Autor: ) Dr. Mauricio Albornoz Olivares, Decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y filosóficas, Universidad Católica del Maule.
COLUMNAS DE OPINIÓN: el software divino que supera lo artificial
COLUMNAS DE OPINIÓN: el software divino que supera lo artificial E stamos en estos días viviendo la Semana Santa.
En efecto, con el Domingo de Ramos, comienza la celebración de la semana más importante del año cristiano, que se ofrece en un contexto epocal de relativización de la fe, de aumento de la increencia, y de reivindicación de lo comercial, como nos recordó el polémico anuncio de la apertura del retail en Viernes Santo.
En un país cada vez menos creyente como el nuestro, los signos litúrgicos y religiosos se mezclan híbridamente en el entramado social que hace prevalecer la pérdida de lo gratuito de estos días en torno al misterio de la fe. Viviremos en Semana Santa, como ya lo describía Dodds, como paganos y cristianos en una época de angustia. Qué decir entonces de esta semana central para el mundo creyente en medio de este híbrido social.
Lo único que podemos decir con humildad y gozo sin fin, es que Jesucristo ha vencido la muerte y que no hay pesadumbre humana que no pueda encontrar satisfacción plena y trascendente en un hecho extraordinario: ¡ El Señor resucitó! Esta es la exclamación que después de dos mil años sigue fascinando la existencia de millones de personas en nuestro país y en el mundo, que interpela a los mismos creyentes, y exhorta a aquellos que no lo son a la eterna pregunta sobre el sentido que buscamos en nuestra corta vida.
Con todo, cada celebración de la Semana Santa presenta su característica particular, y el Domingo de Ramos despierta el tradicional anhelo de ver el triunfo de Jesús proclamado que viene a ofrecer el signo de Dios por excelencia, aclamado con palmas y vítores. La entrada triunfal, la entrega total, el padecimiento absoluto y la gloria definitiva. Los datos ofrecidos en Semana Santa nos hablan de un Dios que supera la sospecha y confía sorprendiendo, a modo de un software perfecto, no artificioso, sino plenamente humano.
Los días de la Semana se ofrecen a modo de un compendio, las noticias esenciales de la vida cristiana se funden con la vida humana no artificialmente sino plena y perfectamente en el todo de lo humano. En efecto, cada hito de la Semana recoge los datos de nuestra identidad, los procesa y los vuelca a la propia humanidad, para el servicio de ella.
La tarde del Jueves Santo conmemora la institución de la Eucaristía; el viernes se dedica entero a la evocación de la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz; durante el sábado la Iglesia medita el descanso de Jesús en el sepulcro. Por último, en la Vigilia Pascual, revivimos la alegría de la Resurrección; toda la inteligencia de Dios vaciada en su entrega. He aquí la novedad con la que podemos encontrarnos en esta época de artificiales inteligencias, procurando entrar en la existencia del otro.
Jesús por el amor es capaz de atravesar no sólo las puertas cerradas, como nos narran los Evangelios (Jn 20,19). Puede atravesar la puerta interior entre el yo y el tú, la puerta cerrada entre el ayer y el hoy, entre el pasado y el porvenir. Es la inteligencia divina que busca humanizar nuestras artificiales relaciones. Cuando nos encontramos nos conocemos en el mismo Señor, en la misma fe, en la misma esperanza, en el mismo amor que nos conforma. Los creyentes y no creyentes nunca seremos totalmente extraños el uno para el otro, pues poseemos una luz que nos constituye (Ef 2,13). Esta luz ilumina la oscuridad. Puedo esconderme y pasar mi vida en la penumbra. Pero nosotros no hemos sido llamados a las tinieblas, sino a la luz.
En las promesas bautismales encendemos, por así decir, nuevamente, año tras año esta luz, que viene a ser nuestro regalo pascual en la noche de la Resurrección y nuestro principal desafío. ¡¡No lo dejemos pasar! ! Semana Santa: el software divino que supera lo artificial Dr. Mauricio Albornoz Olivares, Decano de la Facultad de Ciencias Religiosas y filosóficas, Universidad Católica del Maule..