Editorial: Jara versus Jadue
Editorial: Jara versus Jadue Rápidamente, la abanderada comunista, Jeannette Jara, salió a descartar la posibilidad de que el exalcalde Daniel Jadue se incorpore a su campaña.
La idea había sido sugerida por el timonel del PC, Lautaro Carmona, luego de que la justicia rebajara la intensidad de las medidas cautelares que pesan sobre Jadue formalizado por el caso farmacias, dejándolo solo con arresto domiciliario nocturno. Según Carmona, esto le permitiría jugar un papel promoviendo la candidatura de la exministra.
Frente a ello, Jara, aunque expresó su “cariño” por el exalcalde, f u e c l a r í s i m a : “Queda una semana de campaña, entonces yo no veo mucho sentido en estar c a m b i a n d o e l equipo del comando ahora”. La racionalidad de esa respuesta un verdadero portazo es evidente. La exministra ha desarrollado una exitosa estrategia sustentada en sus atributos personales y en lo que fue su desempeño en el Gobierno, donde su militancia poco aparece. La fórmula le ha dado tal resultado que la tiene convertida en la principal contrincante de Carolina Tohá en la primaria oficialista, con reales posibilidades de imponerse, según las encuestas.
Por su parte, Jadue, candidato derrotado por Gabriel Boric en 2021, representa todo lo contrario del estilo Jara: frontal y directo, con un discurso abiertamente polarizador, capaz de inflamar a la izquierda más militante pero de espantar a los votantes moderados.
Un eventual protagonismo de él actuaría como recordatorio de todo aquello que la edulcorada campaña de la exministra se empeña en omitir: lo que en verdad representa el comunismo como opción política, su apoyo a algunas de las peores dictaduras, su estatismo acendrado, su desprecio a los principios de la democracia representativa y, por cierto, su conducta radical en los días del estallido. Una combinación que, sumada a su situación judicial, parecería hoy letal para cualquier campaña con aspiraciones de triunfo.
Pero si las razones de Jara para alejarse de Jadue son evidentes, ¿por qué Carmona insiste en traerlo al primer plano? No parece haber otra explicación que la persistencia del conflicto de poder que ha cruzado al PC desde la muerte de Guillermo Teillier: la pugna entre el sector tradicional y quienes intentan desafiarlo.
En e s e e n f r e n t a miento, Carmona, en alianza con Jadue, propinaron una dura derrota en la última renovación de dirigencias a la llamada generación sub-50 (a la que pertenece Jara) y a sus aliados más jóvenes, como Camila Vallejo o Karol Cariola.
Luego de esa victoria interna, la dirigencia impedida de proclamar a Jadue por sus problemas judiciales se resistió largamente a la candidatura de Jara, la que solo vino a aceptar in extremis, habiendo coqueteado antes incluso con la idea de apoyar un nombre externo al partido.
Ahora, cuando Jara ha logrado instalarse como una figura electoralmente atractiva, resulta difícil que ello no vaya a incidir de alguna manera en las correlaciones de fuerza internas, mejorando el posicionamiento de la disidencia, de la que la candidata es parte. Todo parece indicar que eso es lo que le preocupa a Carmona. Tal vez, mucho más que ganar la primaria. Sus gestos a Jadue así lo traslucen.. Él es un recordatorio de todo lo que la edulcorada campaña de la exministra se empeña en omitir.