Giorgio Bianchefti: la historia del quillotano que celebró un siglo de vida
Giorgio Bianchefti: la historia del quillotano que celebró un siglo de vida Con cien años cumplidos, cumplidos, Giorgio Bianchetti representa una historia de vida marcada por el trabajo, la familia y el arraigo a la tierra.
Nacido el 2 de mayo de 1925 en una familia de origen genovés, este vecino de Quillota ha sido testigo y protagonista de un siglo de transformaciones, siempre fiel a sus valores y pasión por la agricultura. Hijo de inmigrantes itallanos que llegaron a Chile a principios del siglo XX, Bianchetti creció con un fuerte vínculo con la naturaleza naturaleza y el esfuerzo. Desde joven, encontró en el cultivo de paltas su vocación, plantando plantando sus primeros árboles Hass tras adquirirlos a un productor californiano. Y su compromiso con la agricultura lo llevó a convertirse en una figura reconocida dentro del mundo rural quillotano, donde se estableció definitivamente definitivamente en los años 40. Más allá del campo, su vida familiar ha sido otro pilar fundamental. Casado con Carmen Sánchez, su compañera de toda la vida, formaron una familia junto a su hija Susana y su nieta Susan Peggy. Los valores de unión, cariño y compromiso han sido una constante en su historia personal. Uno de los episodios más recordados por Bianchetti fue su paso por Estados Unidos, donde vivió y trabajó durante varios años en Boston, Massachusetts. Allí se desempeñó en el reconocido Hotel Lenox, donde su ética de trabajo, dedicación dedicación y trato humano le valieron múltiples reconocimientos. Esa experiencia, según cercanos, fue una fuente de orgullo y crecimiento personal para él. Hoy, al cumplir 100 años, Giorgio Bianchetti continúa siendo un ejemplo de vitalidad y sabiduría. Disfruta de sus días en Quillota, donde aún se le ve paseando con buen ánimo, degustando un cappuccino y compartiendo anécdotas de una vida llena de historias. Su centenario no solo celebra la longevidad, sino también la huella que ha dejado en su comunidad. Giorgio es un símbolo vivo de esfuerzo, migración, identidad y arraigo, y su historia sigue inspirando a las nuevas generaciones que lo rodean. Giorgio Bianchelti fue agasajado por sus seres queridos durante su cumpleaños..