Autor: DIERK GOTSCHLICH y FERNANDA AROS
Comercio ambulante copa el centro de Santiago: locatarios exigen medidas efectivas
Comercio ambulante copa el centro de Santiago: locatarios exigen medidas efectivas Cal y Canto, 16 de abril Cal y Canto, 21 de abril Barrio Meiggs, 12 de mayo NAITSIRCOLLAVRAC ZEABEPILEF.
ZERÉPANERACAM Barrio Meiggs, 10 de mayo NOTA ROTCEHANEVARA “Durante años se ha hablado de operativos y promesas de soluciones, pero en la práctica, el problema persiste”, reclama Héctor (58), dueño de un almacén en las cercanías de la Plaza de Armas, sobre los vendedores ambulantes con los que compite. A su pesar, observa a diario el comercio informal tomando la vía pública en el centro de Santiago, cuyo deterioro se agudizó a partir del estallido de 2019 y siguió ahondándose en los años siguientes. La presencia de vendedores irregulares se extiende a barrios como Lastarria, Cal y Canto, Alameda y Meiggs, entre otros. En todos ellos, los locatarios comparten la percepción de que la informalidad ha impactado tanto en sus ventas como en la seguridad.
Camila Gutiérrez (29), trabajadora de una fuente de soda cercana al Paseo Puente, cuyos alrededores están atestados de puestos informales, afirma que “por muy turística que sean estas zonas, el comercio ambulante echa a perder la armonía del sector”, y cuestiona que “no parece frenar, al contrario, aumenta progresivamente”. “No ha habido cambios” Lorena Catalán (32), quien trabaja hace dos años en un almacén de Lastarria y vive en Santa Lucía, dice que los clientes prefieren otros sectores gastronómicos porque “son más limpios y no hay tanto escándalo con los griteríos, además de ser más seguros”. Cerrajero con años de experiencia en la Alameda, Carlos Reyes (71) asegura que “se ve una gran cantidad de puestos, sobre todo fuera del metro U. de Chile.
Eso ha llevado al cierre de varios negocios formales”. En el barrio Meiggs, emblema del problema del comercio informal, Juana Aguilera (49), locataria de San Alfonso, reclama que “a quienes trabajamos legalmente nos hacen problemas para darnos la patente, mientras si te vienes caminando desde Blanco Encalada hasta San Alfonso, está lleno de ambulantes”. Cuestiona que “no ha habido cambios desde que asumió el nuevo alcalde”, el 6 de diciembre. Mariana Álvarez (20) trabaja en el mall Arauco Estación y opina que “sigue igual, es un problema que se mantiene. Hay demasiado comercio ambulante y se genera mucho desorden.
Hay momentos en que los sacan, pero después vuelven o se instalan en otra parte, entonces no hay una solución real”. Coincide Lorena Pizarro (51), vendedora de la calle Sazié, q u i e n a ñ a d e q u e “cuando hacen operativos es porque sale algún video o muere alguien.
Ahí viene la tele, dura uno o dos días, y después vuelve a ser lo mismo”. A juicio de Verónica (44), empleada de una tienda exportadora y distribuidora de productos extranjeros, “los clientes andan con miedo, piensan que los van a asaltar.
No es por discriminar a la gente que vende por necesidad, pero hay muchos que se aprovechan y tienen mafias”. Alcalde Desbordes apunta a coordinación con entes estatales En su programa de campaña como candidato a la alcaldía, Desbordes proponía una “fuerte fiscalización del comercio ilegal y creación de espacios formales para los emprendedores”, así como “toleranLastarria, 13 de enero Lastarria, 15 de abril OCUPAN VEREDAS.
El problema se arrastra desde la administración de Irací Hassler (PC). En la foto, durante las primeras semanas de cia cero al comercio ilegal: uso de tecnologías de videovigilancia para controlar el comercio informal”. Consultado por el desafiante escenario que genera el comercio ambulante para su gestión, el alcalde Desbordes respondió ayer que “la comuna de Santiago tiene un grave problema con el comercio ilegal en distintos barrios.
Para esta problemática, y otras tantas que afectan a la comuna, contamos con 350 guardias municipales, lo que nos permite tener unos 60 por turno en las calles, y nuestro compromiso es que, en los próximos tres meses, vamos a duplicar esa dotación”. El jefe comunal añade que “lamentablemente, eso no es suficiente, no nos alcanza para solucionar problemas en barrios come rc i al e s c o m o Fr anklin o Meiggs”, y que “se debe tener presente que no es lo mismo lo que pasa en esos barrios con lo que pasa en Lastarria, Mapocho u otros.
Son problemáticas completamente diferentes”. Desbordes defiende que “para abordar las diversas realidades, hemos estado trabajando con privados en los distintos barrios, en particular con las cámaras y asociaciones de comercio, para que, con los recursos adicionales que ellos puedan aportar, podamos incrementar la fuerza de seguridad municipal y así suplir, de alguna manera, la falta de carabineros”. El edil apunta al fenómeno de que, tras los operativos en que se retiran los puestos informales, estos vuelven a instalarse: “Ahí es donde estamos trabajando en distintos proyectos que aborden esta problemática de manera integral, en seguridad, limpieza, utilización eficiente de espacios públicos”, y también menciona la coordinación con los distintos organismos del Estado. A cinco meses del cambio de administración municipal, con la llegada del alcalde Mario Desbordes. “El Mercurio” recorrió los barrios de Alameda, Cal y Canto, Lastarria y Meiggs en las últimas semanas, donde se disemina sin tregua el negocio informal.
A cinco meses del cambio de administración municipal, con la llegada del alcalde Mario Desbordes INSEGURIDAD. — Vecinos relacionan la instalación de toldos azules con mayor inseguridad, así como una competencia desleal con locales OCUPACIÓN. — Muchos ambulantes se instalan a diario en la Plaza Capitán Prat y alrededores, ocupando veredas con ropa, alimentos y otro la actual gestión.
TOLDOS AZULES. — Desde la municipalidad afirman que son cerca de 8 mil los comerciantes ilegales que se encuentra DESCONTROL. — El negocio informal se multiplica en avenidas como Cardenal José María Caro y se extiende hast A TODA HORA. — El comercio ilegal se instala en las tardes y hasta altas hora