Autor: Doctora Yeny Concha Cisternas Académica Investigadora Universidad Santo Tomás Directora Magíster en Gerontología Clínica Interdisciplinar UST
COLUMNAS DE OPINIÓN: ¿Cómo estamos tratando a las personas mayores hoy?
COLUMNAS DE OPINIÓN: ¿ Cómo estamos tratando a las personas mayores hoy? Doctora Yeny Concha Cisternas Académica Investigadora Universidad Santo Tomás Directora Magíster en Gerontología Clínica Interdisciplinar UST ¿ Cómo estamos tratando a las personas mayores hoy? Chile envejece y con ello crece también nuestra responsabilidad. El abuso hacia las personas mayores mayores existe y no siempre adopta formas visibles. Debemos mirar más allá de los golpes o las negligencias negligencias extremas. El verdadero verdadero desafío está en identificar las formas sutiles, cotidianas y normalizadas normalizadas con las que muchas veces negamos dignidad a quienes quienes envejecen. El silencio, la indiferencia indiferencia o la infantilización también también son formas de violencia. En Chile, según cifras de la campaña campaña gubernamental “Por un buen trato a las personas mayores”, el 16 % de este grupo ha sido víctima de algún tipo de maltrato.
El dato es alarmante, pero más inquietante aún es pensar en lo que no se denuncia: denuncia: aquellas situaciones que, aunque no están tipificadas como delito, deterioran la autonomía y la autoestima de las personas mayores mayores día tras día. Hablarles como si fueran niños, decidir por ellas sin consultar, restarles valor a sus opiniones o excluirlas de los espacios espacios sociales no son gestos menores. menores. Son expresiones de una cultura que, muchas veces, asocia la vejez con incapacidad, dependencia o inutilidad. inutilidad. Según el Censo 2024, el 14 % de la población nacional tiene 65 años o más, es decir, uno de cada siete chilenos es una persona mayor. No es un grupo pequeño, ni tampoco tampoco una categoría homogénea.
Hay quienes están activos, autónomos, liderando comunidades, cuidando nietos o incluso emprendiendo, pero también hay quienes enfrentan enfrentan la vejez con fragilidad física, social y económica, y ahí es donde el trato digno se vuelve aún más urgente. Promover el buen trato no puede reducirse a campañas de sensibilización sensibilización o publicaciones en redes sociales.
Requiere cambios concretos concretos y sostenidos en la forma en que nos relacionamos dentro de las familias, en el diseño de los servicios servicios públicos, en la formación de los profesionales, y en cómo hablamos hablamos de la vejez en los medios de comunicación. Es un compromiso que debe cruzar lo institucional, lo comunitario y lo íntimo.
Es momento de mirarnos con honestidad honestidad y preguntarnos: ¿ estamos realmente escuchando a las personas personas mayores? ¿ Respetamos sus decisiones, decisiones, sus tiempos, sus historias? ¿ O seguimos viéndolas como sujetos sujetos pasivos, dependientes, a quienes quienes se debe controlar o proteger sin preguntar? Detrás de cada cifra hay un rostro, una historia, el trato que demos hoy a quienes transitan la vejez será, probablemente, el que recibamos mañana..