Chile y el descarte
Chile y el descarte Oo Columna Juan Pablo Barros Chile y el descarte in la Cuenta Pública, el Esos de la República, Gabriel Boric, anunció la presentación de dos proyectos de ley: uno sobre el aborto legal y otro sobre la eutanasia. Estos temas, profundamentesensibles, han generado un intenso debate en la sociedad chilena, no solo por suimplicancia moral, sino también por sus consecuencias sociales y políticas. La Conferencia Episcopal de Chile (CeCh), en su declarade Chile (CeCh), en su declaraivas, argumentando que atentan contra el valor inviolable dela vida humana. La Iglesiasostiene que la dignidad de todo ser humano es intrínseca, valiosa desde la concepción hastala muertenatural, y no puede ser sujeta a decisiones que busquen resolver problemas eliminando vidas humanas. El concepto de "cultura del descarte", introducido por el Papa Francisco, es clave para entender que nuestrasociedad tiendeaclasificar a las personas en categorías, descartando a quienes no cumplen con ciertos estándares de utilidad o productividad. Este fenómeno, exacerbado por el individualismo y la búsqueda del confort inmediato, se refleja claramente enel debatesobreelaborto y la eutanasia. El aborto no es solo una cuestión de derechos repro: ductivos, sino una amenaza directa a la vida de un ser humano ensuetapa más vulnerable.
Ladeclaración dela CeChenfatiza que cada ser humano, intiza que cada ser humano, intiza que cada ser humano, intiza que cada ser humano, intiza que cada ser humano, intiza que cada ser humano, in*Centro de he cluso en su fase embrionaria, posee una dignidad que debe ser protegida. Este argumento serefluerza conlaafirmación de que la ciencia reconoce al embrión como un individuo humano, diverso delamadre y del padre. Por otro lado, la eutanasia se presenta como una solución errónea al suftimiento. La Iglesia propone que, enlugar deeliminar la vida paraacabar con el dolor, se deben implementar cuidados paliativos adecuados quealivien el sufrimiento sin recurrir a la muerte inducida. La dignidad humana, incluso en condiciones dolorosas, exige respeto y protección. El presidente Boric, en su discurso, llamó a expulsar el monstruo de la desesperanza y a construir un futuro compartido basado en la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, la Conferencia Episcopaladvierte que no se puede lograr estosise olvida a los más vulnerables, incluyendoa los no nacidos. La defensa de la vida por nacer es vista como un pilar fundamental para la protección de cualquier derecho humano. Estedebateinvitaa reflexionar profundamente sobre los valores que queremos sostener: como sociedad. Más allá de las políticas y las ideologías, se trata de una cuestión de principios éticos y morales que definirá el futuro de nuestra convivencia social. Promover el respeto por la vida en todas sus etapas no solo es un desafío para las autovidades, sino una responsabi dad compartida por toda laciudadanía. dadanía. dadanía. dadanía. dadanía. dela: delos Andes (ECU) Uni.