Autor: Alejandra Mustakis
“Audaces” destaca a cinco proyectos que buscan llevar innovación a aulas del país
“Audaces” destaca a cinco proyectos que buscan llevar innovación a aulas del país La reconocida emprendedoraAlejandra Mustakis conduce Audaces, disponible en el canal de YouTube de Fundación Mustakis y la sección Pódcasts de la plataforma digital de “El Mercurio”. S I K A T S U M N Ó I C A D N U FLa Fundación Volando en V es un ejemplo de cómo los liderazgos estudiantiles pueden convertirse en agentes de cambio dentro de las comunidades escolares.
Creada para prevenir el bullying y la violencia escolar, esta organización busca que todos los integrantes de la comunidad educativa no solo se sientan parte del grupo, sino también responsables del bienestar colectivo y comprometidos con una convivencia saludable. “Creemos profundamente en la capacidad de transformación que tienen los estudiantes en sus comunidades”, destaca Bernardita Peñafiel, psicóloga y directora ejecutiva.
La historia de Volando en V comenzó con Andrea Henríquez, quien, tras enfrentar una experiencia de bullying durante su infancia en el extranjero, identificó un problema más profundo: aunque los protocolos del colegio detuvieron el maltrato, la exclusión social continuó. Sin embargo, cuando los estudiantes mayores intervinieron, Andrea pudo integrarse nuevamente, hacer amigos y sentirse parte de la comunidad. Esta experiencia marcó un punto de inflexión que la llevó a diseñar un modelo de intervención basado en los propios estudiantes, quienes demostraron ser clave para reconstruir la convivencia. De regreso en Chile y con solo 18 años, Andrea ya había implementado este modelo en 12 colegios. No obstante, comprendió que era necesario articular y estructurar el proyecto. Fue entonces cuando acudió a Bernardita Peñafiel para proponerle formalizar la fundación. “Me conmovió profundamente su historia de superación y que me llamara una adolescente convencida de que podía transformar el mundo”, recuerda Peñafiel sobre esa primera conversación. En sus ocho años de existencia, Volando en V ha perfeccionado un modelo de trabajo basado en la corresponsabilidad. “La convivencia no se enseña, se vive”, explica Peñafiel, subrayando que el enfoque no se limita a establecer normativas, sino a empoderar a los estudiantes para que asuman roles activos en sus comunidades. En esta línea, añade: “Convivir se aprendeBernardita Peñafiel es la invitada al sexto y último episodio de Audaces. conviviendo, y eso no es tan obvio. Muchas veces creemos que para mejorar la convivencia necesitamos rigidizar, poner normas, rayar la cancha, poner límites, lo que no es falso.
Pero, si no damos la oportunidad de convivir y los espacios escolares son solo cada vez más académicos, y no tienen que ver con el ciudadano, con habitar este mundo, ser comunidad, es muy difícil convivir”. La fundación trabaja con estudiantes de quinto básico a cuarto medio, entregando un modelo de gestión de la convivencia a las directivas de curso y otros liderazgos ya existentes en los colegios. Los estudiantes responsables asumen un rol clave, desarrollando herramientas de liderazgo, resolución de conflictos, inclusión y fortalecimiento de la identidad grupal. De esta manera, “el que va trabajando el cómo convivir no es el profesor, sino que son sus pares”, explica Peñafiel. Este enfoque permite que los estudiantes sean protagonistas en la transformación de sus comunidades, fomentando un cambio cultural profundo. “Trabajamos la prevención de la violencia escolar, poniendo al centro alos estudiantes, a los liderazgos estudiantiles, pero corresponsabilizando a todos los actores en su responsabilidad respecto a cómo convivimos”, explica la directora ejecutiva. Actualmente, Volando en V trabaja con 25 colegios ubicados en las regiones Metropolitana, Los Lagos, Maule y Magallanes. Desde 2019, la fundación implementa un instrumento de evaluación para medir el clima y la convivencia escolar en los establecimientos intervenidos.
Los resultados evidencian una reducción en los índices de victimización y una mejora en las relaciones entre pares, destacando un incremento significativo en la participación en iniciativas de convivencia escolar, que es la dimensión con mayor crecimiento. Reflexionando sobre el futuro de la fundación, Bernardita destaca la importancia de tener un propósito claro y generar alianzas estratégicas: “Hoy vivimos en la era de la colaboración.
La posibilidad de transformar sólo ocurre cuando uno colabora y ese efecto colectivo de trabajar juntos por un propósito permite realmente transformar las comunidades”. “Todos somos artistas”. De eso se convencen los estudiantes que participan en NubeLab, una iniciativa que utiliza el arte como herramienta para transformar la educación, acercando los procesos creativos a la comunidad. Paula de Solminihac, directora ejecutiva de NubeLab, explica el arte como una necesidad humana esencial.
“Cuando nos preguntan por qué el arte en la educación o por qué el arte en la vida, pareciera que el arte siempre ha estado como una necesidad no utilitaria, pero profundamente humana de expresión y de entender nuestra existencia en este planeta”, reflexiona. Desde esta perspectiva, busca llevar experiencias artísticas a diversos contextos para desarrollar capacidades creativas, sensibles y críticas en las personas. A través de un taller de artistas abierto a la comunidad, NubeLab reconoce el valor del proceso creativo más allá de los resultados artísticosfinales.
Según De Solminihac, el arte activa tres dimensiones fundamentales para el desarrollo humano: la emocional, al conectar con el ser interior y expresar emociones; la sensible, al percibir el mundo a través de los sentidos; y la intelectual, al fomentar el pensamiento.
Frente a lo que describe como una crisis en el sistema educativo, De Solminihac cuestiona el propósito del aprendizaje en la sociedad actual: “¿ Por qué tenemos que aprender cuando hoy día podemos usar un celular o la inteligencia artificial para hacer tantas cosas por nosotros?”. En este contexto, NubeLabPaula de Solminihac conversa con Alejandra Mustakis en el primer capítulo de Audaces. propone el arte como respuesta, destacando su capacidad para motivar y transformar, porque el oficio creativo permite sentir que puedes hacer algo que le da sentido a tu vida y a la de otros. Chile, con el arte como asignatura obligatoria hasta segundo medio, es un espacio privilegiado para esta iniciativa. Desde esta base, NubeLab trabaja con docentes, familias y estudiantes para potenciar la creatividad, promoviendo una sensación de autoeficacia que fomenta la autoestima. “Hay un sentimiento que puedes desarrollarte en muchas otras disciplinas, porque la autoestima es demasiado relevante para desarrollar cualquier cosa. Además, se sienten más felices consigo mismo”, destaca De Solminihac. “Cuando explicamos los beneficios del arte, decimos que hay un beneficio intrínseco: la sensación de bienestar, de conexión con mis emociones, con mi ser interior y con el mundo. Hay motivación, quiero hacer cosas. Además, puedo usar el pensamiento artístico para aprender otras cuestiones de la vida”, añade.
La iniciativa cuenta con 273 proyectos realizados, 49 alianzas educativas, 18.700 beneficiarios y 96 actividades interdisciplinarias diseñadas bajo el “Sello nube”. Por último, De Solminihac subraya el rol del arte como una forma de combatir el acelerado ritmo de la vida moderna. “Hay una necesidad urgente de vivir situados, en el presente, y de entender el valor de disfrutar ciertos momentos de ocio.
Es una necesidad que debemos resolver aquí y ahora, porque, si no, creo que no lo haremos nunca”. S I K A T S U M N Ó I C A D N U FEl reconocimiento apunta a visibilizar a quienes están trabajando propuestas disruptivas enfocadas en sectores de mayor vulnerabilidad. Esto incluye la participación en un programa y un pódcast conducido por Alejandra Mustakis y desarrollado con Innovación de “El Mercurio”. FRONNY DI GIAMMARINO“El impacto social poMustakis.
La reconocida emprendeasegura Alejandra emprendimiento”, base de cualquier sitivo debiera ser la dora resume con esa frase el espíritu que inspira Audaces, un proyecto impulsado por la Fundación Mustakis de la que es directora y que busca reconocer y visibilizar a quienes, a través de propuestas innovadoras, están buscando mejorar la vida de miles de personas. Específicamente, a través de una educación integral.
“Lo más importante de la iniciativa Audaces es relevar la importancia de que hoy existan espacios donde a los emprendedores se les pueda dar voz y se puedan visibilizar proyectos de impacto social que buscan cambios positivos en las personas y en el entorno. Ese fue uno de los principales criterios de la Fundación Mustakis para lanzar este programa”, dice.
Domingo Errázuriz, director ejecutivo de la fundación, explica que Auda-S I K A T S U M N Ó I C A D N U FS I K A T S U M N Ó I C A D N U FValentina Araya es la protago-nista del episodio 3 de Audaces. En un mundo donde las salas de clase parecen congeladas en el tiempo, Proyecto Aprender propone un cam bio audaz. Valentina Araya, su directora ejecutiva, describe el desafío con claridad: “Tenemos sistemas educativos súper obsoletos. Si vas a una clase hoy y te teletransportas a 1890, ves lo mismo.
Un profesor parado adelante, niños en silencio y donde todo gira en torno a la memorización de contenidos () el colegio está formando personas para 1890, no para el 2024 y el futuro”. Bajo esta premisa, Proyecto Aprender propone un programa diseñado para transformar los colegios en laboratorios de experimentación creativa, donde alumnos y profesores redescubren el aprendizaje en un espacio “entretenido, acogedor, creativo, donde los estudiantes puedan florec e r y q u e e s o l o s convierta en personas que amen aprender y sean más felices”, comenta Araya.
E l p r o g r a m a s e centra en el aprendizaje profundo, que, según Araya, es clave para preparar a los estudiantes para la vida y no solo para pasar de curso: “El colegio tiene que ser como la vida: interdisciplinaria, trabajando con otros. () Cuando se aprende por proyectos, se aprende a resolver problemas reales y ser un aporte a la comunidad”. Para medir su imp a c t o, P r o g r a m a Aprende evalúa el compromiso escolar, emocional y cognitivo de los estudiantes, considerando cuánto disfrutan ir a la escuela, cuánto les gusta aprender y qué tan dispuestos están a enfrentar errores, buscar nuevas estrategias y asumir desafíoscogn i t i v a m e n t e m á s complejos. Además, destaca que el 100% de los profesores que conocen el programa lo recomiendan.
La directora ejecutiva también subraya elpapel clave de los profesores, quienes “viven la experiencia del aprendizaje profundo, se empapan de cómo es aprender profundamente y eso hace que le encuentren mucho más sentido, que quieran empujar este carro, que quieran hacer la transformación con sus estudiantes y que se conectan mucho más con su vocación, aman mucho más lo que hacen porque se dan cuenta de que tiene un impacto muy diferente cuando uno lo disfruta y lo ama”. En cuatro años, Proyecto Aprender ha alcanzado a más de 4.500 estudiantes, 225 docentes y directivos, colaborando con nueve colegios en tres regiones de Chile.
Sin embargo, Araya resalta que “lo más bonito es lo que uno ve en las escuelas niños disfrutando mientras aprenden”. Araya enfatiza que la colaboración es clave para el éxito del programa, y advierte: “Hay muchas iniciativas que estamos haciendo cosas increíbles en muchos lugares del país, pero muchas veces nos topamos haciendo cosas parecidas, que podríamos trabajar juntos.
También, es clave lograr una colaboraciónmás amplia público-privada, y trabajar con el Estado para que la educación sea una política de Estado y no cambie con los gobiernos”. Con un equipo aún pequeño, pero comprometido, Proyecto Aprender sueña en grande: “Buscamos liderar la transformación del aprendizaje. Queremos estar en todo Chile y, ojalá, expandirnos a Latinoamérica.
Queremos transformar el aprendizaje para que todos los niños y niñas de Chile tengan acceso a la innovación, a la creatividad, al acompañamiento oportuno, transformado la cultura del castigo en una cultura en que se valore el error como oportunidad de aprendizaje”. ces busca “reconocer y visibilizar a líderes en innovación educativa.
Queremos poner a estas organizaciones sociales, que muchas veces están en el desafío diario de su sostenibilidad, en la vitrina de todos los tomadores de decisiones, que pueden ver en sus propuestas una forma de transformar la educación y así darles más fuerza a sus proyectos”. Por eso, el elemento central de Audaces es un programa de cinco episodios disponible en el canal de YouTube de Fundación Mustakisen que Alejandra Mustakis conversa con quienes lideran las cinco organizaciones reconocidas: NubeLab, Trabün, Proyecto Aprender, Nieve para Todos Chile Trasciende y Volando en V. Además, tiene una versión en pódcast, producido junto a Innovación de “El Mercurio”, y disponible en la plataforma digital de este diario. Sobre las conversaciónes, Mustakis afirma: “Fue un momento lindo, lleno de inspiración, al escuchar cómo quieren transformar vidas desde iniciativas que promueven el respeto, el trabajo en equipo y el contacto con la naturaleza. Me conmovió ver cómo cada propuesta no solo busca resolver problemas, sino también despertar nuevas perspectivas en quienes las reciben.
Esa energía colectiva, esas ganas de hacer algo significativo, son el reflejo de lo que más necesitamos hoy como sociedad: compromiso genuino con los demás y con el entorno”. Para Errázuriz, el sentido de la iniciativa es claro: “Darles voz a estos agentes de cambio, proponer un espacio de reflexión y aprendizaje a partir de lo que están haciendo, para que ojalá puedan llevar sus prácticas a todo el país, y entender que el desarrollo de los estudiantes debe ser abordado en distintas dimensiones”. “En un mundo donde la colaboraciónes clave para el progreso, losemprendimientos sociales sonsinónimo de un desarrollo másequitativo y sostenible”. ALEJANDRA MUSTAKISDirectora de Fundación MustakisDomingo Errázuriz“Queremos identificar aorganizaciones que estándesarrollando buenos trabajos, para fortalecerlas y mostrar lasinnovaciones que transforman laeducación desde adentro”. DOMINGO ERRÁZURIZDirector ejecutivo de Fundación Mustakis. S I K A T S U M N Ó I C A D N U FJuan Antonio Álvarez es el protagonista del segundo episodio de Audaces. Trabün significa “encuentro” en mapudungún, y es el concepto que da nombre a la fundación liderada por Juan Antonio Álvarez.
En su rol de director ejecutivo, impulsa un programa de desarrollo socioemocional en colegios de contextos vulnerables, con el objetivo de apoyar a las familias y a los establecimientos educativos en la formación integral de sus estudiantes. La historia de Trabün comenzó con la inquietud de seis amigos universitarios que quisieron trabajar por el sector de Bajos de Mena.
Inicialmente, buscaron combatir el hacinamiento mediante la construcción de camarotes para las familias, pero al compartir esta idea con los vecinos, descubrieron una prioridad distinta: necesitaban proteger a sus hijos de las drogas y la delincuencia.
Esto los llevó a organizar talleres los sábados por la mañana en un colegio de la zona, gracias al apoyo de un director que les abrió las puertas de su establecimiento y les pidió un solo compromiso: mantener la constancia todo el año. Al principio, eran más los voluntarios que los niños participantes, pero poco a poco la iniciativa creció, llegando a involucrar a cinco colegios, 100 voluntarios y más de 250 niños cada fin de semana. “¿Quién enseña a ser mejores personas?”. Esa fue la pregunta que los llevó a profesionalizar la iniciativa. Hoy Trabün llega a 160 colegios y beneficia a más de 100 mil estudiantes en Chile, aunque Álvarez destaca que los talleres sabatinos en Bajos de Mena siguen siendo el corazón de la fundación.
Al profesionalizar las actividades, el equipo entendió que debían “trabajar en el contexto escolar, en lo cu-rricular, junto con los profesores y las familias”. Según Álvarez, “nosotros no vamos a formar estudiantes integrales, vamos a apoyar en la formación de estudiantes integrales, que es muy distinto”. De esta manera, y considerando el proyecto educativo de los colegios, Trabün desarrolló un programa de educación en habilidades socioemocionales a través de una metodología de aprendizaje lúdico que se inserta en una asignatura curricular. “Creamos material propio educativo, planificaciones de clases desde prekínder hasta cuarto medio, libros de actividades para los estudiantes, presentaciones, videos, que en todo el colegio se puede usar”, explica Álvarez. El programa incluye un enfoque colaborativo con los profesores, con capacitaciones y acompañamiento docente para aprender mutuamente de las experiencias educativas. Uno de los desafíos identificados es que “muchos profesores fueron formados hace años y nunca vieron en pedagogía temas de desarrollo socioemocional, ni de convivencia escolar.
Entonces llegan a la sala de clases y se enfrentan con alumnos que tienen distintas dificultades, y dicen: ¿ Cómo gestiono esta realidad a la que no me enseñaron a enfrentarme?”. En esa línea, Álvarez asegura que es crucial que el desarrollo socioemocional sea “un complemento de lo cognitivo y de la parte formativa, porque hoy donde más recursos hay invertidos es en la parte cognitiva”. Llama a fomentar “un espacio formativo donde no solo se enseñen conocimientos, sino que se realce lo formativo”, para desarrollar habilidades que trascienden la sala de clases. Vicente Reyes es el invitado del cuarto capítulo de Audaces. Montañista, salvavidas de playa, instructorde bodyboard y mountain bike e ingenie-ro civil industrial con especialización en innovación social y economía solidaria, Vicente Reyes es un apasionado por los deportes y la naturaleza. Impulsado por su deseo de compartir esa pasión y convencido de que el deporte genera oportunidades de amistad, fomenta el trabajo en equipo y brinda herramientas para superar desafíos, fundó Nieve para Todos Chile Trasciende. Esta organización social utiliza el deporte al aire libre como un medio para fortalecer el liderazgo de estudiantes en contextos de alta vulnerabilidad. Chile Trasciende genera experiencias significativas de aprendizaje mediante la práctica de deportes al aire libre en las regiones donde habitan los estudiantes. El objetivo, según Reyes, es lograr que los jóvenes “conecten de una forma significativa con su territorio, lo valoren, lo cuiden, lo protejan y lo compartan con sus seres queridos.
Incluso, que empiecen a aprovecharlo para desarrollar oportunidades laborales”. Cree que esta conexión con el entorno permite que los estudiantes “conozcan su territorio, se empoderen y sean dueños del futuro de sus localidades, y no solamente quieran irse rápido de su comuna, de un sector rural hacia la ciudad, sino que vean las oportunidades que hay ahí para poder desarrollarse como personas, como estudiantes, como profesionales”. La fundación basa su metodología en el modelo CASEL, reconocido internacionalmente por su enfoque en habilidades socioemocionales como la autoconciencia, el autocontrol y la toma de decisiones responsables.
Vicente señala que este enfoque busca transformar la educación desde sus bases, advirtiendo que el modelo educativo actual está “obsoleto” porque se enfoca “en cómo se está enseñando, y no en cómo los estudiantes están aprendiendo”. Uno de los programas más destacados de la fundación es el Programa de Liderazgo Escolar al Aire Libre, donde los propios estudiantes eligen a sus representantes. Vicente explica: “Quien es seleccionado tiene la responsabilidad de representar de la mejor forma a su curso. Vas con una mochilita con varios sueños de tus mismos compañeros”. “Nos preocupamos mucho del liderazgo, ya que es un medio fundamental para poder movilizar a las comunidades hacia un mejor vivir.
Nos enfocamos en desarrollar habilidades de liderazgo con la tonalidad de responsabilidad social, porque un líder tiene que preocuparse de los demás y hacerse cargo de ciertos beneficios que tiene para apoyar a los demás”, agrega. Cada experiencia del programa tiene lugar en entornos nuevos para los estudiantes, como la nieve o el mar, donde desarrollan habilidades socioemocionales y de liderazgo. Actualmente, la fundación impacta a más de 1.200 estudiantes de primero medio en ocho comunas de la región del Biobío. Los resultados son inspiradores. Vicente Reyes resalta la historia de Sebastián Cuevas, un joven de Tomé que, gracias al programa, conoció el mar y descubrió el bodyboard. Actualmente, Sebastián es instructor, compite a nivel nacional de esta disciplina y está ahorrando para ingresar a la universidad.
También menciona el caso de una estudiante de Negrete, quien, motivada por la experiencia, se atrevió a postular al centro de alumnos de su liceo, convirtiéndose en la primera mujer presidenta en la historia del establecimiento.
“Sueño con que mis niños puedan ser los próximos operadores turísticos, instructores de esquí o snowboard, y que puedan viajar al extranjero a través de esta puerta que les estamos mostrando, la cual ellos tienen en su patio y no han conectado porque el contexto o el entorno no está siendo tan nutritivo para aprovechar esas oportunidades”, reflexiona. A pesar de los logros alcanzados, reconoce que uno de los mayores desafíos de la fundación es garantizar la continuidad del programa. “Veo muchísimo talento en los terrenos () y necesito que sigan creciendo y saber qué pasa con ellos si los apoyé en primero, segundo, tercero y cuarto medio. Qué decisiones van a tomar ahora. Y qué decisiones hubiesen tomado”, concluye. Nieve para Todos: Impulsando futuros desde el deporteProyecto Aprender: Un laboratorio de creatividadVolando en V: Liderazgos por la convivenciaTrabün: Encuentro para transformarNubeLab: El arte de enseñar. INICIATIVA IMPULSADA POR LA FUNDACIÓN MUSTAKIS: z es el protagonista del segundo episodio de Audaces. es la invitada al sexto y último episodio de Audaces.
Valentina Araya Paula de Solminihac conversa con Alejandra Mustakis en el primer Vicente Reyes es el invitado del cuarto capítu Alejandra Mustakis “Queremos identificar a “Audaces” destaca a cinco proyectos que buscan llevar innovación a aulas del país La reconocida emprendedoraAlejandra Mustakis conduce Audaces, disponible en el canal de YouTube de Fundación Mustakis y la sección Pódcasts de la plataforma digital de “El Mercurio”. S I K A T S U M N Ó I C A D N U FLa Fundación Volando en V es un ejemplo de cómo los liderazgos estudiantiles pueden convertirse en agentes de cambio dentro de las comunidades escolares.
Creada para prevenir el bullying y la violencia escolar, esta organización busca que todos los integrantes de la comunidad educativa no solo se sientan parte del grupo, sino también responsables del bienestar colectivo y comprometidos con una convivencia saludable. “Creemos profundamente en la capacidad de transformación que tienen los estudiantes en sus comunidades”, destaca Bernardita Peñafiel, psicóloga y directora ejecutiva.
La historia de Volando en V comenzó con Andrea Henríquez, quien, tras enfrentar una experiencia de bullying durante su infancia en el extranjero, identificó un problema más profundo: aunque los protocolos del colegio detuvieron el maltrato, la exclusión social continuó. Sin embargo, cuando los estudiantes mayores intervinieron, Andrea pudo integrarse nuevamente, hacer amigos y sentirse parte de la comunidad. Esta experiencia marcó un punto de inflexión que la llevó a diseñar un modelo de intervención basado en los propios estudiantes, quienes demostraron ser clave para reconstruir la convivencia. De regreso en Chile y con solo 18 años, Andrea ya había implementado este modelo en 12 colegios. No obstante, comprendió que era necesario articular y estructurar el proyecto. Fue entonces cuando acudió a Bernardita Peñafiel para proponerle formalizar la fundación. “Me conmovió profundamente su historia de superación y que me llamara una adolescente convencida de que podía transformar el mundo”, recuerda Peñafiel sobre esa primera conversación. En sus ocho años de existencia, Volando en V ha perfeccionado un modelo de trabajo basado en la corresponsabilidad. “La convivencia no se enseña, se vive”, explica Peñafiel, subrayando que el enfoque no se limita a establecer normativas, sino a empoderar a los estudiantes para que asuman roles activos en sus comunidades. En esta línea, añade: “Convivir se aprendeBernardita Peñafiel es la invitada al sexto y último episodio de Audaces. conviviendo, y eso no es tan obvio. Muchas veces creemos que para mejorar la convivencia necesitamos rigidizar, poner normas, rayar la cancha, poner límites, lo que no es falso.
Pero, si no damos la oportunidad de convivir y los espacios escolares son solo cada vez más académicos, y no tienen que ver con el ciudadano, con habitar este mundo, ser comunidad, es muy difícil convivir”. La fundación trabaja con estudiantes de quinto básico a cuarto medio, entregando un modelo de gestión de la convivencia a las directivas de curso y otros liderazgos ya existentes en los colegios. Los estudiantes responsables asumen un rol clave, desarrollando herramientas de liderazgo, resolución de conflictos, inclusión y fortalecimiento de la identidad grupal. De esta manera, “el que va trabajando el cómo convivir no es el profesor, sino que son sus pares”, explica Peñafiel. Este enfoque permite que los estudiantes sean protagonistas en la transformación de sus comunidades, fomentando un cambio cultural profundo. “Trabajamos la prevención de la violencia escolar, poniendo al centro alos estudiantes, a los liderazgos estudiantiles, pero corresponsabilizando a todos los actores en su responsabilidad respecto a cómo convivimos”, explica la directora ejecutiva. Actualmente, Volando en V trabaja con 25 colegios ubicados en las regiones Metropolitana, Los Lagos, Maule y Magallanes. Desde 2019, la fundación implementa un instrumento de evaluación para medir el clima y la convivencia escolar en los establecimientos intervenidos.
Los resultados evidencian una reducción en los índices de victimización y una mejora en las relaciones entre pares, destacando un incremento significativo en la participación en iniciativas de convivencia escolar, que es la dimensión con mayor crecimiento. Reflexionando sobre el futuro de la fundación, Bernardita destaca la importancia de tener un propósito claro y generar alianzas estratégicas: “Hoy vivimos en la era de la colaboración.
La posibilidad de transformar sólo ocurre cuando uno colabora y ese efecto colectivo de trabajar juntos por un propósito permite realmente transformar las comunidades”. “Todos somos artistas”. De eso se convencen los estudiantes que participan en NubeLab, una iniciativa que utiliza el arte como herramienta para transformar la educación, acercando los procesos creativos a la comunidad. Paula de Solminihac, directora ejecutiva de NubeLab, explica el arte como una necesidad humana esencial.
“Cuando nos preguntan por qué el arte en la educación o por qué el arte en la vida, pareciera que el arte siempre ha estado como una necesidad no utilitaria, pero profundamente humana de expresión y de entender nuestra existencia en este planeta”, reflexiona. Desde esta perspectiva, busca llevar experiencias artísticas a diversos contextos para desarrollar capacidades creativas, sensibles y críticas en las personas. A través de un taller de artistas abierto a la comunidad, NubeLab reconoce el valor del proceso creativo más allá de los resultados artísticosfinales.
Según De Solminihac, el arte activa tres dimensiones fundamentales para el desarrollo humano: la emocional, al conectar con el ser interior y expresar emociones; la sensible, al percibir el mundo a través de los sentidos; y la intelectual, al fomentar el pensamiento.
Frente a lo que describe como una crisis en el sistema educativo, De Solminihac cuestiona el propósito del aprendizaje en la sociedad actual: “¿ Por qué tenemos que aprender cuando hoy día podemos usar un celular o la inteligencia artificial para hacer tantas cosas por nosotros?”. En este contexto, NubeLabPaula de Solminihac conversa con Alejandra Mustakis en el primer capítulo de Audaces. propone el arte como respuesta, destacando su capacidad para motivar y transformar, porque el oficio creativo permite sentir que puedes hacer algo que le da sentido a tu vida y a la de otros. Chile, con el arte como asignatura obligatoria hasta segundo medio, es un espacio privilegiado para esta iniciativa. Desde esta base, NubeLab trabaja con docentes, familias y estudiantes para potenciar la creatividad, promoviendo una sensación de autoeficacia que fomenta la autoestima. “Hay un sentimiento que puedes desarrollarte en muchas otras disciplinas, porque la autoestima es demasiado relevante para desarrollar cualquier cosa. Además, se sienten más felices consigo mismo”, destaca De Solminihac. “Cuando explicamos los beneficios del arte, decimos que hay un beneficio intrínseco: la sensación de bienestar, de conexión con mis emociones, con mi ser interior y con el mundo. Hay motivación, quiero hacer cosas. Además, puedo usar el pensamiento artístico para aprender otras cuestiones de la vida”, añade.
La iniciativa cuenta con 273 proyectos realizados, 49 alianzas educativas, 18.700 beneficiarios y 96 actividades interdisciplinarias diseñadas bajo el “Sello nube”. Por último, De Solminihac subraya el rol del arte como una forma de combatir el acelerado ritmo de la vida moderna. “Hay una necesidad urgente de vivir situados, en el presente, y de entender el valor de disfrutar ciertos momentos de ocio.
Es una necesidad que debemos resolver aquí y ahora, porque, si no, creo que no lo haremos nunca”. S I K A T S U M N Ó I C A D N U FEl reconocimiento apunta a visibilizar a quienes están trabajando propuestas disruptivas enfocadas en sectores de mayor vulnerabilidad. Esto incluye la participación en un programa y un pódcast conducido por Alejandra Mustakis y desarrollado con Innovación de “El Mercurio”. FRONNY DI GIAMMARINO“El impacto social poMustakis.
La reconocida emprendeasegura Alejandra emprendimiento”, base de cualquier sitivo debiera ser la dora resume con esa frase el espíritu que inspira Audaces, un proyecto impulsado por la Fundación Mustakis de la que es directora y que busca reconocer y visibilizar a quienes, a través de propuestas innovadoras, están buscando mejorar la vida de miles de personas. Específicamente, a través de una educación integral.
“Lo más importante de la iniciativa Audaces es relevar la importancia de que hoy existan espacios donde a los emprendedores se les pueda dar voz y se puedan visibilizar proyectos de impacto social que buscan cambios positivos en las personas y en el entorno. Ese fue uno de los principales criterios de la Fundación Mustakis para lanzar este programa”, dice.
Domingo Errázuriz, director ejecutivo de la fundación, explica que Auda-S I K A T S U M N Ó I C A D N U FS I K A T S U M N Ó I C A D N U FValentina Araya es la protago-nista del episodio 3 de Audaces. En un mundo donde las salas de clase parecen congeladas en el tiempo, Proyecto Aprender propone un cam bio audaz. Valentina Araya, su directora ejecutiva, describe el desafío con claridad: “Tenemos sistemas educativos súper obsoletos. Si vas a una clase hoy y te teletransportas a 1890, ves lo mismo.
Un profesor parado adelante, niños en silencio y donde todo gira en torno a la memorización de contenidos () el colegio está formando personas para 1890, no para el 2024 y el futuro”. Bajo esta premisa, Proyecto Aprender propone un programa diseñado para transformar los colegios en laboratorios de experimentación creativa, donde alumnos y profesores redescubren el aprendizaje en un espacio “entretenido, acogedor, creativo, donde los estudiantes puedan florec e r y q u e e s o l o s convierta en personas que amen aprender y sean más felices”, comenta Araya.
E l p r o g r a m a s e centra en el aprendizaje profundo, que, según Araya, es clave para preparar a los estudiantes para la vida y no solo para pasar de curso: “El colegio tiene que ser como la vida: interdisciplinaria, trabajando con otros. () Cuando se aprende por proyectos, se aprende a resolver problemas reales y ser un aporte a la comunidad”. Para medir su imp a c t o, P r o g r a m a Aprende evalúa el compromiso escolar, emocional y cognitivo de los estudiantes, considerando cuánto disfrutan ir a la escuela, cuánto les gusta aprender y qué tan dispuestos están a enfrentar errores, buscar nuevas estrategias y asumir desafíoscogn i t i v a m e n t e m á s complejos. Además, destaca que el 100% de los profesores que conocen el programa lo recomiendan.
La directora ejecutiva también subraya elpapel clave de los profesores, quienes “viven la experiencia del aprendizaje profundo, se empapan de cómo es aprender profundamente y eso hace que le encuentren mucho más sentido, que quieran empujar este carro, que quieran hacer la transformación con sus estudiantes y que se conectan mucho más con su vocación, aman mucho más lo que hacen porque se dan cuenta de que tiene un impacto muy diferente cuando uno lo disfruta y lo ama”. En cuatro años, Proyecto Aprender ha alcanzado a más de 4.500 estudiantes, 225 docentes y directivos, colaborando con nueve colegios en tres regiones de Chile.
Sin embargo, Araya resalta que “lo más bonito es lo que uno ve en las escuelas niños disfrutando mientras aprenden”. Araya enfatiza que la colaboración es clave para el éxito del programa, y advierte: “Hay muchas iniciativas que estamos haciendo cosas increíbles en muchos lugares del país, pero muchas veces nos topamos haciendo cosas parecidas, que podríamos trabajar juntos.
También, es clave lograr una colaboraciónmás amplia público-privada, y trabajar con el Estado para que la educación sea una política de Estado y no cambie con los gobiernos”. Con un equipo aún pequeño, pero comprometido, Proyecto Aprender sueña en grande: “Buscamos liderar la transformación del aprendizaje. Queremos estar en todo Chile y, ojalá, expandirnos a Latinoamérica.
Queremos transformar el aprendizaje para que todos los niños y niñas de Chile tengan acceso a la innovación, a la creatividad, al acompañamiento oportuno, transformado la cultura del castigo en una cultura en que se valore el error como oportunidad de aprendizaje”. ces busca “reconocer y visibilizar a líderes en innovación educativa.
Queremos poner a estas organizaciones sociales, que muchas veces están en el desafío diario de su sostenibilidad, en la vitrina de todos los tomadores de decisiones, que pueden ver en sus propuestas una forma de transformar la educación y así darles más fuerza a sus proyectos”. Por eso, el elemento central de Audaces es un programa de cinco episodios disponible en el canal de YouTube de Fundación Mustakisen que Alejandra Mustakis conversa con quienes lideran las cinco organizaciones reconocidas: NubeLab, Trabün, Proyecto Aprender, Nieve para Todos Chile Trasciende y Volando en V. Además, tiene una versión en pódcast, producido junto a Innovación de “El Mercurio”, y disponible en la plataforma digital de este diario. Sobre las conversaciónes, Mustakis afirma: “Fue un momento lindo, lleno de inspiración, al escuchar cómo quieren transformar vidas desde iniciativas que promueven el respeto, el trabajo en equipo y el contacto con la naturaleza. Me conmovió ver cómo cada propuesta no solo busca resolver problemas, sino también despertar nuevas perspectivas en quienes las reciben.
Esa energía colectiva, esas ganas de hacer algo significativo, son el reflejo de lo que más necesitamos hoy como sociedad: compromiso genuino con los demás y con el entorno”. Para Errázuriz, el sentido de la iniciativa es claro: “Darles voz a estos agentes de cambio, proponer un espacio de reflexión y aprendizaje a partir de lo que están haciendo, para que ojalá puedan llevar sus prácticas a todo el país, y entender que el desarrollo de los estudiantes debe ser abordado en distintas dimensiones”. “En un mundo donde la colaboraciónes clave para el progreso, losemprendimientos sociales sonsinónimo de un desarrollo másequitativo y sostenible”. ALEJANDRA MUSTAKISDirectora de Fundación MustakisDomingo Errázuriz“Queremos identificar aorganizaciones que estándesarrollando buenos trabajos, para fortalecerlas y mostrar lasinnovaciones que transforman laeducación desde adentro”. DOMINGO ERRÁZURIZDirector ejecutivo de Fundación Mustakis. S I K A T S U M N Ó I C A D N U FJuan Antonio Álvarez es el protagonista del segundo episodio de Audaces. Trabün significa “encuentro” en mapudungún, y es el concepto que da nombre a la fundación liderada por Juan Antonio Álvarez.
En su rol de director ejecutivo, impulsa un programa de desarrollo socioemocional en colegios de contextos vulnerables, con el objetivo de apoyar a las familias y a los establecimientos educativos en la formación integral de sus estudiantes. La historia de Trabün comenzó con la inquietud de seis amigos universitarios que quisieron trabajar por el sector de Bajos de Mena.
Inicialmente, buscaron combatir el hacinamiento mediante la construcción de camarotes para las familias, pero al compartir esta idea con los vecinos, descubrieron una prioridad distinta: necesitaban proteger a sus hijos de las drogas y la delincuencia.
Esto los llevó a organizar talleres los sábados por la mañana en un colegio de la zona, gracias al apoyo de un director que les abrió las puertas de su establecimiento y les pidió un solo compromiso: mantener la constancia todo el año. Al principio, eran más los voluntarios que los niños participantes, pero poco a poco la iniciativa creció, llegando a involucrar a cinco colegios, 100 voluntarios y más de 250 niños cada fin de semana. “¿Quién enseña a ser mejores personas?”. Esa fue la pregunta que los llevó a profesionalizar la iniciativa. Hoy Trabün llega a 160 colegios y beneficia a más de 100 mil estudiantes en Chile, aunque Álvarez destaca que los talleres sabatinos en Bajos de Mena siguen siendo el corazón de la fundación.
Al profesionalizar las actividades, el equipo entendió que debían “trabajar en el contexto escolar, en lo cu-rricular, junto con los profesores y las familias”. Según Álvarez, “nosotros no vamos a formar estudiantes integrales, vamos a apoyar en la formación de estudiantes integrales, que es muy distinto”. De esta manera, y considerando el proyecto educativo de los colegios, Trabün desarrolló un programa de educación en habilidades socioemocionales a través de una metodología de aprendizaje lúdico que se inserta en una asignatura curricular. “Creamos material propio educativo, planificaciones de clases desde prekínder hasta cuarto medio, libros de actividades para los estudiantes, presentaciones, videos, que en todo el colegio se puede usar”, explica Álvarez. El programa incluye un enfoque colaborativo con los profesores, con capacitaciones y acompañamiento docente para aprender mutuamente de las experiencias educativas. Uno de los desafíos identificados es que “muchos profesores fueron formados hace años y nunca vieron en pedagogía temas de desarrollo socioemocional, ni de convivencia escolar.
Entonces llegan a la sala de clases y se enfrentan con alumnos que tienen distintas dificultades, y dicen: ¿ Cómo gestiono esta realidad a la que no me enseñaron a enfrentarme?”. En esa línea, Álvarez asegura que es crucial que el desarrollo socioemocional sea “un complemento de lo cognitivo y de la parte formativa, porque hoy donde más recursos hay invertidos es en la parte cognitiva”. Llama a fomentar “un espacio formativo donde no solo se enseñen conocimientos, sino que se realce lo formativo”, para desarrollar habilidades que trascienden la sala de clases. Vicente Reyes es el invitado del cuarto capítulo de Audaces. Montañista, salvavidas de playa, instructorde bodyboard y mountain bike e ingenie-ro civil industrial con especialización en innovación social y economía solidaria, Vicente Reyes es un apasionado por los deportes y la naturaleza. Impulsado por su deseo de compartir esa pasión y convencido de que el deporte genera oportunidades de amistad, fomenta el trabajo en equipo y brinda herramientas para superar desafíos, fundó Nieve para Todos Chile Trasciende. Esta organización social utiliza el deporte al aire libre como un medio para fortalecer el liderazgo de estudiantes en contextos de alta vulnerabilidad. Chile Trasciende genera experiencias significativas de aprendizaje mediante la práctica de deportes al aire libre en las regiones donde habitan los estudiantes. El objetivo, según Reyes, es lograr que los jóvenes “conecten de una forma significativa con su territorio, lo valoren, lo cuiden, lo protejan y lo compartan con sus seres queridos.
Incluso, que empiecen a aprovecharlo para desarrollar oportunidades laborales”. Cree que esta conexión con el entorno permite que los estudiantes “conozcan su territorio, se empoderen y sean dueños del futuro de sus localidades, y no solamente quieran irse rápido de su comuna, de un sector rural hacia la ciudad, sino que vean las oportunidades que hay ahí para poder desarrollarse como personas, como estudiantes, como profesionales”. La fundación basa su metodología en el modelo CASEL, reconocido internacionalmente por su enfoque en habilidades socioemocionales como la autoconciencia, el autocontrol y la toma de decisiones responsables.
Vicente señala que este enfoque busca transformar la educación desde sus bases, advirtiendo que el modelo educativo actual está “obsoleto” porque se enfoca “en cómo se está enseñando, y no en cómo los estudiantes están aprendiendo”. Uno de los programas más destacados de la fundación es el Programa de Liderazgo Escolar al Aire Libre, donde los propios estudiantes eligen a sus representantes. Vicente explica: “Quien es seleccionado tiene la responsabilidad de representar de la mejor forma a su curso. Vas con una mochilita con varios sueños de tus mismos compañeros”. “Nos preocupamos mucho del liderazgo, ya que es un medio fundamental para poder movilizar a las comunidades hacia un mejor vivir.
Nos enfocamos en desarrollar habilidades de liderazgo con la tonalidad de responsabilidad social, porque un líder tiene que preocuparse de los demás y hacerse cargo de ciertos beneficios que tiene para apoyar a los demás”, agrega. Cada experiencia del programa tiene lugar en entornos nuevos para los estudiantes, como la nieve o el mar, donde desarrollan habilidades socioemocionales y de liderazgo. Actualmente, la fundación impacta a más de 1.200 estudiantes de primero medio en ocho comunas de la región del Biobío. Los resultados son inspiradores. Vicente Reyes resalta la historia de Sebastián Cuevas, un joven de Tomé que, gracias al programa, conoció el mar y descubrió el bodyboard. Actualmente, Sebastián es instructor, compite a nivel nacional de esta disciplina y está ahorrando para ingresar a la universidad.
También menciona el caso de una estudiante de Negrete, quien, motivada por la experiencia, se atrevió a postular al centro de alumnos de su liceo, convirtiéndose en la primera mujer presidenta en la historia del establecimiento.
“Sueño con que mis niños puedan ser los próximos operadores turísticos, instructores de esquí o snowboard, y que puedan viajar al extranjero a través de esta puerta que les estamos mostrando, la cual ellos tienen en su patio y no han conectado porque el contexto o el entorno no está siendo tan nutritivo para aprovechar esas oportunidades”, reflexiona. A pesar de los logros alcanzados, reconoce que uno de los mayores desafíos de la fundación es garantizar la continuidad del programa. “Veo muchísimo talento en los terrenos () y necesito que sigan creciendo y saber qué pasa con ellos si los apoyé en primero, segundo, tercero y cuarto medio. Qué decisiones van a tomar ahora. Y qué decisiones hubiesen tomado”, concluye. Nieve para Todos: Impulsando futuros desde el deporteProyecto Aprender: Un laboratorio de creatividadVolando en V: Liderazgos por la convivenciaTrabün: Encuentro para transformarNubeLab: El arte de enseñar. INICIATIVA IMPULSADA POR LA FUNDACIÓN MUSTAKIS: z es el protagonista del segundo episodio de Audaces. es la invitada al sexto y último episodio de Audaces. Valentina Araya Paula de Solminihac conversa con Alejandra Mustakis en el primer Vicente Reyes es el invitado del cuarto capítu Alejandra Mustakis “Queremos identificar a