Deterioro de la comprensión lectora
Deterioro de la comprensión lectora L os resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior, PAES, han dado indicios de cambios importantes en la comprensión lectora de los egresados escolares, los que constituyen una señal de alarma para el país.
En efecto, desde noviembre de 2022, cuando se tomó por primera vez, sus resultados han mostrado un progresivo deterioro, que queda en evidencia al comparar los 643 puntos promedio obtenidos en esa oportunidad con los 596 logrados en su última versión.
Aunque el examen está recién asentándose, su diseño, en principio, haría que sus resultados sean comparables a lo largo del tiempo; de ser así, implicaría que ya se habría detectado una disminución notoria en la capacidad de comprender la lectura en los escolares chilenos. Es interesante anotar que en matemáticas no se observa la misma declinación, sino, al contrario, un aumento en los puntajes. Las explicaciones despiertan toda clase de hipótesis.
Para algunos profesores universitarios, se trata de una realidad que han venido observando por años y que atribuyen a una pérdida del hábito de lectura, reemplazado por la rápida mirada a las redes sociales, con sus mensajes breves. Estas redes suelen ser culpadas por muchos cambios significativos, pero no es fácil encontrar evidencias que las puedan sindicar como responsables de tantas transformaciones. En cualquier caso, si fuera esa una explicación válida, los sistemas educacionales deberán convivir con ellas en el futuro, pues no hay señal alguna de que vayan a disminuir su prevalencia. Más aún, los educadores deberán considerarlas como un nuevo desafío.
Hay quienes advierten un fenómeno más amplio, que caracterizan como la pérdida de valor de las humanidades, lo que haría más difícil conseguir que los jóvenes dediquen tiempo a leer textos más largos y profundos, y adquirir así una genuina capacidad de comprensión. También se mencionan los efectos de la pandemia y es posible que todas las explicaciones tengan algún grado de validez ante un fenómeno multicausal.
Con todo, sin lugar a dudas, el hecho principal que debe concernir a los educadores es la falta de logros en la adquisición de la capacidad de leer entre los alumnos de primero y segundo básico. Todo niño debería comenzar su tercer año de enseñanza con esa facultad ya consolidada, pero no sucede así y existe un porcentaje relativamente alto que termina dos años de educación básica sin saber leer. Más aún, se ha detectado una proporción significativa que no puede leer en cuarto básico y, según datos aislados, también hay un número que finaliza sus estudios sin poder acceder a la lectura. La capacidad de leer es una de las cosas más importantes que debe proporcionar la educación.
El estudiante lector consigue acceso a miles de campos informativos, pero además es indispensable para toda la educación, incluso para las ciencias y la matemática, pues solo leyendo se puede comprender y profundizar los elementos fundamentales para conocer el mundo en que vivimos e interesarse por él. La capacidad productiva de un país no puede sostenerse si sus trabajadores no leen o no comprenden lo que leen. Se acumulan en este ámbito señales que debieran encender alarmas..