Columnas de Opinión: Plantaciones de marihuana
Columnas de Opinión: Plantaciones de marihuana 0Editorialace pocos días fue encontrada una plantación de marihuana en un predio de Río Bueno. Eran 21 unidades en proceso de crecimiento y se detuvo a la persona involucrada, en un procedimiento de la PDI que seguirá ahora en investigación.
El hecho no ocupó grandes titulares, pero amerita detenerse en él considerando que a nivel nacional se ha detectado un aumento del cultivo de cannabis sativa en áreas rurales y ello ha encendido alertas de la comunidad, los gremios agrícolas y las policías, pues la llamada “narcoagricultura” amenaza severamente la seguridad de los lugares y erosiona la vida de las personas en ellos.
Un recinto con estas característicasrequiere de protección de grupos armados, abre espacios laborales temporales ilegales y con frecuencia paga a los involucrados con dosis de drogas y con dinero fácil de obtener, que luego multiplica el “negocio”. Es decir, instala crimen organizado.
Asíse ha visto con fuerza en la zona entre Coquimbo y Maule, donde las condiciones climáticas de luz solar y humedad son óptimas para esta especie; pero el cambio climático y la baja en la cantidad de lluvias hacen también cada vez más propicia a la zona sur, sobre todo en verano, considerando que las matas solamente necesitan entre 9 y 10 semanas para ser cosechadas. De hecho hay indicios de esta actividad en las raíces de la llamada “violencia rural”, junto a otrosilícitos como el robo de madera.
Además en el norte se ha establecido un control más estricto, luego de desbaratar varias bandas y decomisar casi dos millones de plantas entre 2022 y 2025; 140 mil de ellas descubiertas entre noviembre y enero de este año. Esa mayor represión del delito -como ocurre también en otras áreasgenera traslado de los grupos buscando espacios menos monitoreados.
Mirar esta señal de Río Bueno es necesario; como también observar otras como el reciente asalto a un cajero automático en Mariquina, las bandas instaladas en Máfil; las casas de microtraficantes descubiertas en Paillaco y los laboratorios de drogas instalados en Valdivia.
Todo podría tener relación, entendiendo que el país ya no es un lugar “de paso” para estas actividades; sino un centro de comercialización y, peor aún, de alto consumo.. Una noticia ocurrida en Río Bueno puede ser señal de algo más grave que atender. Editorial