Nuevamente la Dipres
Nuevamente la Dipres D e dulce y de agraz han tenido las estadísticas económicas conocidas esta semana. La variación anual de 6,6% registrada en el Imacec de diciembre es una noticia positiva para una economía largamente lastrada por la mediocridad.
La mayor actividad de la minería (15,1% ) permitió un inesperado crecimiento en la producción de bienes (13,3% ), lo que a la postre redundó --en conjunto con una baja base de comparación y un mayor número de días hábiles-en un Imacec por encima de las expectativas del mercado (4,5%). Más allá de las circunstancias que la explican, la variación ofrece la esperanza de alcanzar un crecimiento del PIB en torno al 2,5% en 2024, cifra no particularmente exuberante, pero superior al 0,2% de 2023. En el otro extremo, el mayúsculo e inesperado descalce fiscal del año recién concluido agrega presión a las finanzas del Estado.
Sumando este caso a lo que ha sido una secuencia de equivocaciones técnicas, la Dirección de Presupuestos (Dipres) ahora proyecta un déficit de 2,9% del PIB para 2024, muy por encima del 1,9% anticipado en la Ley de Presupuesto.
El origen del grave error se encuentra en una sobreestimación de los ingresos fiscales, que se había proyectado serían cercanos al 24% del PIB, pero que solo llegaron al 21,9%. Tal como era de esperar, el espectro político se dividió frente a las cifras. Así, el oficialismo festejó el dato puntual de actividad económica.
El entusiasmo fue tal que el mismo Presidente de la República afirmó ayer equivocadamente que un crecimiento del 2,5% sería el mayor en 11años, desconociendo que en 2018 el país creció un 4%. Por su parte, la oposición puso la mirada sobre las gigantescas obligaciones financieras que Chile deberá enfrentar durante los próximos años en materia, por ejemplo, de pago de intereses. Dichas obligaciones son el resultado de la acumulación de años de descalces entre ingresos y gastos del Estado, los que se acrecentaron a partir del cuarto trimestre del 2019 y, luego, durante la pandemia. En este sentido, una crítica justa a la gestión de Hacienda bajo la administración Boric debe apuntar al incumplimiento de sus metas autoimpuestas, lo que ha agravado la ya compleja situación financiera del Estado. Un tema ineludible al analizar las razones del inesperado mayor déficit pasa por la seguidilla de errores técnicos que han marcado la labor de la Dipres durante la gestión de su actual directora, Javiera Martínez.
Estos han incluido una sobreestimación de los ingresos generados por la repatriación de capitales (se alcanzó solo un 15,6% de lo inicialmente estimado), una falla en la estimación de los ingresos durante la Operación Renta de 2024 (cayeron un 9,7%, lo que llevó a un inesperado ajuste), y la sobreestimación de los ingresos provenientes del litio y por el impuesto a los tabacos. El conjunto obligó a realizar adecuaciones presupuestarias que generaron en noviembre pasado tensiones entre Hacienda y los gobernadores regionales.
A su vez, el Consejo Fiscal Autónomo recomendó la revisión de los modelos de proyección y datos utilizados por los equipos de la Dipres, lo que debería ser complementado por los resultados de una asistencia técnica que en este momento desarrolla el Fondo Monetario Internacional. Cabe recordar que en noviembre pasado los técnicos del organismo internacional estuvieron en Chile realizando su última misión de consultas. El informe final de esta debe conocerse próximamente. Es evidente que, por su naturaleza, las cifras económicas pueden estar sujetas a ajustes y revisiones. Sin embargo, errores constantes en la misma dirección (en este caso, la sobreestimación de ingresos) sugieren fallas sistemáticas que deben ser corregidas a la brevedad.
En este sentido, las palabras del ministro de Hacienda, en cuanto a que las diferencias entre las proyecciones y las cifras efectivas son "relevantes", implican un reconocimiento de la existencia de problemas dentro de su cartera, los que, frente a las múltiples alertas, probablemente debieron haber sido resueltos con anterioridad. Agravar el legado con falencias técnicas por parte del capital humano dentro de la Dipres torna aún más complejo el desafío de hacerse cargo de una deuda pública que supera el 42% del PIB. Errores constantes en una misma dirección hablan de problemas dentro de esa repartición que urge corregir a la brevedad..