Trenes, del sueño a la realidad
Trenes, del sueño a la realidad El panorama de los trenes de pasajeros de medianadistancia es hoy menos promisorio de lo que anti-cipaban las promesas en este ámbito. Primero, elsupuesto ferrocarril más rápido de Sudaméricacon destino a Chillán está tardando prácticamente lomismo que los trenes antiguos.
Y luego, ha sido declaradadesierta la licitación del estudio del tren a Valparaíso, loque atrasará en varios meses su adjudicación, siendo dichoestudio el paso previo para poder preparar la licitación delproyecto mismo. que no fueran tan vulnerables), eran conocidos por los eje-cutivos de EFE y por el Ministerio de Transportes: ignorarlohabría sido una demostración de genuina incompetencia. Pero si se sabía que las velocidades y frecuencias prometi-das no podrían cumplirse, ¿por qué se anunció con tantoentusiasmo el nuevo servicio? La situación es vergonzosapara EFE y para todas las autoridades comprometidas. Contodo, cabe rescatar que el gasto en nuevos trenes y en mejo-ramiento de la línea, de casi US$ 150 millones, haya sidorelativamente modesto. Tal vez los gobiernos deberían aprender lalección y pensar solo en trenes de acercamientocomo sus grandes iniciativas ferroviarias. Es curioso observar cómo los presidentes de la Repúbli-ca suelen entusiasmarse con los proyectos ferroviarios. Enalgunos casos, ese ímpetu, encauzado por el realismo, los hallevado a promover trenes deacercamiento, con buenos re-sultados.
En esta línea, el pro-ceso de licitación del tren aMelipilla Melitren avan-za hoy sin tropiezos, pese aser el mayor proyecto de EFE, lo que tiende a confirmar que los trenes de este tipo comolos de Rancagua, Nos, Lampa, el Biotren y Merval tienenun mejor futuro en el país.
Otras veces, sin embargo, lospresidentes apuestan por la espectacularidad de los proyec-tos de mediana y larga distancia, para terminar obteniendoa menudo resultados mediocres o francamente malos, co-mo pasó en su momento con el tren a Puerto Montt. En el caso del referido ferrocarril a Chillán, sorprendenlos motivos por los que su velocidad no es mejor que la delos antiguos trenes y su frecuencia es hoy la mitad de loprometido. Según se señala, el sistema de comunicacionesde EFE no sería el adecuado para trenes de la velocidad quese pretende; de hecho, hoy debe realizar detenciones paracoordinarse con otros trenes que ocupan la misma línea.
Además, la infraestructura de puentes quedó dañada conlos temporales del año pasado, a lo que se suma el que lasestaciones no estuvieran listas y la existencia de numerososcruces a nivel que obligan a reducir la velocidad.
Todos estos impedimentos, tal vez con la excepción delos puentes dañados por temporales (aunque incluso en es-te caso deberían haber sido reemplazados o reparados paraPor su parte, el tren a Valparaíso prometido por el Go-bierno es un proyecto poco atractivo y de alto costo. Adiferencia de las iniciativas de empresas que concebíanlíneas que tardarían 45 mi-nutos entre Santiago y la VRegión, permitiendo a Casa-blanca, Valparaíso y Viñatransformarse en suburbiosde Santiago, la fórmula delEjecutivo tardaría una horay media. Así, no generaría mayores efectos sobre la V Re-gión, pues competiría sin ventajas con los buses que hacenese trayecto. La autoridad argumenta que el proyecto sa-caría a Llaillay del aislamiento, algo sorprendente, consi-derando que la Ruta 5 pasa al lado de esa comuna. Eso, además de ser un mecanismo un tanto oneroso para con-seguir ese objetivo: incluso subsidiar por décadas un sis-tema de buses entre Santiago y Llaillay tendría un costovarias veces menor.
Visto de esta forma, tal vez lo mejor que pueda habersucedido es que esta licitación se declarara desierta, abrien-do la posibilidad de que una nueva administración puedarepensar el proyecto y reestudiar la rentabilidad social delos recursos que se le destinan. De cualquier forma, tal vezlos gobiernos deberían aprender la lección y pensar solo entrenes de acercamiento como sus grandes iniciativas ferro-viarias.
En tanto, debería mejorarse progresivamente la in-fraestructura de comunicaciones, puentes y pasos bajo ni-vel para el ferrocarril a Chillán, de modo de evitar que nonos decepcionemos una vez más con quimeras como la deltren “más rápido de Sudamérica”..