EDITORIAL: La deuda histórica con la seguridad de la pequeña minería
EDITORIAL: La deuda histórica con la seguridad de la pequeña minería La reciente tragedia que costó la vida a dos pirquineros en faenas de Illapel y Canela vuelve a remecer a la Región de Coquimbo y a exponer una realidad tan conocida como postergada: la vulnerabilidad que enfrenta la minería artesanal y de pequeña escala. Pese a su aporte productivo y cultural, los mineros de esta región siguen trabajando en condiciones que, muchas veces, bordean la precariedad. No es un hecho aislado. Desde hace décadas, la historia minera regional arrastra una deuda estructural en materia de seguridad laboral, capacitación técnica y fiscalización efectiva. Mientras los precios internacionales del cobre y del oro impulsan la reactivación de antiguos piques y nuevos trabajos subterráneos, muchos de ellos carecen de condiciones mínimas para proteger la vida de sus trabajadores. La pequeña minería no puede seguir siendo el "patio trasero" de la industria extractiva. Requiere con urgencia un reforzamiento real de las políticas de fiscalización, con presencia más activa de SERNAGEOMIN, planes de apoyo técnico por parte del Estado y un compromiso serio con la prevención. No basta con lamentar accidentes, si no se actúa a tiempo para evitarlos. El esfuerzo y la tradición de los pirquineros merecen respeto, y el respeto comienza por proteger sus vidas. La Región de Coquimbo no puede seguir conviviendo con esta normalización del riesgo. El costo humano ya es demasiado alto. La deuda histórica con la seguridad de la pequeña minería La pequeña minería no puede seguir siendo el "patio trasero" de la industria extractiva. Requiere con urgencia un reforzamiento real de las políticas de fiscalización..