Profesores Pedro Marchant Villanueva y Víctor León Vargas y su importancia por preservar el patrimonio cultural
Profesores Pedro Marchant Villanueva y Víctor León Vargas y su importancia por preservar el patrimonio cultural Ya estamos en junio, pero quiero recordar que, en cl último fin sible usar el concepto de “celebración” para el Día de los Patrimonios, especialmente si es a nivel regional.
Nadie niega clesfuerzo y dedicación para mostrar un mundo cada vez más lejano, cada vez más perdido en un pasado cada vez más remoto y que solo emerge desde las más entrañas profundas temporales, cuando solo ser conmemorado ha de una vez año. Quizá al dos. Y en algunos casos, nunca trabajo Este de rescate de la identidad cultural, muchas veces se logra porque hay una institucionalidad que respalda la acción de quienes pro= mueven estas iniciativas.
Sin embargo, en otros cay quizás son muchos sos más de lo que uno podría esa institucioimaginar», nalidad casi no existe, y lo que alguna vez se llegó a mostrar a la comunidad, era por el empuje de algún funcionario de alma quijotesca, que se la jugaba por rescatar y promover algo que tiende a desaparecer a ocultarse detrás de la y desidia de ciertas autoriDe dades. este modo, ante la ausencia de quienes encabezaban el liderazgo para compartir el de patrimonio una detercultural organización minada, se evidenció la fragilidad subyacía que ante algo que parecía tener raíces.
Es así como en in Fernando, dos San tituciones emblemáticas por su extensa trayectoria de formación de miles de estudiantes a lo largo del tiempo, cerraron sus puertas ante la supuesta “veIebración” del Día de los Patrimonios. En sentido, ese nada que celebrar porque no se puede visitar ni recorrer como antes.
Porque tanto el Liceo Neandro Schilling como el Liceo Industrial, enmudecieron y se encerraron en sí mismos, ante una festividad que ya es difícil de creer cuando es promovida por autoridades políticas que fomentaron -o guardaron silencio-, ante la destrucción del patrimonio cultural durante el tiempo del “estallido social”. No obstante, para el caso de los liceos menla falta cionados, fue más de voluntad de las autoridades respectivas lo que impidió que fueran visitados. Además, la jubilación de funcionarios de larga a trayectoria contribuyó se desdibujara esta que ya que esta cultural”, carecen de una participación oficial en la toma de decisiones.
Específicamente, lo anteriormente deses a erito, el caso de dos profesores ya eméritos de la Comarca de Ensueño: Pedro Marchant Villanuey Víctor León Vargas va El primero es al Liceo Neandro Shilling como el segundo es al Liceo Industrial.
Ambos comparten un amor incondicional a la que la institución a llegaron a entregar gran parte de su vida laboral (y más allá de esta misma) Ambos han escrito libros, columnas en los diarios y revistas, y han colaborado en la realización de documentales culturales.
Tanto el uno como el otro, protegicron y enriquecieron de Por Patricio Balocchi Iturra las más diversas formas al Ammuseo Nircunlauta. bos han formado organizaciones comunitarias sin fines de lucro para presery compartir el patrivar Además, monio cultural. han realizado visitas en terreno de zonas arqueola Región de lógicas de y han divulO'Higgins gado observaciones sus (con la ayuda de la insigne arqueóloga Blanquita Tagle y ya fallecido del ingeniero civil Hans Niemeyer). En síntesis, ambos son como dos torres de un tablero de ajedrez que han luchado por cuidar el patrimonio, pero carecen de un monarca cultural que los apoye. piezas han caído al abismo del olvido, ¿Qué Y ya muchas el próximo año? ¿ Habrá una reacción de las autoridades? ¿ Las puertas conti nuarán cerradas? ¿ El únieo patrimonio que existe al final son sólo los recuerdos? ¿ O la tecnología a nivel digital continuará embriagando a la sociedad de un mundo irreal, al punto que la mística del pasado no sea más que una nube que se disuelve en el cielo? pasará de semana de mayo, se celebró -con bastante pu= blicidad de los medios», el Día de los Patrimonios, el cual para muchos se ha transformado en una verdadera fiesta cultural.
De esta manera, muchos edificios emble suelen para ser máticos que desconocidos una gran mayoría de la comunidad, abren sus puertas para ser visitados y recorridos bajo la guía de ale guien instruido en cl tema -y en el mejor de los casos-, por una persona que trabajó y/o vivió gran parte de su vida en aquel lugar.
En algunas ocasiones, para realizar un viaje al pasado lo más real posible (y que la visita no radique sólo en recibir un mareo teórico de la historia del edificio), algunos monumentos cuentan con actores que se han disfrazado a la usanza de la época, en especial cuando dicha institución se encontraba en su pleno apogeo. No obstante, cabe preguntarse si es po=.