COLUMNAS DE OPINIÓN: Por siempre Cipreses
COLUMNAS DE OPINIÓN: Por siempre Cipreses H ace 70 años se inauguró la central Cipreses, ubicada a poco más de 100 kilómetros al oriente de Talca. José Luis Canales lleva 36 años trabajando en el área de la generación eléctrica, primero en Endesa y luego en Enel. Su padre, José Estanislao Canales Guzmán, laboró otros 42 años en el mismo sector, incluido Cipreses. Incluso su abuela, Tomasa Espinoza, estuvo un tiempo vinculada a la central como contratista. Tres generaciones con pasado en Cipreses. Don José era de la zona del Cajón del Melado. A los 14 años empezó a trabajar en Sidetal, una siderúrgica que funcionaba en el sector de La Mina. Y a los 19 se sumó a los inicios del proyecto de la central Cipreses. Luego, a comienzos de la década del 60 del siglo pasado, se fue a trabajar a la central Abanico en la Región del Biobío. Ahí nació Luis, en el hospital habilitado a escasos metros de la central.
Cuatro de los cinco hermanos nacieron y se criaron en Abanico, bajo un sistema administrativo similar al de la mayoría de las centrales que en esos años promovía Endesa, como parte del Plan de Electrificación Nacional. Años después don José volvió a trabajar a Cipreses. Se retiró en 1995. La familia vivió en la central una parte importante de su historia. José Luis recuerda aquellos años con cariño. "Me crié en un ambiente libre, nuestro patio era la montaña, salíamos a pescar al río, a andar en bicicleta. En los veranos había monitores deportivos que nos enseñaban básquetbol, tenis, vóleibol. También se hacían carnavales y malones". Cipreses es la central, esas tuberías enormes que caen por la ladera del cerro y van a dar a la casa de máquinas donde tres turbinas generan 106 MW. Pero también es el pueblo que se construyó para albergar a los trabajadores de Cipreses y sus familias, y a los de la central Isla que se construiría años después. Casas para las jefaturas y para los obreros, y una infraestructura social que incluía una escuela, teatro, piscina, canchas deportivas, sede social, casino y tenencia de Carabineros. Es este escenario el que generó vida de comunidad y el que, con el tiempo, se transforma en recuerdos como los de José Luis Canales. El espíritu de Cipreses se mantiene, más allá de que el lugar fue abandonado en los 90, y que posteriormente se recuperaron parte de sus instalaciones para apoyar la construcción de la central Los Cóndores.
Hay grupos de cipresinos en redes sociales y hasta hace algunos años, acota José Luis, se realizaban visitas de ex trabajadores que, orgullosos, les enseñaban a sus hijos y nietos la casa en la que vivieron. José Luis estudió en la escuela de Cipreses, la N 16 Naciones Unidas. Los lunes se izaban las banderas de Chile y de la ONU. Asistían no solo los hijos de los trabajadores, sino también niños de sectores cercanos como Los Álamos y La Mina. Con el tiempo cambió su nombre a Escuela G-200 y hoy funciona en Los Álamos. A los 13 años José Luis comenzó a viajar a Talca para estudiar la enseñanza media en el Colegio Salesianos. Luego entró a la Universidad de Talca a ingeniería de ejecución en mecánica, y posteriormente en la Universidad Arturo Prat sacó el título de ingeniero civil industrial. Trabajó en las hidroeléctricas Huasco y Pehuenche y en la termoeléctrica Bocamina. Estuvo 13 años en Santiago en cargos de jefatura. Un largo recorrido que lo llevó incluso a Colombia. Pero siempre tuvo en mente a Cipreses. Tanto así que el 2021 pide su traslado. "El regreso fue con mucha emoción. Era volver al origen, a las montañas que me vieron crecer, a recordar vivencias de infancia". José Luis Canales es el responsable de operación y mantenimiento de Cipreses. Sabe perfectamente el valor patrimonial de sus instalaciones y de su entorno de biodiversidad, fue parte de su historia y destaca el interés de Enel por promover su puesta en valor.
Recientemente se realizaron actividades conmemorativas de los 70 años de la central Cipreses. "Cipreses está en la retina de muchas personas que crecieron y se educaron ahí, es un patrimonio humano y arquitectónico precioso", concluye José Luis. La central hidroeléctrica cumple 70 años mirando al futuro.
Los recuerdos de sus años dorados cuando sus trabajadores disfrutaban de las comodidades de sus instalaciones, se mezclan con el interés por preservar su valor patrimonial En primer plano un precario puente y atrás la sala de maquinas durante el proceso de construcción de Cipreses. La construcción de Cipreses fue parte del Plan de Electrificación Nacional de Endesa. Cipreses utiliza las aguas del río del mismo nombre, afluente del río Maule, que nace en la laguna La Invernada. Parte de la infraestructura que se habilitó para acoger a los trabajadores de Cipreses..