Estado de excepción y atentados
El 16 de mayo pasado se cumplieron tres años desdela instauración del estado de excepción constitucional de emergencia en la Macrozona Sur, territorio alas provincias de Biobío y Arauco, así como la Región de La Araucanía. Se debe recordar que fue cl 12 de octubre de 2021 -bajo el gobierno del expresidente Piñera (Q.E.P. D)- que se impuso por primera vez el estado de excepción de emergencia en las provincias de Arauco, Biobío, Malleco y Cautín. La última renovación de ese estado de excepción serealizó el 11 de marzo de 2022, justo el día del cam bio de mando donde asumió el Presidente Gabriel Boric.
Luego de eso, la administración entrante decidió no perseverar en la medida, argumentando que la mejor manera de resolver los conflictos era “conversando”. Por ello, la primera actividad oficial del co La Araucanía fue la visita de una comitiva liderada por la ministra del Interior de la época, Izkia Siches, a Temucuicui, la que fuc abruptamente interrumpida por disparos al uire y quema de árboles que finalmente frenaron el recorrido.
El periodo posterior estuvo marcado por una seguidilla de graves atentados que llevaron a que el 16 de mayo de 2022 el gobierno de Gabriel Boric cam biara diametralmentesu posición inicial y publicara el decreto que implantó nuevamente el estado de excepción constitucional de emergencia para el “resguardo delas rutas” dela Macrozona Sur por 15 días, de que“en reiteradas oportunidades” "puesto en peligro la integridad física cincluso la vida de las y los trabajadores y las personas que hucen uso de (las) vías”. Así, la medida se hu mantenido vigente durante tresaños, reduciendo significativamente los hechos de esta naturaleza en la macrozona sur, pero -tal como se ha observado a nivel provincial en los recientes ataques a la Central Rucalhue (20 de abril) y las faenas forestales de Mulchén (23 de mayo) sin evitar del todo su ocurrencia.
Es sin duda preocupante que aquello que en su momento se planteó como “una medida extraordinaria”, parece haberse convertido en el eje eentral sobre el cual muchas comunidades del sur de Chile han logrado encontrar algo de normalidad en su quehacer cotidiano.
Por un lado, es imposible pensar ca la posibilidad de levantur esta medida, pero -por otrosurge la necesidad de reforzar el trabajo para avanzar de forma más clara en la desarticulación de los grupos que, amparados en una causa, tanto daño y terror provocan en nuestro territorio.