COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando el miedo cruza el umbral: repensar la escuela chilena
COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando el miedo cruza el umbral: repensar la escuela chilena Jiiaii Pablo Catalán Profesor e investigador de la Facultad de Educación Universidad Andrés Bello Los recientes episodios de violencia en nuestras escuelas, escuelas, el intento de apuñalamiento ene1 colegio Etchegoyen de Talcahuano y el ataque con arma de fuego en San Pedro de la Paz, nos golpean con crudeza. Esos jóvenes, que deberían ser estudiantes, hoy son protagonistas de tragedias que CXOflCfl la fragilidad de nuestro sistema.
Y es que cuando el Ministerio propone instalar detectores detectores de metales, pareciera que buscamos encerrar el problema en un portón blindado, sin atender lo que realmente realmente ocurre en el corazón de cada alumno que porta miedo, rabia o desamparo. En Chile, los equipos psicosocialcs en los establecimientos establecimientos siguen siendo insuficientes. Menos del i0% de los liceos públicos cuenta con un psicólogo a tiempo completo yla detección temprana de conductas de riesgo es anecdótica. Mientras tanto, se criminaliza al joven agresor ignorando factores tan relevantes como la violencia violencia familiar, el consumo de sustancias o el deterioro de redes comunitarias. Solo al concebir a la escuela como una isla segura, aislada de su entorno, se descuida la prevención integral. Experiencias internacionales muestran caminos más eficaces. En Colombia, el programa “Escuelas Amigas” intcgró talleres obligatorios de inteligencia emocional y resolución de conflictos desde básica, involucrando a docentes, familias y organizaciones locales.
Tras dos años de implementación en zonas urbanas vulnerables, se observó una disminución del 18% en incidentes de agresión y un aumento del sentido de pertenencia estudiantil estudiantil (Ministerio de Educación de Colombia, 2023). En Canadá, la justicia restaurativa ha logrado que víctimas víctimas y agresores reparen el daño y asuman responsabilidades, responsabilidades, reduciendo la reincidencia. En Estados Unidos, programas de prevención del bullying que combinan capacitación docente, apoyo psicosocial y participación estudiantil han demostrado eficacia para disminuir las agresiones físicas y verbales. Para revertir la violencia en nuestras escuelas se requiere un enfoque que considere tres ejes. Primero, instaurar un currículo sociocmocional que fortalezca la empatía, la autorregulación y la resolución pacífica de conflictos. Segundo, garantizarequipos psicosociales permanentes en cada establecimiento, con psicólogos y trabajadores sociales contratados a jornada completa, así como protocolos claros de derivación a servicios de salud mental. Tercero, incorporar lajusticia restaurativa como mecanismo de reparación y diálogo, donde todos los actores educativos agresores, víctimas y testigos asuman un compromiso colectivo de convivencia. Solo así podremos transftrmar los colegios: de espacios espacios blindados por el miedo a comunidades fbrmativas dondela prevención sea tan prioritaria comola seguridad física. La violencia escolar es resultado de un entramado social: si no lo enfrentamos con políticas integrales y sostenibles, seguiremos atrapados en soluciones parciales que ofrecen visibilidad mcdiática pero no aprendizaje real. Es hora de repensar nuestras escuelas. La salud mental, la cohesión comunitaria y el fortalecimiento socioemocional de nuestros estudiantes deben ser el verdadero centro de la política educativa. Cuando el miedo cruza el umbral:.