La clave está en nuestro interior
La clave está en nuestro interior OpiniónUna delas principales preocupaciones de los últimossigloshasi do cómo contener y racionalizar al poder, en atención a los claros abusos que históricamente se han cometido y se siguen cometien do gracias aél.
Para lograr al menos en parte este objetivo, se ha procedido a re gular dicho poder mediante normas jurídicas, de tal forma de esta Blecer de antemano sus facultades y también a dividirlo en diferen. tes órganos, no sólo para debilitarlo, sino también para que cada uno por separado pueda realizar mejor su función.
Todolo anteriorconstituye un gran avance, sin lugara dudas, co. mo se ha señalado aquí más de una vez, pues a fin de cuentas, le resulta más difícil abusar a un poder regula do que a otro que no lo está. Sin embargo, la clave para enfren: tar este problema radica en las con: cepciones morales de las personas que encarnan estos órganos premu: nidos de poder. Situación compleja enla actualidad, en que muchos con: sideran que lo bueno y lo malo es determinado por cada uno subjetivamente de acuerdo con sus parti culares y cambiantes circunstancias.
Es por eso que hoy existen de: bates éticos tan profundos en nuestras sociedades Sien la actualidad casi no contamos con acuerdos mínimos res. pecto del bien y del mal, ¿alguien cree que sólo bastará con regular jurídicamente al poder para evitar sus posibles abusos? Claramente no, puesen buena medida, esta regulación viene a ser se dirige.
De ahí que por regla algo foráneo a los sujetos a quienes muy general, las normas jurídicas se conformen sólo con un cum: sin importar el ánimo plimiento externo de lo que ellas establecen, O intención que tenga la persona que actúa. Poreso poseen unasan ción coactiva, esto es, que puede acudir al uso de la fuerza física pa. ra imponerse en caso de desobediencia. Poreso no tiene mucho mérito obedecer normas jurídicas, si ello se hacesólo o prioritariamente por miedo al castigo: la persona no progresa como tal con esta actitud.
En consecuencia y sin negar la importancia de esta regulación jurídica, la clave para limitar al poder son las convicciones mora: les (o. como se dice hoy, los valores) de las personas que encarnan los cargos premunidos de poder. Y lo es, porque reflejan el interior de las personas y por tanto, su manera de ser y de actuar.
De ahí entonces que más que la regulación externa que se gene re para limitar al poder, lo importante son las convicciones inter nas de las personas a quienes se dirigen. ¿Porqué? Porquesin ellas, las nor mas jurídicas (y externas) sólo seránacatadas a la fuerza, esto es, mientraslos castigos con que amenazan sean efectivos. Pero apenas se puedan elu dir dichos castigos, se buscará el mo do de desobedecerlas.
Y la situación empeora sobrema nera si este fenómeno se da en la ge neralidad de quienes detentan los cargos de poder dentro de un Estado, pues a la desobediencia in: dividual se suma el efecto exponencial de la corrupción grupal, al ayudarse unos a oLros. Por eso, mientras sólo se genere esta regulación exterior, seguire mos con el mismo problema -de cierta ma. nera, estaremos “esquivando el bulto”, pues la clave se encuentra en nuestro interior.
MAX SILVA ABBOTT Doctor en Derecho, profesor de Filosofía del Derecho Universidad San SebastiánLa situación empeora si este fenómeno se da en la generalidad de quienes detentan los cargos de poder pues a la desobediencia individual se suma la corrupción grupal, al ayudarse unos a otros.. Opinión