Julio 2024, el más seco de la historia
Julio 2024, el más seco de la historia Talca, Santiago y otras ciudades, registraron un insólito 0,0 mm de agua caída durante el mes supuestamente más lluvioso del invierno. Y eso que aún no llega al país el fenómeno La Niña M es de julio como sinónimo de lluvias, parece ser cosa del pasado.
El séptimo mes de este año, que acaba de terminar, marcó históricamente 0,0 milímetros (mm) de agua caída, convirtiéndolo en el julio más seco de la historia, en Talca, al menos desde 1900, que es desde cuando se tiene registro local. Lo "normal" es que durante el mes de julio, caigan 156 mm de lluvia sobre la capital del Maule.
Patricio González, agro climatólogo de la Universidad de Talca, precisó que en julio de 1958, se registró la caída de 6 mm en esta ciudad; en 1998,3,1 mm; y ahora el mes que acaba de pasar, 0,0 mm. "El primer año, en 124 años, en que no llueve en julio", enfatizó. Similar fenómeno en Santiago. Según el registro de González, en la capital del país, en julio de 1950, precipitaron 0,1 mm, mientras que en 1998,0,5 mm, y este 2024,0,0 mm. Y en Santiago, en julio, por lo menos deberían caer 46 mm. González agregó un antecedente más. En Linares debería llover 164 mm durante julio.
Su registro, que comenzó en 1925, indica que los años más secos en dicha ciudad fueron en 1958 con 12 mm, en 1998 con 10,4 mm y este año, la noche del 31 de julio con 3,8 mm. "Esto es una anormalidad. Eso es lo que se llama una singularidad en climatología", dijo el experto, recordando que julio es un mes de invierno, un mes de temporales. Así se le recuerda en la década del `80 y antes también, con varios días de copiosas lluvias. Algo muy distinto al panorama que ofreció este año el recién terminado mes de julio.
Lo anterior podría explicarse quizás por un bloqueo de altas presiones, muy intenso, y que ocasionó 15 días con heladas potentes, con mínimas promedio de 3,5 grados bajo cero, e incluso llegando a los 5 grados bajo cero. "Entonces es una anormalidad, que no haya llovido es realmente preocupante para una zona agrícola", advirtió. Indicó que Talca por ejemplo, tiene un superávit de apenas un 2%, mientras en junio se llegó a tener un 36% de superávit. Más al sur también hay problemas. Chillán está en estos momentos con un 20% de déficit. Desde la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) confirman el panorama descrito por González. El mes de julio de 2024 es el más seco de los últimos 74 años (data de registro de la DMC) en varias estaciones de Chile central y sur que administra la propia entidad. Este triste récord se repite en ciudades como Curicó, Chillán, Concepción, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.
Patricio González atribuyó esta situación al cambio climático, no así al efecto del fenómeno de La Niña -caracterizado por un descenso en lluviasque se estima pueda comenzar a hacerse presente en territorio nacional desde fines de este mes o tal vez en septiembre-octubre.
Reservorios Las lluvias en invierno siempre serán positivas, a excepción, claro, de eventos como los registrados en el 2023 con los ríos atmosféricos que causaron estragos en varios ámbitos, entre ellos la agricultura y la infraestructura de riego y vial. Cuando las precipitaciones se dan con "normalidad" permiten alimentar reservorios de agua. Por el contrario, con escasez hídrica, se limita el uso de agua para regar los árboles, lo que agrava el estrés.
Así lo explicó Álvaro Sepúlveda, responsable del Laboratorio de Ecofisiología Frutal del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca, precisando que con esa última condición, hay menos actividad fotosintética, lo que significa -dijo"que el árbol eventualmente cerrará sus estomas, poros, que le permiten la entrada de CO2 para su fijación en azúcares y para no deshidratarse, puesto que con el ingreso de CO2 se libera H2O a la atmósfera". "Las lluvias invernales tienen otros efectos sobre los frutales: promueven un adecuado proceso de receso (en frutales que eliminan sus hojas), con lo que se favorecen la brotación y floración en primavera. También son un factor en el nivel de daño que puedan ocasionar heladas, al actuar como regulador térmico en el suelo. Sin duda que para nuestra fruticultura el mayor impacto está dado por la alimentación de reservorios para contar con agua el resto de la temporada", destacó. La buena noticia es que los reservorios -los más importantes son Lago Colbún y Laguna del Mauletienen buen nivel de agua, en gran medida desde el año pasado. Álvaro Sepúlveda indicó que el Lago Colbún, por ejemplo, está al 71% de su capacidad y Laguna del Maule tiene un 48% de llenado, precisando que esta última se alimenta mayormente de la nieve. En julio los paraguas permanecieron guardados. Patricio Moraga Vallejos Lui s C as an ova.