CARTAS: Suspender clases
Suspender clases Señor Director: La reciente suspensión de clases en decenas de comunas debido al sistema frontal vuelve a poner en evidencia las condiciones precarias en las que muchas comunidades escolares deben sostener los procesos formativos. Esta situación no es meramente local.
La Unesco, en su reciente informe sobre el estado mundial de la educación (GEM 2025), advierte que seis de cada diez niños en el mundo no logran comprender un texto simple ni realizar operaciones matemáticas básicas al terminar la enseñanza primaria. Se trata de una “pobreza de aprendizaje” que, más que reflejar una falta de asistencia, revela una falla estructural de los sistemas educativos para asegurar condiciones mínimas de enseñanza y aprendizaje. Hoy más que nunca se vuelve imperativo diseñar sistemas educativos resilientes, que comprendan la asistencia no como un fin en sí mismo, sino como un medio para sostener aprendizajes significativos. Esto requiere no solo inversión en infraestructura y conectividad, sino también una gobernanza pedagógica que reconozca las desigualdades territoriales, la sobrecarga de las familias cuidadoras y la urgencia de articular educación con políticas sociales amplias. Si no se aborda esta pobreza de aprendizaje desde un enfoque estructural y sistémico, seguiremos acumulando brechas que no se cierran con evaluaciones estandarizadas ni con medidas paliativas ante emergencias. Cada día sin clases, sin aprendizajes y sin acompañamiento pedagógico efectivo, no es un día neutro: es un retroceso en el desarrollo humano. Carola Zañartu Carolina Caffarena Académicas Doctorado en Educación U, Finis Terrae