 años. Poco después contrajo matrimonio. Su marido falleció en 2014. Cuál cree que fue la clave de su éxito? “Lo que más prevaleció siempre fue la calidad. calidad. Siempre vi a mis tías que les gustaba lo que era bueno y de calidad para cocinar. Muchas Muchas señoras en el mercado me decían: Por qué compra las nueces más caras?. Porque me gustaba la calidad, y se los explicaba. Yo creo que la gente percibió eso”. Con el tiempo, su hijo Marcelo se quedó a cargo de la fábrica en Punta Arenas. Y en 1994 Nora decidió unirse en sociedad con su hija Verónica para abrir una sucursal en Temuco, ciudad donde vive actualmente y desde donde donde supervisa detalles del negocio. Cómo son sus días ahora? “Yo sigo activa. Soy una fanática de la jardinería, jardinería, de plantar, poner mis manos en la tierra. tierra. Eso me fascina, ver cómo crecen las plantitas. Creo que es muy importante levantarse, no quedarse en cama. Cuando tengo flojera o ando sin ánimo, digo: A mí la flojera no me la gana. Me gusta salir, no me quedo atrás con mi familia, sino que salgo con los nietos y bisnietos. bisnietos. Siempre estoy incluida. Yo no me siento siento vieja, porque participo en todo”. A sus 92 años es tajante al hablar de la vejez inactiva. No le gusta y así lo expresa.
Dice que le incomoda ver a personas mayores “que se abandonan, que dejan de moverse o de interesarse interesarse por las cosas”. Fundadora (le la emblemática chocolatería Xorweisser (le Punta Arenas Nora Weisser, emprendedora, a los 9 años: “Me doy ánimo yo misma, no espero a que me lo den” Quería que sus hijos 1 pudieran ir a la I1_ FflTfl, universidad y terminó fundando una empresa con 50 años de historia. Hoy se dedica a supervisar el negocio y defiende una vejez activa.
Pero también reconoce que los años traen cambios que hay que aceptar: “Les digo a las personas que tengan paciencia, que no se asusten si me demoro, porque ahora todo es más lento, incluso vestirme”. ,Januiia Iarca. io loo LM líderes Mayores RECONOCIMIENTO ANUAL A PERSONAS 75+ QUE IMPACTAN EN LA SOCIEDAD. Nora Weisser, emprendedora, a los 92 años: “Me doy ánimo yo misma, nO espero a que me lo den” Con lucidez y claridad, comenta: “Vivo lo más activa que pueda. Lo que pasa es que la gente se va quedando. Entonces dicen: Mejor me quedo en cama. Pero no es asL Yo misma me digo levántese, levántese. Yo me doy ánimo ánimo yo misma, no espero a que me lo den. Y me levanto. Ahí el problema es que me he dado dado unos buenos porrazos, porque a veces uno no entiende que no puede andar rápido. Mi cabeza piensa a un ritmo y el cuerpo no responde responde igual. Sobre eso, yo creo que la vejez hay que tomarla como es, aunque cueste aceptar muchas cosas. Por ejemplo, yo recuerdo recuerdo que siempre me quejaba de que mi marido, que era más viejo, se demoraba en el baño. Ahora estoy yo en ese lugar y lo entiendo. entiendo. Les digo a las personas que tengan paciencia, paciencia, que no se asusten si me demoro, porque ahora todo es más lento, incluso vestirme. Uno tiene que aceptar. Sin embargo, muchos ancianos en este país no tienen la suerte ni el apoyo que tengo yo”. Cómo cree que es envejecer en Chile? “Muchos ancianos necesitan ayuda en Chile. Chile. A muchos los dejan en un hogar y se olvidan olvidan de ellos. Yo les digo a mis amigas: Pídete una hora en un hogar y anda a ayudar. Muchos Muchos mayores necesitan aunque sea conversar, conversar, que les den de comer”. Hoy, Weisser participa en una residencia de personas mayores, donde impulsó una celebración celebración mensual de cumpleaños colectivos. “Un día pregunté por qué un señor estaba tan triste. Me dijeron que su hijo no lo había ido a ver para su cumpleaños.
Entonces le propuse a la hermana hacer una fiesta al mes En el mestrador de la fábrica y tienda Norweisser de Temuco, donde se instalá junto a su hija en 1994. para todos los que estén de cumpleaños. Que ese día coman lo que quieran: empanadas, pollo pollo con papas fritas, lo que pidan.
Hasta el día de hoy se celebra así”. Para ella, asegura, ayudar ayudar a otros adultos mayores ha sido una forma de darle un propósito a su vida en esta etapa menos productiva, desde el punto de vista del trabajo, y una manera de retribuir lo bueno que la vida le ha dado. “Creo que eso falta hoy día, mirar un poquito poquito para el lado. Uno entra a un ascensor y ni siquiera te dan las buenas tardes. Hoy todo es el individualismo. Yo he tenido la suerte de tener una familia que me acompaña, hijos que me preguntan qué necesito. Pero hay muchos adultos mayores que están solos”. iQué valores la han acompañado durante durante su vida y la siguen guiando? “La honestidad, la honradez, la dignidad, la humildad y el respeto. El respeto es algo que también falta hoy día.
Me da mucha pena ver lo que les sucede a los profesores hoy en Chile, Chile, que por la violencia tienen que estar asustados asustados al llegar a su trabajo”. Usted comenzó su empresa casi a los 40 años. ¿Qué les diría a quienes creen que a esa edad ya es tarde para empezar? “Que creo que la gente está muy metida con el celular. La gente pasa demasiado tiempo tiempo entretenida, pero no se activan a hacer algo, algo, cuando hay tantas cosas por hacer. Todavía Todavía se pueden aprender cosas nuevas. A veces me meto al computador y descubro cosas maravillosas. maravillosas. Pero es cuestión de ponerse, de tener tener el ánimo y las ganas. No hay que quedarse, hay que luchar”..