¿Para qué humanidades?
¿ Para qué humanidades? Opinión ¿ Para qué humanidades? Hace unos días se conocieron las declaraciones del economista Sebastián Edwards, quien expuso en el espacio agenda económica de CNN Chile que:"hay que dejar de ofrecer facilidades a ciertas carreras que no tienen un futuro claro" refiriéndose específicamentea lascarreras humanistas. Además, agregó: "Yo cerraría las Becas Chile en humanidades por diezaños.
Solo las otorgaría a estudiantes de ingeniería aplicada". Lo anterior ha generado una polémica bastante activa en diversos medios de comunicación, de modo que me parece razonable y necesario poneren la palestra una pregunta fundamental: ¿ Para qué humanidades? Como podrán notar, la pregunta que propongo apunta a la causa úl tima de la enseñanza de las humanidades;nosetrata simplemente de ensayar una respuesta parcial, mínima o radicalmente conformista.
Es decir, hay que distinguircon claridad entre preguntar seel ¿ por qué? versus el ¿ para qué? La filósofa estadounidense Martha Nussbaum, afirma que: "Para cultivar las humanidades es necesario desarro. lar habilidades específicas, como el examen crítico de uno mismo y de las propiastradiciones, la capacidad de vernoscomo ciudadanos del mundo, vinculados a otras personas por lazos de mutua preocupación". ¿Para qué humanidades? "Para hacernos más humanos", podría ser una manera sencilla de resolver el conflicto, las humanidades "nos hacen más humanos" ala vez quenos permiten alcanzar un mayorgra. do de conciencia personal y del entorno próximo.
Aunquelo anterior pueda parecer una perogrullada es el eje central en torno al cual debe girarla discusión. ¿Queremossolo una educación pragmática? O más bien, ¿Pensamos en que la ciencia y las humanidades puedan ir de la mano sin resultar excluyentes entre sí? Pese a toda la tecnología que tenemos al alcance el mundo no parece haber mejorado en lo humano, cada vez es más común encontrar secon problemas mucho más complejos, que porel contrario de loque No se trata simplemente de ensayar una respuesta parcial, mínima o radicalmente conformista.
Es decir, hay que distinguir con claridad entre preguntarse el ¿ por qué? versus el ¿ para qué? qué? versus el ¿ para qué? uno podría creer nose dan por falta de capacidades tecnológicas, sino más bien por falta de comprensión de nuestra realidad próxima.
Losavancescientíficos han sabido ganarse su espacio y asu vez van llenando de conformismo a muchos de sus seguidores, por lo que se vuelve urgente reivindicar el valor de las humanidades como parte esencial en la formación de las personas. Vale decir, pese a todos los avances constatados seguimos necesitando de la reflexión y del diálo go con nosotros mismos y con los demás. Aunque parezca paradójico, la crítica realizada por Edwards es una consecuencia dela misma enseñanza de las humanidades.
El ataquesóloes posible en unasociedad donde nos abrimosal diálogoy al debate, hastacier to puntolaactitud del economista vaen lalínea delo quelossofistasdela antigua Greciadefendían, asaber, elrazonamien tocuya finalidad persiguela eficacia persuasiva, y no la búsqueda de la verdad.
Una interesante frase atribuida a Sócra tes puede resultarnos apropiada en este contexto: "Cualquiera que sostenga una opinión verdadera sobre un tema que no entiende escomo un hombre ciego en el camino correcto". Edwards va porel camino correcto, ha preferido dedicarsu vidaala economía y ala consultoría internacional.
Lo que no podemos permitirlebajoningún terminoes que pretenda imponersu manera dogmática y reduccionista de juzgar la realidad, pues además de cuestionar "las humanidades", denota una notoria "falta de humanidad". Y = 3 PATRICIO SCHWANER SALDÍAS Docente de Filosofía Magister en Educación Superior.