Las presiones locales podrían complicar el afán proteccionista de EE.UU.
Las presiones locales podrían complicar el afán proteccionista de EE.UU. El futuro de las medidas arancelarias contra varios países por parte de Donald Trump podrían tener entre sus mayores detractores a los propios estadounidenses, aseguran los expertos.
Desde la arista política, Pablo Lacoste, analista internacional de la Usach, asegura que “subir los aranceles asusta y causa un daño a los países proveedores, pero también daña la economía estadounidense, porque la hace poco competitiva, porque sus productos van a tener proveedo-desafío a todas las economías que exportan la mayoría de sus bienes a Estados Unidos de buscar destinos alternativos”, pero explica de paso que “las medidas de Trump no son buenas en general para el comercio internacional en un mundo globalizado. Está estudiado teóricamente que las pérdidas de este tipo de restricciones siempre serán mucho más grandes que los eventuales beneficios que puedan causar en los sectores muy específicos que se busca proteger.
Creo que se van a terminar reversando, entre otras, por las presiones de los mismos consumidores norteamericanos y del mismo tejido empresarial, que serán los principales afectados”. res más caros y los va a hacer más caros que no van a poder ser vendidos ni en el mercado interno.
Es lo que hizo el peronismo en Argentina, la economía allá está cerrada hace 80 años, no puede competir yno puede salir de ahí”. Coincide Óscar Guevara, investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Finis Terrae, quien complementa que “efectivamente la guerra arancelaria plantea un. Terminará perjudicando a los productores locales, quienes perderán competitividad. Ford es una de las compañías que ha presionado a Trump. / geT