Autor: JULIO NAHUELHUAL
MANUEL MARFÁN “La propuesta económica original de Jara es un lastre para que ella llegue a estar en la papeleta de segunda vuelta”
MANUEL MARFÁN “La propuesta económica original de Jara es un lastre para que ella llegue a estar en la papeleta de segunda vuelta” ue uno de los artífices de la clave reforma tributaria del gobierno de Patricio Aylwin a principios de los noventa, exministro de Hacienda de Eduardo Frei y exvicepresidente del Banco Central.
Manuel Marfán Lewis, quien dejó de militar en el Partido Socialista hace más de una década, reflexiona sobre el crispado momento político del momento en Chile y analiza las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia. "Nadie me ha llamado", dice con una leve sonrisa, al ser consultado sobre si la candidata comunista Jeannette Jara ha intentado reclutarlo para su equipo económico.
Esta semana la carta presidencial oficialista sumó a los economistas Luis Eduardo Escobar, Osvaldo Rosales, Andrea Bentancor, Nicolás Bohme y Sebastián García para su grupo de expertos, en medio de la resistencia de muchos "cerebros económicos" del Socialismo Democrático a incorporarse a su campaña. "Ella dijo que va a seguir incorporando más gente más adelante y lo importante es si eso ayudará o no a mitigar el miedo a Jeannette Jara", sostiene Marfán. "Los gobiernos pasan a la historia más por la forma como terminan que por la forma como empiezan", dijo usted hace un año. ¿Cuál es su evaluación de este gobierno que ya finaliza? MANUEL MARFAN "La propuesta económica original de Jara es un lastre para que ella llegue a estar en la papeleta de segunda vuelta" El exministro de Hacienda repasa las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia y reconoce que en el Socialismo Democrático, sector del cual forma parte, hay muchas desconfianzas con la carta de la izquierda. "La gente que está en la socialdemocracia se pregunta cómo es la verdadera Jeannette Jara", afirma el economista, quien también lanza duros cuestionamientos a las últimas decisiones en nomista, quien también lanza duros cuestionamientos a las últimas decisiones en -Este es un gobierno que ha cometido muchos errores en muchos frentes, pero las cosas buenas que ha hecho superan a las malas. Va a entregar una economía adecuada en sus principales equilibrios económicos, aunque hay muchas vulnerabilidades por el lado fiscal. También estamos teniendo un periodo que no se daba desde hace 16 años o más, en que las exportaciones están creciendo firmemente por sobre el PIB. La proyección de crecimiento para este año, tanto del Banco Central como de Hacienda, es de un 2,5% para Chile. No es una cifra para abrazarse, pero está por sobre lo que fue la tendencia del 2% que tuvimos durante varios años consecutivos. Eso lo veo como el primer peldaño para poder aspirar a crecer más en los años futuros. El gobierno que entre tiene que ver que esa es una oportunidad que no se puede desaprovechar. Se habla mucho de crecimiento, pero en general los políticos no quieren pagar los costos que significa crecer. Transformar el crecimiento económico en una prioridad política, en un tema que esté en el escritorio del Presidente, es fundamental para que esto siga floreciendo hacia el futuro, porque esto es una posta. Este gobierno está terminando como uno de corte más socialdemócrata... -Gabriel Boric tuvo un programa de gobierno en la primaria y luego lo remozó para primera vuelta y el balotaje. Si uno lee hoy ese programa se da cuenta de que es materia laboral del actual director del Trabajo (PC). JULIO NAHUELHUAL JULIO NAHUELHUAL JULIO NAHUELHUAL una expresión de deseos. No es un programa de gobierno serio. Cuando salió elegido Boric como Presidente, yo estaba muy preocupado, pero esa preocupación amainó cuando nombró a Mario Marcel de ministro de Hacienda. Y eso tranquilizó a muchos. Fue clave que Boric quisiera tener a Mario Marcel de ministro, porque no hay que restarle méritos a esa decisión del Presidente. La izquierda normalmente es muy desordenada, porque está llena de aspiraciones y esas aspiraciones las quiere tener rapidito, pero los países no funcionan así. El camino correcto es que las aspiraciones se van cumpliendo a medida que el crecimiento lo permita. Y esa es una posición muy socialdemócrata. Tendería a decir que el gobierno de Boric terminó siendo rescatado básicamente por la socialdemocracia. Y si hablamos de legado de este gobierno... -Dejó al país encaminado, en el punto de partida, incluso con algunos metros avanzados, en poder aspirar a tener un mayor crecimiento. Los actuales candidatos presidenciales se refieren continuamente al tema del crecimiento... haber dejado también ese tema como una prioridad política. También hay una generación de profesionales jóvenes que ha madurado mucho durante el gobierno de Boric, porque ha tenido que hacerlo con la guitarra en la mano. Eso me da más tranquilidad de que las generaciones futuras no van a repetir los errores de las generaciones pasadas. No estoy diciendo que eso no vaya a ocurrir, lo que digo es que la probabilidad es menor. ¿Qué le quedó pendiente? -Del programa de gobierno no hay nada que rescate mucho. Por otro lado, hay formas de operar que son constructivas y hay formas de operar en la izquierda que están destinadas a agudizar las contradicciones, por ponerlo en lenguaje marxista. Ese tipo de actitud se ve en muchos lados. Se ve, por ejemplo, en la motivación de que todo vale más que el crecimiento en el tema de permisos. Lo veo en la actitud del director del Trabajo (Pablo Zenteno). Sus acciones deberían tener un examen de constitucionalidad. Eso es complicado para la candidata Jeannette Jara, porque era un subordinado de ella.
El director del Trabajo cae abiertamente en la ilegalidad. ¿Qué decisiones son las que le cuestiona al director del Trabajo? ¿ Se refiere a las acusaciones por exceder sus atribuciones legales al modificar normas sobre negociación colectiva? -Sí, claro.
Es notorio que en las últimas semanas los empresarios se han puesto "pintura de guerra", porque hay una multiplicidad de decisiones que tienen en común el hecho de que no se están aplicando las leyes laborales chilenas, sino que se están aplicando las recomendaciones de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Pero también este gobierno queda al debe por no haber protegido suficientemente al país de prácticas que son antisistema. Cartas presidenciales Todos los candidatos han esbozado, al.
MANUEL MARFÁN “La propuesta económica original de Jara es un lastre para que ella llegue a estar en la papeleta de segunda vuelta” gunos con mayor superficialidad que otros, sus programas económicos. ¿Hay propuestas que le hayan provocado algún ruido en estos meses? -Lo que me genera ruido de las encuestas es el signo de interrogación que existe sobre el valor de la democracia, sobre sus preferencias presidenciales. José Antonio Kast es pinochetista. Él quiere encarnar el rol que durante muchos años tuvo la UDI, que fue defender la obra. Ese es el tipo de lógica que mueve a Kast y que tiene un trasfondo muy autoritario y poco democrático. En Chile Vamos han dado muestras de que para ellos la democracia es un fin en sí mismo. Para nosotros, en la socialdemocracia, la democracia es un fin en sí mismo.
Pero, por otro lado, el Partido Comunista, de acuerdo a las declaraciones de su propio presidente, quiere de alguna manera superar la democracia tradicional y pasar a una etapa de partido único... y que, por lo tanto, la democracia liberal, occidental, tradicional, con equilibrios de poder y contrapesos, etcétera... todas esas cosas son un instrumento táctico. En ese sentido, Jeannette Jara va a tener que hacer mucho esfuerzo para sacudirse de esa imagen del Partido Comunista si quiere estar en la papeleta. En la derecha, el avance de Kast no me lo explico.
Excepto, quizás, el de haber logrado construir más credibilidad en ser más duro contra la delincuencia. ¿Qué le preocupa específicamente de Kast? -Chile tiene una oportunidad de volver a una senda de crecimiento y ese es un camino que se hace a través de una posta de gobierno. Kast sería sólo un peldaño. No hay antecedentes de países que hayan dado el salto al desarrollo con un peldaño autoritario. Es ortogonal a lo que se necesita para un país que necesita trabajar más unido y con esperanza en construir algo para todos. Para Kast los principales enemigos están dentro de Chile. No están en el extranjero. Es un candidato que divide, separa, en un momento en que se requiere un país que trabaje más unido y que convoque a acuerdos. ¿Ve a Matthei con esa predisposición a acuerdos? -Absolutamente, sí. La conozco a ella hace muchos años y sé que es así. Cuando hicimos la reforma tributaria del año 90, donde hubo un acuerdo del gobierno con Renovación Nacional, y el proyecto pasó por la Cámara de Diputados, ella era la contraparte. Aprendimos mucho, porque ni ella ni yo teníamos experiencia, y conversábamos mucho. Entendimos que la empatía con quien estaba al otro lado de la mesa era fundamental para que se superaran todas las diferencias que iban surgiendo. Ella sabe sostener conversaciones que permitan llegar a acuerdos, eso está en su naturaleza. Yo me la imagino a ella como parte de esta posta de gobiernos que pueden llegar a hacer de Chile un país más próspero. Pero no significa que sea mi candidata.
Jeannette Jara viene de un partido declarado como marxista. ¿Cree que ella clarado como marxista. ¿Cree que ella clarado como marxista. ¿Cree que ella también es una candidata de esa línea ideológica en términos económicos? -No la conozco lo suficiente. Pero es muy claro que en el Partido Comunista hay dos vertientes internas y que la actual dirigencia es marxista-leninista, con todo lo que eso implica para efectos de su propuesta. Pero siento que Jeannette Jara está en la otra línea, en la de los más jóvenes, donde no hay el afán de tensionar el sistema con propuestas de agudización de las contradicciones.
Sin embargo, su propuesta económica original ha levantado harta crítica en lo que tiene que ver con la priorización de la demanda interna para crecer, la negociación ramal y el aumento del sueldo vital a $750 mil... -La etapa que está viviendo la candidatura de Jara es apuntar a la meta de llegar a la papeleta del balotaje. Si ella se mantiene en esas posiciones, no va a estar en la papeleta. Esas propuestas para ella son un lastre. El dilema que debe tener es cómo lastre. El dilema que debe tener es cómo lastre. El dilema que debe tener es cómo desdecirse sin aparecer como renunciando a principios. Esos temas mencionados tienen en común que son propuestas que están destinadas a agudizar las contradicciones.
Ella lo que necesita es movilizarse hacia una propuesta que tenga lógica dentro del sistema, porque esas otras no tienen lógica. ¿Si quiere estar en la papeleta del balotaje tiene que cambiar su proyecto económico a algo más socialdemócrata? -Sí, ese es el borde al cual se tiene que acercar. De todas formas, acercarse a los economistas de la socialdemocracia, que eventualmente podrían jugar un rol parecido al que Marcel ha jugado en el gobierno de Boric, no es fácil. No es fácil para ella y no es fácil para la socialdemocracia, porque hay muchas desconfianzas y que son lógicas. Las formas de operar de la socialdemocracia son dentro de las reglas del juego del sistema y, desde allí, gradual y democráticamente alcanzar una sociedad mejor y más justa. El PC, por otro dad mejor y más justa. El PC, por otro lado, no está en eso.
La gente que está en la socialdemocracia se pregunta "cómo es la verdadera Jeannette Jara". ¿Su eventual ministro de Hacienda tendrá libertad de acción para poder concretar una propuesta socialdemócrata o no? Esas desconfianzas son las que hay que remontar. Hay un proceso de construcción de confianzas que ojalá tenga lugar. ¿Usted estaría dispuesto a apoyarla o asesorarla en este momento? -Estaría dispuesto a conversar con el propósito de construir confianzas. Si ella logra plasmar una campaña y después un eventual gobierno que se transforme en un peldaño de esta escalera de un mejor Chile a la larga, sería grandioso. Sin embargo, no tendría un muy buen gobierno si impulsara un salario mínimo de $750 mil mensuales, porque los avances en las conquistas sociales tienen que ir a la velocidad que da el crecimiento. Uno puede ir más rápido a medida que acelera el crecimiento. Pero si de manera voluntarista trato de saltarme esa restricción y subirlo para un nivel de un país más rico de lo que somos, lo que hace es sencillamente frustrar el camino. Lo mismo ocurre con impulsar el crecimiento a través de la demanda interna, etcétera. Por eso que la propuesta económica original de Jara es un lastre para que ella llegue a estar en la papeleta de segunda vuelta. En su discurso luego de las primarias ella mencionó la colaboración y construcción de acuerdos públicos y privados. Lo puso en la mesa, pero estoy seguro que no le gustó a Lautaro Carmona (presidente del PC). A él no lo conozco, pero tiene que haberle generado urticaria. Pero sentí que para ella es importante empezar a acercarse a las reglas del juego con que funciona el sistema. Construir confianzas toma tiempo y no se resuelve con un llamado telefónico ni con una conversación. Mario Marcel estuvo más de un mes de conversaciones con Gabriel Boric y su equipo. Cuando hay voluntad y vocación de las partes, es posible derribar los muros de las desconfianzas y construir lealtades.
Hasta ahora la evidencia muestra que ha habido resistencia de los economistas de la socialdemocracia para pasar a apoyar a Jara... -A mí nadie me ha llamado, pero si me hubieran llamado para integrarme al comando de Jara habría dicho que no, lo cual no significa que no esté dispuesto a conversar para poder generar las condiciones para que, eventualmente, el Socialismo Democrático pueda integrar confiadamente y poner a disposición de ella los excelentes economistas que tenemos de generaciones más jóvenes. ¿Tiene definido su voto de primera vuelta? -No lo tengo definido. Lo que no voy a hacer es votar por un candidato que tenga dudas respecto de si la democracia, como la conocemos, es un fin en sí mismo. Mi voto no está garantizado que sea para Jeannette Jara en las condiciones que vivimos hoy. Pero podría llegar a votar por ella. Q ella.Q.