«Es muy potente volver al Liceo, porque las raíces tiran muy fuerte»
«Es muy potente volver al Liceo, porque las raíces tiran muy fuerte» Pertenece a la generación más unida entre las antiguas antiguas que ha tenido la Universidad Austral de Valdivia: la generación del año 1971. Sus recuerdos en la universidad eran tantos, que decidió realizar un libro y entregárselo a sus compañeros compañeros de estudios.
En esa ocasión, recordó para la carrera forestal de la Uach: «Durante los últimos meses de estudio del 6 de Humanidades, en el Liceo de Hombres de Talca, tuve la fortuna de ver en el fichero del establecimiento donde estudiaba, un folleto de Ingeniería Forestal UACh. En este sentido, la Universidad hizo una labor pionera anunciando anunciando sus carreras por todo el país. No sabía de la existencia de la carrera hasta entonces, pero estaba ligado desde niño a la agricultura, la tierra y los árboles. Tengo la sangre forestal desde mis antepasados.
El ingeniero lo comprueba cuando, realizando su árbol genealógico y escribiendo las crónicas de sus antepasados antepasados alemanes, se enteró que su bisabuelo antes de morir solicitó que sobre su sepultura se plantara un árbol, «una enorme sequoia que aún está en su tumba tumba ). Esta semana estuvo en un viaje relámpago en Talca, Talca, invitado por el Liceo Abate Molina donde efectuó sus estudios, y en el cual, expuso el tema histórico sobre sobre la participación de los ex alumnos y estudiantes en la Guerra del Pacifico. «Diario Maule Hoys le entrevistó después de su interesante interesante exposición histórica efectuada en el LAM. ¿ Desde cuándo se dedica con pasión desbordante a la historia? «Soy autodidacta en la historia y toda mi vida he estado estado leyendo, conversando y visitando lugares históricos, históricos, porque es una tradición que mantengo y lo llevo en el ADN. Mi familia se ha dedicado siempre a la genealogía. genealogía. Yo escribo mucho sobre historia familiar y también también he escrito la historia de mis años acá en el Liceo.
También mi paso por la Universidad Austral de Valdivia, y todo eso, lo he ido transformando en documentación para difundirlo y compartirlo con las generaciones para que vayan conociendo los valores, las costumbres, y las cosas que nos formaron a nosotros como liceanos. También era vecino de un miembro de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile, que desde los cuatro años, me empezó a hablar de historia. Recorrí el país por mi trabajo, así como estuve varios años en el extranjero.
Y el siempre me acompañó con sus cartas novedosas sobre Talca, el Liceo y todo, entonces para mi todos los días que no vivo la historia, es un día perdido). ¿ Es importante la historia en la Ingeniería Forestal? Forestal? «Soy ingeniero forestal donde la historia es muy importante. importante. El bosque dura 500/600 años y hay que saber cómo se gestó y las intervenciones que hace el hombre, hombre, como se van a proyectar en el tiempo. Entonces, la visión a largo plazo de los forestales, como se va a proyectar proyectar en el tiempo generalmente los transforma en historiadores. historiadores.
Y hay varios que son aficionados, así como yo, un autodidacta. ¿ Qué recuerdos tiene de su generación liceana del año 1966? «Nos titulamos en diciembre de 1966, y fuimos la primera generación que dio la Prueba de Aptitud Académica, Académica, PAA, antes se rendía el Bachillerato y había que prepararse. Nos tocó dar como un experimento la PAA. Llegó un señor de la Universidad de Chile, y nos dijo, olvidense de estudiar porque el ejercicio de desarrollo se corregía en el mismo liceo. También traian algun profesor de Santiago. Yo postulé a Valdivia porque quería quería ser Ingeniero Forestal. Me gustaban los recursos naturales, aunque también la historia. Hoy día soy alumno de Historia del Curso de la Pontificia Universidad Católica Católica en Santiago. Voy todos los lunes y viernes. Nosotros cuando salimos del LHT, firmamos un compromiso para juntarnos. Muchas veces aparecí solo yo, incluso ni el dueño de casa apareció ( Rie). Después de cinco años nos empezamos a juntar frecuentemente. Claro que después vino un «apagón) de veinticinco años.
Entonces Entonces cuando vinieron los 175 años del Liceo Abate Molina, Molina, yo estaba de vuelta de Canadá donde ejercí varios años, en la British Columbia en Vancouver, cuando decidimos decidimos volver a juntamos y ya de manera más regular y periódica. Nos hemos juntado 10-15 liceanos a la hora del almuerzo o a tomar onces, y nos ponemos a cantar. Ahí aparece el espíritu liceano con toda su fuerza y magnitud. magnitud. Es sorprendente, pero también muy potente y contagioso. contagioso. ¿ Cómo es volver a las raíces liceanas en Talca? «Es muy potente volver al Liceo, porque las raíces tiran muy fuerte.
En Chile empecé a juntar a toda la familia, familia, la de mi mamá, la de mi papá, hice el árbol genealógico, genealógico, escribí la historia, recupere los libros antiguos, las bitácoras, las cartas del siglo XIX cuando venían a Chile, escribí crónicas familiares, viaje a Alemania donde busque archivos, constante cartas que desde allí fueron fueron enviadas a Chile, y después dije, ahora solo me queda construir la historia de mi paso por el liceo y la universidad. ¿ Qué iniciativa le conmueve respecto a explorar por la vida liceana en sus 198 años de existencia? «Escribir un libro con toda la historia del Liceo, ahora ahora que se van a cumplir pronto los 200 años de vida. Después de Hugo Morán, han habido unos ensayos pero no han fructificado, y ahora que vienen los doscientos doscientos años es potente, y coincide además, con la muerte del Abate Molina el 29. Yo sé que el Liceo está trabajando trabajando en eso.
También hay muchas instituciones con las cuales he tenido contacto, que también se están preparando preparando para celebrar este trascendental aniversario. ¿ Cuál fue el tema que expuso esta semana en el LAM? «En la charla titulada «Metodología para detectar estudiantes, profesores y exalumnos del Liceo que fueron fueron a la Guerra del Pacifico, con otro ex alumno, que eramos vecinos de barrio y amigo hasta hoy, Jose Villar, preparamos esta investigación sobre los estudiantes del Liceo que participaron en el conflicto. Decidimos investigar los nombres de profesores, exalumnos, y estudiantes que partieron y empezamos a embarcarnos embarcarnos en esta travesía histórica. Salió una publicación bastante potente, que tuvo la colaboración de un historiador historiador militar al cual recurrimos, para que revisara los textos, si se ajustan a los patrones de la historia militar. Yo le dije, nosotros somos civiles y usted es militar.
Me señaló, esto está muy bien, porque a nadie se le había ocurrido efectuar una investigación sobre este interesante interesante tema liceano. ¿ Qué descubrieron de los estudiantes que participaron participaron en la Guerra del Pacifico? «En la revisión apareció que, un profesor que escribió escribió la historia del Liceo de La Serena, decía que, entre 27 exalumnos y profesores, fueron a la Guerra del Pacifico. Pacifico. En un testimonio del rector de San Fernando, también también 33 alumnos del Liceo de esta ciudad fueron a la guerra, y un participante del conflicto en Valparaíso, determinó que 104 participaron en ella. Y eso, porque en Valparaíso estaba el embarque de las tropas.
Los chicos chicos se entusiasmaban y se arrancaban a participar en el conflicto. ¿ Cuántos alumnos del Liceo de Hombres de Talca participaron en el conflicto? «Después entramos a los archivos de guerra del Ministerio de Defensa, y ahí pudimos comprobar que, efectivamente, había 48 ex alumnos. Un profesor, dos estudiantes y el resto todos exalumnos del Liceo de Hombres de Talca, participaron en la Guerra del Pacif ico. ico. La edad para cargar armas en esa época, era desde los 15 años hasta los 50 años.
Y hay algunos que no alcanzaban a cumplir los quince años y se escaparon y se metieron igual. ¿ A quién entregaron este trabajo para su revisión? «Se lo dimos al Congreso de Historia de Educación Chilena y encontramos diez alumnos más que todavía hasta ahora, no hemos podido verificar en el Ministerio. Podrían ser diez más adicionales a los 48 auténticamente auténticamente comprobados. En este sentido, hay que recalcar que eran gente de élite. La mayoría fueron oficiales, como eran educados subieron a su escalafón. Una cosa importante: importante: solo la mitad fueron al Batallón Talca, que demoró demoró un año en constituirse. Ahí hay una persona, que en realidad, fue un héroe liceano que está muy olvidado, olvidado, que es Angel Custodio Corales. Fue vital en este batallón, porque era rápido para organizar las tropas y muy estratégico, concluyó. El destacado ingeniero forestal de la Uach e historiador autodidacta, Carlos Ackerknecht Ihl, viajó a Talca invitado por el Liceo Abate Molina, que celebra sus 198 años de existencia.
Allí lo entrevistamos a propósito de una nueva investigación histórica sobre la participación de ex alumnos y estudiantes en la Guerra del Pacifico. «Es muy potente volver al Liceo, porque las raíces tiran muy fuerte» LICEO ABATE MOLL1 iri. b iri.b. - - - - - - - - - -