Autor: GABRIEL PARDO
Varela y el estallido: “Creo que a partir del segundo gobierno de Bachelet Chile se envenenó”
Varela y el estallido: “Creo que a partir del segundo gobierno de Bachelet Chile se envenenó” El abogado y columnista, a cinco años del 18-OGerardo Varela entrevistó el jueves en “El Mercurio” al ex primer ministro británico Boris Johnson, figura del Partido Conservador, a quien califica de “gran personaje”. Con él conversó sobre la historia de Winston Churchill, la defensa de Johnson del Brexit y el actual estado de Chile.
Durante el evento, organizado por Picton y este diario, los cinco años del estallido estuvieron también sobre la mesa, así como las crisis que enfrenta la democracia, y se destacó que el presidente Sebastián Piñera logró darle una salida institucional a la crisis iniciada a partir del 18 de octubre.
En la misma línea, Varela abogado y exministro de Educación durante esa administración escribió la semana pasada una columna en la que llamó a “no olvidar” a distintos personajes y su actuación posestallido, refiriéndose a “héroes y villanos”. De hablar rápido y sin tapujos, el abogado profundizó su interpretación de los hechos ocurridos y cómo han incidido en el escenario actual.
Usted señala que hay que agradecer a personas que “nunca perdieron el norte, como Carlos Peña o Cristián Warnken”, que contrariando a muchos de su sector “no se entusiasmaron con la violencia octubrista”. Lo que era popular, lo que se veía como cool, era lo que estaban haciendo algunos líderes de opinión, como en la televisión, que se subían a decir que Chile cambió, se subían al descontento, a que había una crisis social dramática. Pero estas personas a las que aludo jamás desconocieron que hay un tema social y que es permanente, el que lamentablemente no se soluciona sin crecimiento, sin desarrollo. Ahora, ¿eso justifica hechos de violencia y que la clase política incumpla sus deberes constitucionales? Nunca, jamás. Y ellos pusieron el acento en eso. El derecho por sobre los hechos, las instituciones por sobre la violencia, y eso los hace destacarse.
Tuvieron la cabeza fría, la sensatez y la mirada larga para decir “esto no es correcto y nada bueno va a salir de ahí”. También defendió el rol de Sergio Micco, en el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), quien fue muy criticado por sectores de la izquierda y se le pidió constantemente la renuncia. Claro, él estaba en una situación imposible, porque el INDH no es una institución de centroizquierda, está capturada por la izquierda radical, que usa los DD.HH. como pretexto para tomar el poder. La izquierda radical demuestra que en todos los países que ha gobernado termina siendo una opresora de la democracia y de las libertades personales.
Hay que recordar que los carabineros estaban en estado de shock, con medios muy modestos, con poco apoyo político y que no eran para nada “violadores sistemáticos de derechos humanos”. Estaban enfrentados a una situación fáctica imposible, a una lucha callejera.
Usted dijo “no nos olvidemos de Tonka, Julio César Rodríguez y otras figuras de la farándula que desde su influencia, riqueza y frivolidad transformaron en héroes a los que quemaban y saqueaban, y en villanos a los uniformados que en jornadas extenuantes enfrentaban a pirómanos y saqueadores”. ¿Por qué?Bastaba ver algunos matinales. Es lo que hacían. Tuvieron una muy mala influencia, muy frívola. Cuando se tiene la capacidad de influir en la opinión pública lo que no se debe hacer es subirse a la ola de ese incendio y echarle bencina, hay que tratar de poner paños fríos. Pero hicieron lo primero. Por otro lado, ha defendido a uniformados que fueron cuestionados y juzgados por sus actuaciones en los días posteriores al estallido, como Crespo, Maturana o Zamora... Yo he analizado bastante esos casos. Por ejemplo, el caso de (Patricio) Maturana.
Varela se refiere al capitán de Carabineros que hirió a la hoy senadora Fabiola Campillai, quien perdió la visión, después de lanzar lacrimógenas, y dice: “Él estaba trabajando desde las 6:00 de la mañana, y esto ocurre a las 20:20 de la noche. Los invito a estar 14 horas enfrentados a piedrazos, insultos, gritos, deshidratación y seguir pensando con frialdad. El único error que comete Maturana, porque cumple una orden, es disparar un detonador con tres bombas lacrimógenas. Dispara a 50 metros, bastante lejos, y el error es que dispara a menos de 45 grados. Él estaba con licencia, ción de Piñera) un ministro hablaba de regalar flores y en este gobierno vemos a un subsecretario acusado de violar a una subalterna. Estamos hablando de grados de magnitud descomunales”. ¿Cuál es su visión de esa polémica?La verdad, no entiendo que hayan esperado 48 horas para que (Manuel Monsalve) le informara a su familia. Yo creo que aquí lo primero era “pon tu cargo a disposición. Retírate”. Creo que hay un grueso error de juicio de sus superiores, pero como este gobierno está lleno de influencias, tienen que llamar al Partido Socialista, llamar a este otro, y nadie toma decisiones. El Presidente no es un tomador de decisiones. ¿Por qué no sería un tomador de decisiones?Porque no sabe. Es como que a mí me pusieran a cargo de un quirófano. El Presidente Boric no tiene experiencia práctica, no tiene experiencia de vida. Compárenlo con Piñera, acostumbrado a manejar a gente inteligente, bajo presión, con competencia. En ese mundo, Piñera va formando su inteligencia y su capacidad de trabajo. Esto se cristaliza años después en su enorme capacidad como presidente.
Usted entrevistó a Boris Johnson y él cree que la derecha en Chile tiene que tener un plan para asumir un gobierno más allá de ganar elecciones. ¿Cree que la derecha tiene un plan?Creo que hay gran coincidencia en los tres grandes ejes que tiene que tener una gestión de gobierno en el futuro. Uno, terminar con la violencia y dar seguridad. En eso, la derecha tiene credibilidad. Segundo, recuperar el crecimiento económico. Un país que no crece no es capaz de satisfacer ninguno de los anhelos sociales que tiene la población. La idea de la izquierda de que basta con subir impuestos y redistribuir es muy mala. Lo tercero es una reforma del Estado. El Estado en Chile se agrandó mucho y cuesta mucho la coordinación. Evelyn Matthei está primera en las encuestas. ¿Podría asegurar que es una carta segura de triunfo?Nadie tiene asegurado nada en este país. En política, una semana es mucho tiempo. Pero todo indica que la figura que genera mayor consenso en el país para presidirlo en este minuto es Evelyn Matthei. Es una persona competente, con trayectoria y querida por la gente. además, porque le habían sacado la mugre en un saqueo y, sin embargo, va a trabajar. El pago de Chile, lo tienen condenado a 12 años”. Pero, ¿cómo responde a los sectores que piden reparación y que enfatizan en las violaciones a los derechos humanos?Hay que ser cuidadosos. Puede haber incidentes delictivos. Un carabinero puede cometer un delito. Aquí no hubo una orden de violar derechos humanos, ni una política de Estado deliberada de violar derechos humanos.
En una de sus columnas sobre el estallido dijo que se cumplen cinco años del “fallido golpe de Estado” a Piñera. ¿Usted cree que eso es lo que pasó?No deliberado ni planificado ex ante, pero sí a propósito de los eventos se produjo lo que los abogados llamamos “paralelismo consciente”. Varios actuando en un mismo sentido. Y por qué lo digo. Primero, cuando las FF.AA. dicen que “no estamos en guerra con nadie”, eso bordea el desacato. Por otro lado, la fiscalía persiguiendo a los uniformados más que a los vándalos. El Parlamento y los mensajes que mandaba la clase política era que no estaban disponibles para un estado de sitio, algo que permite la Constitución.
Entonces, la capacidad operacional del presidente para poner orden quedó muy limitada. ¿Pero eso constituye un “golpe de Estado”?Eso es una suerte de golpe de Estado entre comillas, que combina lo institucional, que son todas las instituciones reaccionando contra la Presidencia, supuestamente subiéndose a la ola del descontento popular. Y por otro lado, la calle, que mezclaba reivindicaciones políticas y un afán de saqueo.
Esta semana, desde los partidos oficialistas recordaron lo que estiman fueron detonantes de la crisis, como dichos desafortunados de ministros de Estado en la administración de Sebastián Piñera, como llamar a regalar flores o levantarse más temprano para ahorrar en el transporte público. ¿Hace alguna autocrítica?Yo siempre soy autocrítico respecto de mí más que del gabinete como un todo.
Creo que tuvimos un problema, porque creo que ganamos la elección con el presidente Piñera, pero no ganamos el poder. ¿Y por qué? Porque el poder está constituido por las ideas políticas que prevalecen en un momento en la sociedad. Yo creo que Chile a partir del segundo gobierno de Bachelet se envenenó... ¿Por qué dice que se envenenó?Se envenenó de resentimiento, de cuestionamiento a la validez de las instituciones. Se creó esta idea de que a la gente exitosa había que bajarla de los patines, reflejado en los estudiantes. La izquierda tiene una gran virtud, y es que cuando critica un sistema lo hace desde hechos particulares y concretos. Y cuando proponen ideas, sin embargo, son de una abstracción universal. Todo el discurso antilucro, antiéxito, se consolidó en torno a la figura del presidente Piñera. Luego, recuerda su experiencia como ministro de Educación: “Descubrí con horror que todos los prejuicios que yo tenía sobre Bachelet eran ciertos. Poner todo el énfasis económico en la educación universitaria era un error descomunal, hasta inmoral.
Todo experto educacional sabe que el partido de la educación se juega en los primeros años”. Varela se detiene y vuelve a la contingencia: “La diferencia es que (en la administra-OLLAVRACNAITSIRCEl Presidente no es decisiones (... ). Porque un tomador de no sabe. Es como que a mí me pusieran a cargo de un quirófano.
ElPresidente Boric no tiene experiencia práctica, no tiene experiencia de vida”. La diferencia es que Piñera) un ministro (en la administración de hablaba de regalar flores y en este gobierno vemos a un subsecretario acusado de violar a una subalterna. Estamos hablando de grados de magnitud descomunales”. (Después del estallido) hubo quienes pusieron el acento en el derecho por sobre los hechos, las instituciones por sobre la violencia, y eso los hace destacarse.
Tuvieron la cabeza fría, la sensatez y la mirada larga para decir estono es correcto y nada bueno va a salir de ahí”.. El analista dice que durante esa administración se enfatizó “en el resentimiento y en el cuestionamiento a la validez de las instituciones”, y destaca a quienes, luego del estallido, mantuvieron la sensatez y la cabeza fría para rechazar la “violencia octubrista”. El abogado y columnista, a cinco años del 18-O Gerardo Varela, exministro de Educación.