Editorial: Alimentación saludable en magallanes: un desafío de distancia y costo
Editorial: Alimentación saludable en magallanes: un desafío de distancia y costo Vivir en Magallanes es sinónimo de enfrentar ciertos desafíos logísticos, uno de los más evidentes es el alto costo de los alimentos, especialmente aquellos considerados parte de una dieta saludable, como frutas y verduras frescas. La región, depende en gran medida de las importaciones para abastecer su mercado local, lo que eleva considerablemente los precios de productos básicos, que en otras partes del país se encuentran a precios más accesibles. El factor geográfico es uno de los principales motores de esta disparidad.
Las frutas y verduras, que requieren transporte refrigerado y cuidados especiales durante su traslado, deben recorrer largas distancias desde el centro de Chile hasta la Región de Magallanes, lo que no solo incrementa los costos de transporte, sino también los de conservación y distribución. Estos costos se traducen directamente en un encarecimiento del producto final, dificultando que muchas personas puedan acceder a estos alimentos frescos de manera regular. Este fenómeno genera un círculo vicioso, donde el alto costo de una alimentación saludable obliga a muchos hogares a optar por alimentos procesados y ul-traprocesados, que son más baratos pero menos nutritivos. En consecuencia, la población se ve afectada por una mala alimentación, lo que incrementa problemas de salud pública como enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, que se podrían evitar con una dieta más equilibrada. Además, el clima extremo de la región y las pocas opciones de producción local limitan aún más el acceso a alimentos frescos.
Si bien hay esfuerzos por parte de agricultores locales para cultivar ciertos productos en invernaderos, estos no son suficientes para cubrir toda la demanda, lo que genera una dependencia del mercado centralizado en otras zonas del país. Es crucial que se busquen soluciones estructurales que permitan mejorar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos frescos en Magallanes. Esto puede incluir incentivos para la producción local, políticas de subsidios que faciliten el acceso a productos saludables y una mejora en las infraestructuras de transporte y distribución.
De lo contrario, seguiremos enfrentando un panorama donde la alimentación saludable se convierte en un lujo inaccesible para muchos.. “Es crucial que se busquen soluciones estructurales que permitan mejorar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos frescos en magallanes”.