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Desigualdades y Sistema Fiscal: El reto pendiente
Desigualdades y Sistema Fiscal: El reto pendiente ColumnaFelipe Salce Díaz director ejecutivo de Centro Contribuyea desigualdad en Chile sigue siendo uno de los mayores retos que enfrenta el país.
Un análisis reciente de Oxfam destaca que, en Chile, el 1% más rico ha logradoquedarse con casi una cuarta parte de la nueva riqueza generada en las últimas décadas, mientras que la mitad más pobre dela población ha recibido una porción mínima, un escaso 1,7%. Esta concentración deriqueza en ma"os de unos pocos no es casual, sino el resultado de decisiones políticas y un sistema fiscal que, en lugar deEsta concentración de riqueza enmanos deunos M pocos no es casual, resultado de decisiones sinoelpolíticas que, en lugar demitigarlasy un sistema fiscal mitigarlas desigualdades las amplifica. Por ejemplo, enlas amplifica. cute lossectoresmásdesigualdades, mática y la mejora de los servicios públicos. En teoría, el siste'ma tributario debería servir para redistribuir la riqueza y financiar bienes y servicios esenciales, pero en la práctica está profundizando las disparidades. Ante esta situación, varias organizaciones de la sociedad civil dela región y del mundo han comenzado a exigir cambios urgentesenel sistemafiscal. Recientemente, en Fundación Centro Contribuye participamos de la campaña +Datecuenta liderada por Oxfam, donde participaron más de30 organizaciones delasociedad civil de América Latina. EnChile, al igual queenelresto de países dela región, esindispensable que quienes concentran la mayor parte de los recursos económicos contribuyan de manera proporcional asu capacidad. Solo a través de una reforma tributaria más justa se podrá reducir la brecha económica y garantizar un acceso más equitativo a servicios básicos como la salud, la educación y el bienestar social. Enesta materia, recientemente Brasil ha dado un pasoimportanteal liderar en el G20 una iniciativa para gravar a nivel globala los ultrarricos. Este avance demuestra que es posible implementar políticas globales que promuevan mayor equidad, y que los cambios necesarios no son una ilusión.
Sin embargo, Chile también deberá adoptar y aplicar este tipo de reformas a nivel local si realmente aspira a construir una sociedad más justa. vulnerables aportan casi 45 centavos en impuestos por cada dólar que ganan, mientras que los más acaudalados apenas contribuyen con 20 centavos. Este desequilibrio fiscal no solo perpetúa la desigualdad, sino que también deja al gobierno sin los recursos necesarios para abordar problemas críticos como la pobreza, la crisis cli-.